El gobernador Axel Kicillof y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se reunieron este miércoles en La Plata con sus respectivos equipos y acordaron monitorear los últimos casos de coronavirus antes de definir cómo seguirá la cuarentena después del 2 de agosto. Sólo ratificaron que tomarán una decisión conjunta para el AMBA. El jueves se juntarán con el presidente en Olivos.

Durante el encuentro, que se extendió por casi dos horas, ambos mandatarios analizaron la curva de los últimas semanas y la proyección futura, la ocupación de camas de terapia intensiva y la circulación en el AMBA junto a sus respectivos ministros de Salud, Daniel Gollán y Fernán Quirós, y de Seguridad, Sergio Berni y Diego Santilli.

Según informaron desde Gobernación, Kicillof y Larreta coincidieron en que cualquier decisión que se tome debe ser conjunta, como ocurrió hasta ahora tanto cuando se decidió la cuarentena estricta que se cumplió hasta el 17 de julio, como en la apertura escalonada que rige hoy.

Si bien en ambas jurisdicciones preocupa la suba de contagios, tanto Provincia como Ciudad dieron señales de tener posturas distintas respecto de lo que debería ocurrir tras el 2 de agosto. Mientras que en La Plata vienen alertando cada día que el sistema de salud no resiste un crecimiento de casos como el actual y puede colapsar en agosto, en el gobierno porteño se muestran proclives a mantener la apertura al menos como está hoy. La definición final, de todos, se tomará mañana con los números de las dos semanas en Olivos.

Kicillof escuchó el martes al comité de expertos que lo asesora. La jefa de Terapia Intensiva del Hospital San Martín de La Plata, Elisa Estenssoro, quien participó de la reunión, contó hoy que «la mayoría de los especialistas estuvo de acuerdo» en que «no parece adecuado ni prudente seguir con las aperturas progresivas». También apuntó que «llama la atención la actitud de CABA».

El sanitarista Leonel Tesler, otro de los médicos que forma parte del comité, dijo hoy en Radio provincia que se habló de la posibilidad de «ingresar a una fase más estricta» y remarcó que «hay que tratar de que se reduzca al mínimo la circulación de personas, que la gente se junte menos». Incluso advirtió que es posible que se tomen nuevas medidas para los distritos del interior, donde cada vez hay más casos de coronavirus.