Un nutrido grupo de hombres de negro llegó el martes sorpresivamente a la sede de Alem 246 del Archivo General de la Nación (AGN). Recorrieron el edificio, pidieron llaves para abrir oficinas y depósitos vacíos, colocaron fajas de clausura en esos espacios y anunciaron que próximamente comenzarán las obras para su instalación allí. Pese a que no hubo comunicación oficial, se confirma el rumor que circulaba desde hace tiempo entre el personal: que el nuevo destino del viejo inmueble será para la Secretaría de Inteligencia de Estado (Side). Cuyos fondos reservados el Gobierno amplió por tercera vez este mes.

Todo esto, mientras la mudanza a la nueva sede de Parque Patricios aún está inconclusa. Para qué quiere la Side esa sede, por qué el apuro, cuánto dinero requerirá la reforma para su instalación, qué pasará con los archivos que resta mudar y con el personal que trabaja sobre ellos forman parte de los interrogantes.

La información sobre la llegada de la Side al edificio del AGN no sólo tenía forma de rumor. Desde enero de este año el tema figuraba en un documento oficial: una ficha técnica del inmueble, emitida por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) donde se consignaban datos catastrales del edificio y una observación general: “La Secretaría de Inteligencia del Estado solicita los pisos 6, 7, 8 y 9 y azotea de un inmueble ubicado en Avenida Leandro Alem 246, Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

“No, ese edificio no se va a usar para eso”, dijeron a este diario desde la Jefatura de Gabinete de Ministros, de la que depende el AGN, sin explicar el porqué de ese documento de la AABE. “No hay nueva información por el momento”, fue la respuesta tras la visita de los hombres de negro.
En marzo de este año, autoridades del AGN habían aludido a un plazo estimado de seis meses para completar el traslado del archivo, motivado por una solicitud de “Javier”. Ese fue el mensaje que recibieron trabajadores en Alem. “La falta de claridad en los plazos, la escasez de recursos básicos, el deterioro acelerado del edificio y la falta de un destino definido para material bibliográfico y personal de la biblioteca dificultan seriamente una mudanza de esta magnitud”, dijeron a este diario.

Una mudanza inconclusa

El AGN cuenta con tres sedes principales en CABA. Además de la de Alem 246 (San Nicolás), otra en Paseo Colón 1093 (San Telmo) y la más nueva, en Rondeau 2277 (Parque Patricios). La de Alem, adquirida en 1942, fue construida originalmente para el Banco Hipotecario Nacional. Aún conserva vitrales con las iniciales del banco y otros rasgos de entonces como pesadas puertas de hierro.

En 2020 comenzó la mudanza de los archivos de esa sede a la de Rondeau, un nuevo edificio, especialmente diseñado. Desde entonces y hasta 2023 hubo convenios con el Ejército para el traslado de documentación. Hoy, el proceso es continuado por personal del AGN y equipos de apoyo.

Gran parte del inmenso archivo ya está en Parque Patricios, pero otro tanto aún queda en Alem. Incluyendo la Biblioteca del AGN, especializada en historia argentina y americana. Fundada en 1821, cuenta con más de 100.000 volúmenes y una hemeroteca con publicaciones del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.

“El traslado de esta biblioteca, con 2672,50 metros lineales de documentación y que en 2024 atendió 300 consultas de usuarios diversos, requiere una planificación rigurosa que garantice la seguridad del personal, la conservación del material y el mantenimiento del acceso público”, plantearon desde el personal. Sin embargo, mientras avanza el desembarco de los hombres de negro, el material pendiente no tiene plazos para su traslado, ni lugar definido de destino, ni mantenimiento correcto para su resguardo.

De hecho, con la última gran tormenta se agrandó la filtración en la sala que alberga el Fondo Celesia, que tuvo que ser mudado a otro depósito que ya había sido vaciado en una etapa previa de la mudanza. Además de las filtraciones, en el último tiempo otros problemas de falta de mantenimiento que afectaron el trabajo en pleno proceso de traslado fueron la falta de agua y la rotura de ascensores.

