La fractura del bloque de la UCR en la Cámara de Diputados también aceleró las disputas internas sobre quién será el próximo presidente del Comité Nacional del partido. El cargo está en manos del flamante senador y exgobernador mendocino Alfredo Cornejo, que convocó a un plenario constitutivo este próximo viernes, con el objetivo de elegir a su sucesor. No será fácil resolverlo en medio del cisma que atraviesa toda su estructura y tiene epicentro en el Congreso.

La convocatoria fue lanzada el lunes pasado, pero Cornejo tuvo que hacerla después de dos momentos ásperos que transcurrieron en la misma jornada: la oficialización de la ruptura de la bancada radical, que lidera el cordobés Mario Negri, y la durísima pelea que protagonizaron el gobernador jujeño Gerardo Morales y el senador nacional Martín Lousteau, autoproclamado como el principal impulsor del séptimo espacio que ahora convive dentro del interbloque de Juntos por el Cambio.

Las elecciones para elegir al próximo titular partidario estaban previstas para este mes, pero nadie se imaginó que sería adoptada en medio de una pelea que terminó a los gritos y con durísimas acusaciones entre Morales y Lousteau. Algunos señalan que hubo forcejeos, un vaso roto y señalamientos cruzados de ser funcionales al kirchnerismo.

La tensión no se apaciguó durante los días siguientes. Sólo pasó a un segundo plano por la jura de los diputados electos del martes pasado y la conformación del flamante bloque UCR-Evolución, que ahora tiene 12 bancas bajo el mando del cordobés Rodrigo De Loredo. El espacio fue construido por Lousteau, el diputado nacional Emiliano Yacobitti, y el empresario y exministro Enrique “Coti” Nosiglia. La irrupción surgió luego del fracaso de las negociaciones con el espacio de Negri para definir nuevos cargos en el bloque, pero fue sólo la previa de la pelea de fondo que se jugará este viernes en el “plenario constitutivo” radical.

Yacobitti ya proclamó la postulación de Lousteau para disputar la conducción del partido. Dijo que el senador quiere presidirla durante el próximo período, que concluye en 2023, cuando se definan las candidaturas presidenciales de JxC.

Sin embargo, cerca del senador corrigieron el ímpetu de Yaco. “Hay dos modelos de partido, uno que propone las PASO como metodología, que quiere abrir y busca gestionar y el otro más parecido a los últimos 20 años, cerrado, sin PASO”, detallaron a Tiempo para confirmar que la disputa sigue en pie. Pero no pudieron asegurar que Lousteau será el candidato que se mida con Morales. “Se está trabajando en intentar una lista de unidad con alguien que exprese ese modelo más moderno y que la sociedad respaldó en las primarias. No importa el nombre, importa ese partido que buscamos”, insistieron en nombre del senador que, antes de afiliarse a la UCR, fue ministro de Economía durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner.

En el mismo espacio radical disidente confiaron otros matices que siembran dudas sobre un eventual duelo entre Morales y Lousteau. Cerca de Negri arriesgan que finalmente el senador no jugará su postulación y que el sector no jugará ningún candidato.

Otros integrantes de UCR- Evolución arriesgan que la prioridad será “integrar una conducción de unidad, con los delegados de los distintos sectores”. Ese poroteo (que dista de los mensajes que difunde Lousteau) forma parte de “las conversaciones que tendrán esta semana” para explorar una conducción unificada. En el flamante bloque que lidera De Loredo admiten que “el clima está ahora más caldeado que otras veces, pero no hay que resignar la posibilidad de diálogo”. Aún así, en el espacio aseguran que existe un límite: “Obviamente no lo podemos hacer si la idea es sancionarnos”, confió la fuente consultada en referencia a las advertencias que lanzó Morales contra los díscolos.

“Nosiglia, Yacobitti y Lousteau son empleados de Horacio Rodríguez Larreta”, lanzó el mandatario jujeño y advirtió que ese espacio “No va a llevar al radicalismo para que el PRO defina qué candidato del radicalismo va en qué distrito, siendo la UCR un partido federal. No compartimos que entreguen al partido a la candidatura de Horacio cuando falta mucho tiempo para eso”, lanzó Morales, luego de prometer que, si es ungido presidente del radicalismo, castigará a los secesionistas. Todavía no dijo cómo lo haría, pero hay sectores que reclaman desde impedirles usar el nombre del partido hasta expulsarlos.

Los seguidores más fieles de Lousteau aseguran que “comunicará una sorpresa” en los próximos días. Otros integrantes del mismo grupo consideran que las chances para trasladar  la división del bloque a la puja por la conducción del partido podría tener consecuencias más duras que el impacto negativo que ya generó la fractura del bloque radical.

Por esa misma razón los detractores del nosiglismo aseguran que ese espacio “no se presentará”, pero al mismo tiempo no descartan que avance una negociación para evitar que la sangre llegue al río, luego de una pelea que puso en entredicho la estabilidad del partido, más allá de la disputa por el sillón que Cornejo ocupará hasta el próximo viernes. «