El anuncio del presidente Mauricio Macri para convertir la guarnición militar de Campo de Mayo en un Parque Nacional despertó críticas y cautela entre los organismos y referentes de Derechos Humanos. Pidieron que se los convoque antes de tocar un lugar en el que puede haber restos de desaparecidos. En H.I.J.O.S. Capital compararon la iniciativa con el Parque de la Reconciliación que Carlos Menem intentó hacer en la Esma y que pudo ser frenado.

“Hemos decidido preservar una parte importante de Campo de Mayo y transformarlo en un Parque Nacional. Será uno de los Parques Nacionales urbanos más grandes del mundo, y parte del sistema de áreas protegidas del área metropolitana. Todos sabemos que más de 10 millones de argentinos viven ahí, y van a poder conocer y disfrutar de estos parques”, dijo el Presidente en la Asamblea Legislativa y encendió todas las alarmas de los organismos.

Macri habló de la necesidad de espacios verdes pero no mencionó siquiera, ni por recaudo, que ese predio del Ejército Argentino fue un centro clandestino de detención de la magnitud de la Esma, por el que pasaron más de 5 mil desaparecidos durante la dictadura cívico militar.

“Me sorprendió”, dijo el nieto restituido por Abuelas de Plaza de Mayo y diputado opositor, Horacio Pietragalla. “Hay que tener criterio y convocar a los organismos de derechos humanos y al Equipo Argentino de Antropología Forense porque antes de tocar algo debemos asegurarnos de que no haya restos de desaparecidos, que no haya enterramientos de los compañeros del centro clandestino de detención ni de la Tablada”, le dijo a Tiempo.

“Pienso que es una truchada para tapar lo que está pasando. Es una nube de humo”, opinó Iris Avellaneda, madre de Floreal Avellaneda, un adolescente de 14 años desaparecido en el centro clandestino El Campito de Campo de Mayo y arrojado al mar desde un vuelo de la muerte.

La mujer, integrante de la Comisión por la Memoria de Campo de Mayo y de la Liga por los Derechos del Hombre (LADH), consideró que en el Gobierno “no respetan que ese lugar está marcado como sitio de memoria”.

“Hubo más de 5.000 desaparecidos en ese centro clandestino, entre ellos estuvo mi hijo. Tienen que respetar: también está señalizado el hospital donde robaban bebés y el centro clandestino El Campito. Funcionaron tres centros clandestinos”, completó. Y recordó que en ese predio también funciona el lugar de detención VIP para represores.

Por su parte, H.I.J.O.S. le señaló a Macri que marzo es el Mes De La Memoria y que utilizó el primer día de ese mes para anunciar que hará un parque donde funcionó un centro clandestino de detención, tortura y exterminio, “mientras los cuerpos de las miles de víctimas siguen siendo reclamados y los bebés nacidos en cautiverio ahí, una jóvenes, siguen siendo buscados”, dijeron.

También recordaron que lo mismo había propuesto Menem para la ESMA. “No es un lugar para Parques Nacionales. No al Parque de la Reconciliación. Respeten”, tuitearon.

La referencia tiene dos décadas: el 7 de enero de 1998 el presidente Carlos Menem lanzó su propuesta de convertir el más emblemático centro clandestino de detención en un parque con el argumento de la reconciliación. Quiso imponerlo con un decreto que establecía destinar el uso público de los terrenos de la Esma sobre avenida Del Libertador, en el barrio de Nuñez, y erigirlo en un símbolo de la “unión nacional”.  Reconciliación y unir a los argentinos son dos conceptos que tomaron fuerza desde la llegada de Macri a la presidencia. 

Para Elizabeth Gómez Alcorta la propuesta presidencial redondea la idea que el gobierno tiene sobre la memoria. “La mejor metáfora de lo que representa este gobierno neoliberal”, dijo la abogada querellante en juicios por crímenes de lesa humanidad que representa a las víctimas en el juicio a la Ford que se realiza en San Martín y que estuvo bajo la jurisdicción de esa guarnición militar.

Como mensaje por elevación luego de la propuesta presidencial, Abuelas de Plaza de Mayo publicó en su cuenta de Twitter uno de sus habituales tuits de búsqueda de nietos apropiados: “Noemí Jansenson y Miguel Arcuschin, ambos militantes secuestrados el 13 de septiembre de 1976 en la Capital Federal, ella embarazada, y llevados a Campo de Mayo. La pareja y su hijo/a que debió nacer en cautiverio hace 41 años siguen desaparecidos”, reza el texto que acompaña la fotografía de las víctimas de ese centro clandestino.

Macri pidió a los diputados y senadores en la Asamblea que aprueben esa ley. La idea alegró a Elisa Carrió que dijo que le “encantó” la idea.

Para la ex legisladora Gabriela Alegre y titular de Buena Memoria la omisión de la información de que en esa guarnición funcionó un centro clandestino «es una provocación a los organismos de derechos humanos, porque como mensaje a nuestro país no puede obviar hablar de eso», opinó en declaraciones periodísticas.