Los resultados de las PASO encaminan al presidente Mauricio Macri a la reelección. Ni siquiera el gobierno esperaba resultados tan buenos, así que, con los números en la mano, olvidó sus críticas a las primarias y celebró desde temprano. El acto en el que el presidente prometió el inicio de “los mejores 20 años de la historia del país” fueron la señal de arranque no sólo de las campañas rumbo al 22 de octubre, sino para las presidenciales de 2019.

Macri quedó fortalecido. Cuando se dieron a conocer los primeros resultados de las PASO, la elección en la provincia de Buenos Aires, que había sido la protagonista, pasó a un segundo plano por un rato. Con o sin triunfo de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, Cambiemos se consolidaba como la primera fuerza política nacional de Argentina. Sus victorias en Santa Cruz o San Luis se suman a la exitosa construcción de poder lograda por el macrismo en apenas 14 años. Es un caso para analizar más allá de fanatismos. Su crecimiento tampoco se puede achacar, como muchos pretenden, sólo al apoyo de la influyente, poderosa y numerosa prensa militante que, es cierto, hizo una intensa campaña en favor del oficialismo.

El presidente tiene en María Eugenia Vidal a su principal activo. La gobernadora de Buenos Aires lo supera en popularidad y ayer demostró que, con ella de la mano, hasta un candidato desconocido y adicto a las frases desafortunadas como Esteban Bullrich puede darle batalla electoral a Fernández de Kirchner, quien ahora enfrenta la posibilidad cierta de la primera derrota de su larga y exitosa carrera política. El resultado de octubre sigue abierto luego de la cardiaca espera de la carga de datos que, en la madrugada, todavía no eran definitivos.

Vidal encabezó una de las jugadas que mejor le salieron a Cambiemos. Se negó a tener como candidata en la provincia a Elisa Carrió, quien, en Capital, logró el mayor caudal de votos de una trayectoria de décadas en la que ha pasado de un partido a otro. Su postulación desplazó a Martín Lousteau a un humillante tercer lugar, uno de los objetivos que buscaba el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta para debilitar al ex embajador en Estados Unidos y posible rival en 2019.

Ahora, el reto de Cambiemos será incrementar votos el 22 de octubre. En esa búsqueda, desde anoche todos los políticos oficialistas, confiados en que la ex presidenta perderá en la provincia, se plegaron al eslogan de agradecer “a los que no nos votaron” y de prometer que la postergada mejora económica ya está llegando. Dentro de diez semanas sabremos si este discurso les da resultado.