Gremios nacionales anunciaron que se sumarán a la marcha del 1F para reclamar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación el fin del lawfare. La Central de Trabajadores (CTA) y una parte de la CGT estarán presentes.

Camioneros, SMATA y SUTEBA son algunos de los sindicatos que confirmaron su participación en la marcha cuya convocatoria se inició en redes sociales y tiene como referente al juez Juan María Ramos Padilla. Tras conocerse el armado de causas contra dirigentes en la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de María Eugenia Vidal, los sindicalistas consideraron que es “un acto en defensa propia”. Tiempo Argentino habló con ellos.

Ayer hubo una reunión del Frente Sindical en la que se confirmó el apoyo a la convocatoria para reclamar “basta de injusticia y del lawfare del Poder Judicial”. Estuvieron el secretario de la CGT, Pablo Moyano; el de la CTA, Hugo Yasky; el de SUTEBA, Roberto Baradel y el secretario adjunto de SMATA, Mario Manrique. Se suman así a las adhesiones que ya habían sido confirmadas por UTE y ATE, entre otros, para marchar el 1 de febrero desde el Obelisco hacia el Palacio de Tribunales.

El dirigente gremial y diputado del Frente de Todos, Hugo Yasky, sostuvo que se enmarca dentro de la lucha por los derechos de la clase trabajadora. “Es un clamor que se tiene que convertir en una bandera y por eso convocamos el Frente Sindical y la Corriente Federal. Después de haber conocido los detalles de lo que era el armado de un sistema que funcionaba con complicidades mafiosas entre quienes estaban a cargo del Estado en la provincia de Buenos Aires, grupos de empresarios, multimedios, funcionarios judiciales y altos jefes del servicio de inteligencia para perseguir a dirigentes sindicales, está claro que para las centrales sindicales es casi una obligación moral participar de la marcha. Es para modificar el status quo de un sistema judicial que en la cúpula de la justicia federal y a nivel de la Suprema Corte accionan permanentemente como una especie de engranaje del poder dominante económico y financiero en Argentina”, le dijo a Tiempo.

Por su parte, Manrique de SMATA indicó que es necesario que el movimiento obrero se movilice porque fue uno de los más afectados por la “Gestapo” del exministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas. “Cualquier sindicato afectado o no por la situación debería movilizarse porque es un acto en defensa propia. En mayor o menor medida tocaron a muchos gremios: Camioneros, SOMU y otros de manera más profunda. A nosotros intentaron intervenirnos y se tuvieron que ir. Cuando algún dirigente dice que no sabe de qué se trata, vive adentro de un termo. Se trata de que se termine con una práctica totalmente delictiva, de reclamarle a la justicia que imparta justicia, que para eso fue creada. La conformación de la Corte Suprema es de ellos, no van a cambiar. Una causa que está en una provincia de repente aparece en Comodoro Py porque lo maneja la política”, afirmó en diálogo con este diario.

Desde la Asociación de Trabajadores del Estado también pusieron el eje en el reclamo por los presos y presas políticas. El secretario general de Capital, Daniel “Tano” Catalano, dijo que “el 1F es un día para generar una masividad que provoque que la Corte entienda que hay un hartazgo y una necesidad muy profunda del pueblo”.

“Entendemos que hasta que no se democratice el sistema judicial vamos a seguir teniendo víctimas del lawfare. Hoy hay 33 presos políticos en Argentina porque hay una Corte Suprema que es adicta a la derecha, a la Embajada de Estados Unidos, al macrismo y que genera todas las condiciones para que se vulneren los derechos de ciudadanos y ciudadanas”, le dijo a Tiempo.

Además, sostuvo que es necesario reformular el máximo tribunal del país y que sus integrantes sean elegidos por el voto popular. “Lo mejor sería que se puedan presentar a una elección y que el pueblo los pueda votar. Debería existir participación popular donde ellos puedan exponer sus currículums, debe haber una multiplicidad de profesiones que generen distintas visiones porque toman decisiones políticas y económicas. También tiene que haber paridad”, detalló.