La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó este martes la condena a 15 años de prisión al cura Julio César Grassi por los delitos de «abuso sexual agravado» contra un menor de edad en la Fundación Felices los Niños.

Por unanimidad y en un escueto fallo de menos de una carilla, el máximo tribunal de la Nación avaló las sentencias dictadas en todas las instancias de la Justicia bonaerense contra Grassi, actualmente detenido en la penitenciaría de Campana.

El recurso extraordinario planteado por los abogados de Grassi, Carlos Irisarri y Ricardo Malvicini “es inadmisible”, consignó la resolución, firmada por el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti y los ministros Elena Highton, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.

El caso se hizo público en octubre de 2002, luego de la emisión de un informe de Telenoche Investiga. El juicio en su contra comenzó en agosto de 2008 y un año más tarde fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón por los hechos que tuvieron como víctima a Gabriel, quien se encontraba bajo su tutela.

Los magistrados descartaron durante ese mismo debate oral la imputación contra otros dos chicos. Gracias a la utilización de todas las artimañas judiciales, el sacerdote recién fue alojado en la cárcel en 2013. Hasta entonces, permanecía bajo el régimen de libertad vigilada.

En 2014, la jefa del Servicio Penitenciario Bonaerense, Florencia Piermarini, separó al entonces director del penal de Campana, Raúl Garnica, por bridarle al sacerdote una serie de privilegios dentro de la cárcel, donde se estableció que Grassi desviaba mercadería y fondos que debían ir a la Fundación Felices Los Niños.

Además, en 2016 Grassi volvió a ser condenado por la justicia de Morón. Esta vez, a dos años de prisión por malversación de caudales porque pagaba con fondos de la Fundación el alquiler de La Blanquita, la casaquinta que el pedófilo alquilaba frente a la Fundación, en Húrlingham.