«Fue un trabajo arduo» coinciden los compiladores. «Porque Cristina Fernández no tenía los discursos escritos, de manera que fue necesario desgrabar muchas horas». A favor, anotan que cada alocución de la ex presidenta tiene una coherencia y una lógica que ahorró mucho trabajo de edición. El trabajo está listo y a pocas semanas de que en la Feria del Libro se presentara el boom editorial del año, Sinceramente, se presenta el segundo libro, Una política exterior soberana, publicado por Colihue. Es un material que como señaló la ex diputada Carmen Alarcón, una de las coordinadoras, «servirá para analizar en el futuro una política de Estado en torno a la integración regional y el multilateralismo» y que mientras tanto será llevado a casas de estudio e instituciones de todo el país para divulgar otra forma de inserción en el mundo.


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En esta primera presentación, que se hizo ante un grupo de periodistas en el Instituto Patria, Oscar Parrilli resaltó la importancia de este material para también comprender los lineamientos de una gestión diametralmente opuesta a la del actual gobierno. «(Mauricio) Macri se dedicó a destruir todo lo que habíamos hecho en todos los órdenes, y en el ámbito de la política exterior, especialmente lo hicieron con la integración regional».

Se trata de discursos de Cristina Fernández en distintas ocasiones tanto en el país como en el exterior, ya sea en las Asambleas de la ONU en las que le tocó participar como en los encuentros del G20 o de las organizaciones latinoamericanas. Las tareas de recopilación estuvieron a cargo de un equipo de la Comisión de Integración Regional y Asuntos Internacionales del Instituto Patria, que conforman, entre otros, la ya mencionada Alarcón -autora de la idea del libro-, Carlos Raimundi, Ariel Basteiro, Eduardo Sigal, Nicolás Canosa y Natalia TIni.

Entre los discursos más recordados de los 26 que se publican, figuran el que Cristina hizo en Mar del Plata cuando recibió a la Fragata Libertad, en 2013, luego del embargo pedido por un fondo buitreen Ghana. O el que dejó en la 8ª Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Flacso de 2018, cuando ya no era mandataria y que hablaba de «recuperar el concepto de pueblo».

Los títulos de los capítulos hablan por si solos del punto de partida para esto que, como destacó también Raimundi, es una suerte de manual de relaciones internacionales.

«El amor a la Patria y la defensa integral de la Nación como sustento de una política exterior soberana». «La imperiosa necesidad de la conformación de un bloque regional». «La asociación estratégica con la República Popular China». «La geopolítica y el problema del anarco capitalismo financiero». «Nuevas arquitecturas de poder a escala regional y mundial». Estos son en síntesis algunos de los temas que se desarrollaron a lo largo de la presidencia de Fernández de Kirchner.

Parrilli, si bien puntualizó que muchos de los conceptos que iba deslizar no implicaban de ninguna manera un programa de gobierno del candidato Alberto Fernández, si dijo que el mundo con que una nueva gestión se va a encontrar es bien diferente al que dejaron en 2015. «Y nosotros somos pragmáticos, no somos dogmáticos ni locos. Sabemos cuáles son los límites en esta nueva realidad» en la que a los avances de la derecha a nivelmundial se suma un país como Argentina, otra vez embretada en una deuda colosal.

Ya más en tono de política actual, y ante una pregunta sobre la respuesta de mercados e inversores ante un triunfo en octubre de la fórmula F-F, dijo que «las inversiones nunca dejaron de venir durante los 12 años que estuvimos». Como muestra, trajo a colación a las empresas estadounidenses que instalaron fábricas de productos para mascotas, que antes eran importados. «Es que en es ápoca comían las mascotas pero también los argentinos», deslizó, acotando que los inversores se preocupan por ponde dinero donde saben que pueden ganar dinero, lo que no ocurre en estos días.

En cuanto a la convivencia con gobiernos inclinados a la derecha y con una fuerte impronta pro-Departamento de Estado, recordó que cuando se construyó la Unasur, convivieron los colombianos Álvaro Uribe y luego Juan Manuel Santos con Sebastián Piñera, Evo Morales, Hugo Chávez y Lula da Silva. «Tampoco tuvimos enfrentamientos con Estados Unidos y hasta tuvimos déficit comercial con ellos, todo es cuestión de manejarse con respeto mutuo».