Los episodios de violencia registrados en las últimas 48 horas en Ecuador, con ataques y atentados en calles, cárceles, universidades y un canal de televisión, dejaron 13 muertos, informó la Policía, horas después de la declaración por parte del Gobierno nacional de «conflicto armado interno», una medida que permite la movilización total de las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional.

Los atentados y actos terroristas del 9-E se registraron en Guayaquil y Nobol, especialmente, según los datos preliminares. Hay 41 detenidos, que será acusados de terrorismo por la Fiscalía de Ecuador.

Sin embargo el Gobierno aún no contabiliza todas las acciones delincuenciales dadas este martes en Ecuador, para ofrecer cifras más concretas de los atentados terroristas del 9-E.

Los atentados y ataques armados que realizaron bandas delincuencias fueron tras la declaratoria del estado de excepción que decretó el Presidente Daniel Noboa y la fuga de Adolfo Macías, alias “Fito”, supuesto cabecilla de “Los Choneros“.

En total se han dado 29 ataques a edificaciones, entre ellas cinco hospitales en Guayaquil y el canal TC Televisión, que fueron tomados por los terroristas.

Los hospitales Luis Vernaza, Teodoro Maldonado, del Niño, Guayaquil y Ceibos fueron también atacados por los delincuentes.

Además el Cuerpo de Bomberos de Tenguel, UPC del Suburbio, Universidad Estatal, entidades bancarias y varios comercios.

En Guayaquil se registraron once muertos, todos civiles, y en Nobol dos fallecidos, ambos policías.

Los agentes fueron asesinados por supuestos integrantes de la banda “Los Lobos“, quienes grabaron el ataque.

Además se registran tres personas heridas, entre ellas una estudiante.

La noche de este martes, tres personas fueron quemadas dentro de un vehículo en la cooperativa de vivienda 22 de Abril de la Isla Trinitaria.

41 supuestos terroristas detenidos en las últimas horas en Ecuador

En los ataques del 9-E también hubo catorce detenidos en Guayaquil, trece de ellos en el ataque terrorista en el canal TC Televisión.

La Policía informó que además que en Huaquillas hubo un detenido por detonar un artefacto explosivo en un cuartel policial. Le incautaron un fusil, dos pistolas y dos subametralladoras.

En Machala, la Armada de Ecuador capturó a diez delincuentes y rescataron con vida a tres policías que estaban secuestrados por una banda delincuencial.

Otros cuatro delincuentes también fueron capturados en El Oro por estar involucrados en actos de terrorismo.

En Esmeraldas la Policía capturó a doce delincuentes por ser los responsables de los últimos atentados registrados en esa provincia. Se les incautó quince bombas molotov.

Tras los atentados el gobierno declaró a Ecuador en conflicto armado interno e identificó a 22 bandas de delincuentes como objetivo militar.

“A partir de este momento, todo grupo terrorista identificado en el Decreto 111 se ha convertido en un objetivo militar. El presente y el futuro de nuestra patria está en juego”, señaló Jaime Vela, Jefe del Comando Conjunto de las FFAA.

En noviembre del 2022 ya pasó algo similar en Ecuador, tras la declaratoria del estado de excepción que hizo el expresidente Guillermo Lasso. La serie de atentados del 1-N (1 de noviembre), dejaron más de cinco policías asesinados.

Noboa declara conflicto armado interno

El presidente Daniel Noboa reformó el decreto de estado de excepción y decretó el reconocer la presencia de un conflicto armado interno.

El presidente Daniel Noboa emitió, este 9 de enero de 2024, un decreto ejecutivo el que reforma el estado de excepción vigente y reconoce la existencia de un conflicto armado interno. Por ello, dispone la movilización e intervención inmediata de las Fuerzas Armadas y la Policía en el territorio nacional.

Contexto

Ubicado en medio de Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, Ecuador pasó de ser una isla de paz a un fortín de guerra del narco. El 2023 cerró con más de 7.800 homicidios y 220 toneladas de droga incautadas, nuevos récords en la nación de 17 millones de habitantes.

Desde 2021 los choques entre presos han dejado más de 460 muertos. Además, los homicidios en las calles entre 2018 y 2023 crecieron en casi 800%, al pasar de seis a 46 por cada 100.000 habitantes.