El gobierno desregulador se topó con un límite. Al menos, por ahora. La Justicia frenó la posibilidad de vender antiácidos y analgésicos fuera de las farmacias al dejar sin efecto artículos del DNU 70/2023. El fallo respondió a una denuncia de cámaras farmacéuticas, que advertían sobre los riesgos de la mercantilización del sistema sanitario.
La decisión fue tomada por la Cámara Contencioso Administrativo Federal, que ordenó suspender varios artículos del DNU 70/2023 y sus resoluciones asociadas, haciendo lugar a una medida cautelar impulsada por la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) y la Federación Farmacéutica (FEFARA).
Así, la comercialización de analgésicos y antiácidos en locales comerciales no habilitados como farmacias quedó prohibida hasta que se resuelva el fondo de la cuestión con una sentencia definitiva.
⚖Fallo judicial en defensa del modelo sanitario de farmacia⚕️
— COFA (@COFAorgar) April 24, 2025
👉 La Cámara Contencioso Administrativo Federal suspendió cautelarmente 10 artículos del DNU 70/2023 que afectaban la actividad farmacéutica y el acceso seguro a los medicamentos. pic.twitter.com/MoWhrsTrBA
Tutela del derecho a la salud
Un fallo de primera instancia le había dado la razón al Gobierno, cuando el juez Santiago Carillo rechazó la cautelar y mantuvo la posibilidad de que se vendieran esos medicamentos por fuera de las farmacias. Sin embargo, la Sala I del tribunal de apelaciones argumentó que “es justamente el interés público (artículo 13, inciso D de la ley 26.854) el que queda debidamente resguardado puesto que, la concesión de la medida cautelar tiende simultáneamente a tutelar los derechos de la parte actora relativos al ejercicio de la profesión y, especialmente, a garantizar la tutela del derecho a la salud de la población”.
La Cámara alertó sobre las consecuencias de permitir que se expendan remedios sin el correspondiente control: “No puede soslayarse entonces los evidentes efectos adversos que podría provocar la aplicación de las previsiones contenidas en el DNU que fueron impugnadas, especialmente en lo que se refiere a la dispensación de medicamentos, aún cuando sean de venta libre, sin el debido control”.
En este nuevo fallo –con la firma de las juezas Clara Do Pico, Liliana Heiland y el juez Rodolfo Eduardo Facio- la Cámara dispuso la suspensión de los artículos 313, 314, 315, 316, 317, 319, 320, 321, 323 y 324 del DNU 70/2023, así como de todas las resoluciones que se dictaron para su implementación.
Una mala noticia para el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien en abril del año pasado celebraba: La agenda desreguladora de Javier Milei sigue avanzando (…) Se autorizó a las farmacias para la venta online y la entrega de medicamentos en domicilio. Esto redundará en mayor competencia y menores precios, además de la obvia comodidad para los usuarios productos farmacéuticos”.
La agenda desreguladora de @JMilei sigue avanzando. Comento en este breve hilo un par de novedades de esta semana en vuelos y farmacias, ambas posibilitadas por el DNU 70-23.
— Fede Sturzenegger (@fedesturze) April 24, 2024
Mercado negro y falsificaciones
A fines del año pasado, tras la medida fomentada por Sturzenegger, el presidente de COFA, Ricardo Pesenti, decía a Tiempo: “Si no hay fiscalización se abre la posibilidad de que aparezca el mercado negro de falsificaciones. En los ’90 la situación terminó con la mafia de los medicamentos, el ‘caso efedrina’. Hay un montón de ejemplos (…) Hoy lo que se ve en lugares con mucha circulación de droga es que los medicamentos de venta libre están usándose para cortar droga. En Córdoba por ejemplo. Se está investigando”.
“Un medicamento es un producto químico con implicancias de control de temperatura y humedad. Si está al rayo del sol nadie puede garantizar que no se alteró. El Gobierno había especificado que si un establecimiento quería vender analgésicos y antiácidos debía tener ciertos recaudos, pero en este último decreto lo sacaron, con el supuesto fin de dar accesibilidad y bajar precios. Pero los precios los pone el fabricante, no las farmacias. Y la accesibilidad está garantizada con las farmacias de turno, por lo que no vemos la necesidad”, cuestionaba en su momento Pesenti.
Además, advertía sobre los riesgos de circulación de medicamentos falsificados por fuera del circuito de farmacovigilancia: “Cuando hay una detección de algún problema dentro del sector, tenemos un sistema de alertas porque las farmacias somos efectores periféricos de farmacovigilancia. Si está dentro del canal farmacéutico, en 48 horas se retira todo. En cambio si hay algo falsificado y está en otro lado, ¿cómo se entera la gente?”.