Mauricio Macri aprovechó su nuevo cargo en la FIFA para levantar su perfil público a siete meses de abandonar el poder. Este lunes viajó a Paraguay en un vuelo privado y aprovechó la visita para «reposicionarse como líder de la oposición» a través del discurso anticuarentena que sostiene su exministra de Seguridad y titular del PRO, Patricia Bullrich, y para recostarse en el núcleo más duro de sus votantes. La irrupción aumentó las sospechas dentro del PRO, sobre el interés del expresidente para construir una eventual candidatura en las elecciones de medio término del año próximo, tal como contó Tiempo en su última edición dominical. 

En las oficinas que alquiló Macri en Olivos sostuvieron que el viaje se podría haber concretado a Santiago de Chile, para reunirse con otro de sus amigos, el magnate y mandatario trasandino Sebastián Piñera, o a Bogotá para ser recibido por el presidente Iván Duque. «También podría haber viajado a Brasilia, porque mantiene diálogos telefónicos con el presidente (Jair) Bolsonaro», agregó la fuente. Las ventilación pública de esas comunicaciones también están orientadas a posicionarlo como parte de los contactos con los líderes de las derechas del continente, en el marco del resideño de su perfil electoral. 

Hasta que se subió al avión privado que lo llevó a Asunción, su entorno justificó la minigira por una invitación del expresidente Cartes para hablar de fútbol por su nuevo rol como titular de la Fundación FIFA, un cargo que obtuvo luego de abandonar el poder, pero que acordó con el titular del organismo, Gianni Infantino, durante una hermética visita que realizó a Zurich (Suiza) pocos días de entregar el mando presidencial. Este martes, de regreso a Buenos Aires, no hubo detalles sobre el cometido original del viaje, pero Macri se encargó de blanquear que las razones fueron muy distintas.

“Obedeció a una invitación de mi amigo Cartes para repasar una agenda de cómo hay que salir de este momento de preocupación que ha significado esta pandemia. Hablamos de cómo salir del miedo, que ha llevado a la urgencia y a tomar decisiones apresuradas que pueden haber sido muy dañinas”, disparó el fundador del PRO en una entrevista concedida a un canal de la televisión paraguaya. 

Cerca de Macri explicaron que ambos sí «hablaron de la FIFA», pero ninguna de las fuentes consultadas aportó detalles sobre los planes de trabajo del expresidente al frente de la fundación cuyo cargo asumió luego de abandonar el poder. El despliegue al país limítrofe fue posible a partir de una invitación de Cartes, pero incluyó un encuentro «fuera de agenda» con su sucesor, Mario Abdo. Los dos anfitriones representan a las dos facciones del conservador Partido Colorado y ambos fueron el puente privilegiado para que Macri protagonice un viaje aparentemente imprevisto que le permitió levantar su perfil. 

«A algunos de nuestro partido quizás no les guste, pero Mauricio es el líder de la oposición y está diciendo lo que dijo cuando perdimos las elecciones, que haría eso», detalló uno de sus colaboradores para justificar el vuelo en medio de una cuarentena por la pandemia de coronavirus, que derivó en el cierre de las fronteras entre Argentina y Paraguay, salvo para quienes contraten un vuelo privado y cumplan los protocolos de ambos países para no violar el aislamiento. 

En el entorno de Macri también detallaron que el viaje fue realizado en una aerolínea privada vinculada al expresidente paraguayo, mientras que Abdo se encargó de que le diseñaran un protocolo a medida para que el visitante argentino pudiera desarrollar su breve agenda que logró una amplísima repercusión en Buenos Aires y críticas de la oposición en Asunción por los riesgos epidemiológicos de una visita que podría haber sido reemplazada por encuentros virtuales con ambos anfitriones. 

En la declaración que firmó ante la Dirección Nacional de Migraciones, el expresidente sostuvo que viajaba por «razones laborales». Una demostración práctica del salvoconducto que le provee el cargo «ad honorem» que le otorgó la FIFA, gracias a su amigo Infantino.

La aeronave que lo trajo de regreso en la misma jornada. Aterrizó en el aeropuesto de San Fernando y luego se trasladó a su residencia para hacerse un chequeo dentro del protocolo previsto. Estuvo a cargo de su médico personal, Simón Salzberg, y por la tarde recibió a funcionarios sanitarios del partido bonaerense de Vicente López, gobernado por su primo Jorge. Le hicieron un testeo de covid que dio resultado negativo y verificaron que comenzó el complimiento de 14 días de aislamiento. 

«Volvíó contento, no mira los medios y está muy encima de la comunicación», confiaron en su entorno. La fuente justificó que Macri no ofrezca detalles de su viaje. «Es un expresidente, tiene su vida y agenda privada y no tiene por qué contar todo. Ya no tiene ninguna obligación legal de informar lo que hace diariamente, como sí lo hacía cuando estaba en la Casa Rosada», sostuvo el exfuncionario consultado para justificar la ausencia de precisiones sobre un viaje que comenzó como una visita por la FIFA. Pero concluyó como un operativo de reaparición pública, en medio de la pandemia, para apuntar contra la extensión y modalidad de la cuarentena.