El expresidente Mauricio Macri llegó este jueves a la mañana para ser indagado ante la justicia federal de Dolores como acusado de haber promovido un espionaje a los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan, hundido en 2017, durante su gestión al frente del Poder Ejecutivo.

El exmandatario está citado para las doce en el juzgado federal de primera instancia donde lo espera el magistrado subrogante Martín Bava, quien el miércoles fue ratificado al frente de la investigación por la Cámara Federal de Mar del Plata.

Desde antes de las 7, comenzaron a llegar a la sede del juzgado, ubicado sobre la calle Buenos Aires en el centro de Dolores, efectivos de la Policía Federal que cortaron la calle y desplegaron un operativo de seguridad, en tanto que se registra una importante presencia de medios de comunicación.

A dos cuadras del juzgado, en la Plaza Castelli, se montó una especie de escenario en el acoplado de un camión, donde se desarrollará a partir de las 11 un acto de apoyo a Macri organizado desde Juntos por el Cambio (JxC).

“Son momentos en los que cuesta poner en palabras todo lo que uno siente. Lo primero que quiero es agradecerles a todos los que están hoy aquí”, comenzó su discurso el exmandatario pasadas las 11.30 y agregó: “Este día me transporta a ese 7 de diciembre en el que nos despedimos y yo me comprometí a estar siempre con ustedes y a defender su futuro, su libertad y esta república”, expresó el expresidente.

“Siento –continuó–que el corazón me va a explotar. Sé que están acá porque vienen a defender su futuro. Ya no somos los mismos, estamos empoderados. No somos más borregos y vamos a luchar por tener una vida mejor. Por eso tenemos que vivir y convivir con una cultura del poder sana, que incluya una justicia independiente e imparcial. No como hoy, que convivimos con una cultura de poder oscura que usa una tragedia para dañar, una que nos afectó a todos los argentinos, que seguimos siendo solidarios con los familiares del ARA San Juan. Acá estoy, tratando de entender esta citación intempestiva y sin fundamentos en medio de una campaña electoral”, siguió.

Y cerró: “Pero estamos acá, porque estamos tranquilos y sabemos lo que hicimos. También porque si con estos dos años de calumnia y persecución casi en una obsesión contra mi persona creen que van a disminuir mi compromiso con ustedes, están muy equivocados. Con cada mentira más se fortalecen mis convicciones. Que hoy estemos acá significa que tenemos futuro y por eso el 12 de septiembre dijimos basta y el 14 vamos a volver a ratificarlo. Gracias argentinos, los quiero con locura”.

Distintos dirigentes y exfuncionarios como Hernán Lombardi y Guillermo Dietrich habían convocado a través de redes sociales a movilizarse hasta la Plaza Castelli, en Dolores, para «bancar a Mauricio».

Tras su llegada a las 10.30 a la sede de la Municipalidad de Dolores, Macri estuvo reunido con numerosos dirigentes de PRO, varios de los cuales lo acompañaron posteriormente en el acto. Entre los presentes se mostraron el intendente de Vicente López, Jorge Macri y el de Lanús, Néstor Grindetti. También el exministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y el candidato a diputado Hernán Lombardi.

Luego de su alocución, el exmandatario se trasladó al juzgado federal de primera instancia de Dolores para ser indagado por el magistrado Bava, ratificado ayer al frente de la investigación por la Cámara Federal de Mar del Plata.

A horas de la indagatoria, el tribunal de apelaciones rechazó la recusación con la cual la defensa de Macri pretendía correr de la causa al juez que el 1 de octubre dispuso que se lo convocara a dar explicaciones por el espionaje a familiares de las víctimas del ARA San Juan.

Los jueces Eduardo Jiménez, Osvaldo Tazza y Rafael Julián le indicaron al juez Bava que en sus próximos pronunciamientos guarde un estilo más mesurado que en los anteriores, pero entendieron que no hay motivos para acceder a la recusación solicitada.

El propio Macri confirmó días atrás durante su visita a la provincia de Santiago del Estero que se presentará a la indagatoria, luego de que el juez Bava lo convocara por tercera vez, bajo apercibimiento de declararlo en rebeldía y ordenar su detención a fines de que comparezca en el marco del expediente.


Será la primera indagatoria que afronte el expresidente desde que dejó la Casa Rosada, aunque no la primera de su vida, dado que ya debió responder ante la justicia en otras causas como la del supuesto espionaje a Sergio Burstein, familiar de una víctima del atentado a la AMIA.

Macri está imputado desde hace más de un año por supuestas maniobras de espionaje ilegal que habrían tenido por objetivo monitorear las actividades de las organizaciones de familiares de las víctimas del hundimiento del submarino San Juan «desde la perspectiva de la afectación a la imagen de la gestión de Gobierno».

Se lo acusa de haber ordenado y posibilitado, entre diciembre de 2017 y finales del 2018, «la realización sistemática de tareas de inteligencia expresamente prohibidas por la Ley 25.520 y sus modificatorias, consistentes en la obtención de información, producción de inteligencia y almacenamiento de datos sobre personas, por su opinión política o su pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias y de derechos humanos».

«Entre esas tareas de espionaje prohibidas por ley, se le imputa haber ordenado y posibilitado la realización de numerosas de ellas con el propósito de obtener datos personales e información de los familiares y allegados de los tripulantes del submarino ARA San Juan», dice la imputación que leerá el juez Bava y que ya fue expuesta en el llamado a indagatoria.