Milei y los archivos

El apuro por completar la mudanza en condiciones que están lejos de ser las propicias coincidió con varios anuncios del gobierno de Javier Milei sobre archivos emblemáticos para el país. El 29 de abril la Jefatura de Gabinete publicó que “el Archivo General de la Nación hizo públicos documentos desclasificados sobre actividades nazis en Argentina y decretos presidenciales secretos. Gracias a un extenso trabajo de restauración y digitalización, ahora podés acceder a más de 1850 informes y casi 1300 decretos clasificados”.

A mediados de mayo, la asociación civil Archivistas en la Función Pública Argentina (AFPA) publicó un comunicado para difundir qué hay de cierto en esos anuncios. “La documentación en poder del AGN que la Jefatura de Gabinete dice haber hecho pública y que los medios de comunicación mencionan como desclasificada está al acceso público desde 1992 y 2012”, afirmaron.

Detallaron además una larga lista de falsedades en los anuncios del Ejecutivo: “Es falso que ‘Por decisión del presidente Javier Milei, el AGN puso a disposición una serie de documentos desclasificados que incluyen información sobre operaciones nazis en Argentina’. Es falso que ‘Tras realizarse el pedido, el AGN realizó un proceso de restauración, digitalización y descripción documental que ahora está dispuesta para ser consultada de manera libre en su página web’. La digitalización se hizo hace varios años. Es falso que ‘esta misma solo podía consultarse en una sala del Archivo General de la Nación especialmente habilitada’. La documentación estaba disponible para la consulta como cualquier otra documentación preservada por el AGN”.

En el comunicado, AFPA apuntó a la “la paradoja del desmantelamiento: apropiarse de lo que se está destruyendo”, en cuanto “el mismo gobierno que está cerrando los espacios de memoria, que está expulsando a sus trabajadores/as y que está dejando a los archivos en situación de total abandono (…) Mientras amenazan con fusionar instituciones con competencias totalmente diferentes (como archivos con bibliotecas o archivos generales con institucionales) porque no llegan a comprender las diferencias entre unas y otras, lanzan como ‘noticia’ un trabajo realizado hace años y que insumió mucho tiempo de realización.”

Menos presupuesto

Otro anuncio rimbombante de la actual gestión relacionado con archivos fue el 24 de marzo, cuando el vocero presidencial Manuel Adorni informó que se desclasificarían archivos sobre el accionar de las Fuerzas Armadas durante la última dictadura. Y que ello implicaría el traspaso de los archivos desde la Side al AGN.

Lo cierto es que esa desclasificación fue dispuesta por el Decreto 4/2010 durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, aunque según Adorni “nunca fue implementado completamente”. Además, en 2021 se había conformado una mesa conjunta sobre el tema, mediante la Resolución 467/2021.

Más allá del no-anuncio, desde AFPA indicaron por entonces que “la voluntad política de continuar abriendo archivos debe traducirse en asignación de recursos económicos y profesionales capacitadas/os en la disciplina”.

Por el contrario, el presupuesto del AGN viene en caída. Según datos analizados por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) ante la consulta de Chequeado, desde 2024 hubo una marcada baja en los recursos asignados. Así, según consignó ese medio, “con un promedio mensual de $173,12 millones y una ejecución anual de $2077,44 millones (valores ajustados a precios de febrero 2025), el presupuesto de 2024 sufrió una reducción del 53% respecto al año anterior. Esta tendencia descendente se intensificó en el primer trimestre de 2025, donde el promedio mensual disminuyó a $147,28 millones, con una ejecución de $441,84 millones hasta el momento, representando el nivel más bajo de gasto desde 2018”.

El presupuesto que sí sube es el de la Side. La gestión de Milei reasignó $25.250 millones al organismo de inteligencia, de los cuales $8 mil millones son fondos reservados. Se trata de la tercera ampliación presupuestaria para la Side desde diciembre de 2023 y el total para 2025 llega así a $80 mil millones. Casi el 20% destinado a fondos reservados, cuyo uso no es información pública.