El abogado que denunció el viaje de jueces, fiscales, funcionarios porteños y espías al Lago Escondido por invitación de directivos del Grupo Clarín le pidió al juez federal Sebastián Ramos, quien tiene a su cargo el expediente, que informe en qué situación se encuentra la investigación. 

Marcelo Hertzriken Velasco, quien formuló la denuncia ante los tribunales federales de Bariloche –que tiene jurisdicción sobre el Lago Escondido- le envió una nota a Ramos invocando el derecho a la “información del denunciante”.  Lo hizo “como denunciante, como ciudadano, como colega, como presidente de la Fundación de Abogados Querellantes”. 

El Código Procesal Penal, en el capítulo de “Derechos de la víctima y el testigo”, establece en el artículo 79 que “desde el inicio de un proceso penal hasta su finalización, el Estado nacional garantizará a las víctimas de un delito y a los testigos convocados a la causa por un órgano judicial el pleno respeto de los siguientes derechos: 

  • A recibir un trato digno y respetuoso y que sean mínimas las molestias derivadas del procedimiento; 
  • Al sufragio de los gastos de traslado al lugar que la autoridad competente disponga; 
  • A la protección de la integridad física y psíquica propia y de sus familiares; 
  • A ser informado sobre los resultados del acto procesal en el que ha participado. 
Marcelo D’Alessandro, íntimo del juez Sebastián Ramos, está a cargo de la causa que lo involucra.
Foto: Telam

“Merecería al menos, conocer a un año de denunciados los hechos de los cuales resultarían imputados por dadivosos y sobornados” la marcha de la investigación sobre “menesteres de difícil ingesta para una vida republicana”.

Se trata de la causa 17869/22,   caratulada   “Ercolini,   Julián   y otros   s/   incumplimiento   de   los   deberes   de   funcionario   público, aceptación   de  dádivas”. 

Hertzriken Velasco pidió conocer “el estado de la causa, si los va a llamar o no a indagatoria, si lo ha hecho, si ha dispuesto el sobreseimiento de los mismos, su procesamiento o su falta de mérito”. 

También inquirió al juez Ramos “si está aguardando el resultado de este año electoral para ver qué temperamento adopta, siguiendo las prácticas del fuero federal penal de Comodoro Py, que se ha constituido en una verdadera agencia de tráfico de influencias que no se compadece con los estándares mínimos de transparencia y buena fe procesal”.

El largo camino judicial desde Lago Escondido

Los invitados por Grupo Clarín a Lago Escondido en el aeropuerto de Bariloche.
Foto: Télam

La ¿investigación? sobre la Causa Lago Escondido tramitó originalmente en la Justicia Federal de Bariloche hasta que la atrapó Comodoro Py 2002. El juez Ramos –cuyo vínculo con el ex ministro de Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro quedó reflejado en diálogos de Whatsapp filtrados en internet pero descartados de valor legal por el propio Poder Judicial- quedó al frente del expediente. 

No se excusó, pese a que así se lo sugirió el fiscal Federico Delgado. La causa se movió por impulso de Delgado hasta que enfermó, dejó de ir a Tribunales y finalmente murió el 27 de agosto pasado.

Hertzriken Velasco le recordó a Ramos: “prescinda -como lo viene haciendo- que a usted lo he denunciado como juez por las conversaciones que mantuvo con D’alessandro, uno de los imputados, y de las cuales daba cuenta la invitación a apartarse del fallecido fiscal Delgado”.

“Por las razones apuntadas es que le requiero, ya sea en forma escrita o personalmente, me explique en qué anaquel hace reposar este expediente judicial y con qué objeto”.

La invocación final es una postal perceptiva de lo que ocurre en el expediente: “Sabrá disculpar el lenguaje, pero 33 años de profesión, más de 40 condenas a perpetua que he propiciado en la región, casi 10 mil juicios orales me dan el oficio suficiente para entender como sospechosa la tramitación del caso”.