La camiseta oficial de la Federación Argentina de Ajedrez no era la misma para los chicos que para las chicas. Eso denunció en 2019 Claudia Amura en nombre de las Damas Olímpicas –nombre del Equipo Olímpico Femenino de Ajedrez argentino–. El trato que recibían por parte de los dirigentes era desigual en relación a los hombres. Y así se lo hicieron saber al Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).

«A diferencia de los chicos, nosotras no fuimos consultadas sobre quién sería nuestro entrenador, de la misma manera nos informaron que no tenían prevista una distribución para viáticos. Algunas de nosotras viajamos antes a Europa para competir y entrenar y la diferencia de dinero por ese pasaje, que tuvimos que sacar en una agencia establecida por FADA, salió de nuestro bolsillo», fueron algunos de los reclamos que presentaron las ajedrecistas bajo el nombre de Amura. El dictamen del INADI fue contundente: la conducta denunciada encuadra como conducta discriminatoria.

Desde su creación en 1995, pero sobre todo en los últimos años con la lucha feminista, el INADI acompañó la lucha contra la discriminación de género en el deporte. Y el derecho al juego de mujeres y diversidades fue parte de sus políticas.

El 22 de febrero, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció su eliminación -a pesar de que aún no se encuentra publicada en el Boletín Oficial– y el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona –un hombre ligado al deporte como abogado de varios futbolistas, de clubes como River y Newells, y asesor legal de Racing– anunció desde su cuenta de X que las funciones que cumplía el INADI se llevarán a cabo a través de su cartera.

El deporte y el INADI

¿Qué se pierde con la eliminación del INADI en el deporte? La presencia simbólica de un organismo que asesoró, denunció y acompañó la discriminación estructural hacia mujeres atletas y deportistas de la comunidad LGBTI.

La Liga Regional de fútbol de Coronel Suárez se negó en 2019 a incorporar a Emma –de 12 años– porque sólo admitía varones. Sus padres presentaron una denuncia ante el INADI por discriminación. «No puede haber un reglamento sobre el derecho de una niña a jugar el deporte que tanto ama», reclamaba su madre, Soraya Ciacchia. Otra vez, el INADI falló. Conducta discriminatoria por parte de la Liga, dijeron.

Foto: INADI

Del fútbol al hockey. En 2016, Jessica Millamán denunció que la Federación Argentina de Hockey no le permitía federarse por ser una jugadora trans. El INADI intervino y concluyó que «tanto el tratamiento como hombre de la denunciante por parte de la CAH, la exigencia de un DNI readecuado, y una intervención quirúrgica no resultan respetuosos de la identidad de género». El resultado: la Justicia falló a su favor. «No quiero que vuelva a pasar esto más. Los derechos no se negocian», dijo Millamán.

Hay más. Mara Gómez debutó en 2020 con la camiseta de Villa San Carlos y se convirtió en la primera jugadora trans en la historia de la Primera División femenina de Argentina. Durante su reclamo, el INADI la acompañó, asesoró y se pronunció: «Dicha decisión es discriminatoria y arbitraria. Mara cumple con los requisitos de FIFA (nivel de hormonas y caracteres sexuales secundarios). Además, la AFA debe respetar y cumplir la Ley de Identidad de Género sancionada en 2012, la cual consagró el derecho de las personas trans a ser reconocidas y tratadas según su identidad autopercibida».

Javier Milei aún no se pronunció verbalmente sobre el deporte femenino. Sus políticas, sí. Como tiempo atrás lo hizo el ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Durante su gobierno, la inversión estatal en el fútbol femenino cayó un 45% respecto a años anteriores. «El fútbol femenino todavía no es una realidad en Brasil. Lo que gana Neymar al año es lo que todos los equipos de Brasil ganan en una temporada. ¿Cómo le van a pagar a Marta el mismo sueldo que a Neymar?», dijo Bolsonaro en 2021, luego de que la Federación brasileña  anunciara la igualdad salarial para las jugadoras y los jugadores que representen al seleccionado en torneos internacionales.

Marta, seis veces elegida por la FIFA como la mejor jugadora del mundo y única mujer que tiene las huellas de sus pies impresas en el Maracaná, no se quedó callada. En un posteo, sin mencionar nombres, respondió: «Algunos serán recordados como los mejores de la historia, mientras que otros…».

El deporte inspira. Y durante los últimos años, con el INADI a la par, abrió también caminos e igualó un poco más la cancha. Mariana Casas es abogada y referente de la lucha por la identidad sexual. En 2019, se convirtió en la primera motociclista mujer trans de la Argentina. Durante el último gobierno, fue asesora legal en el INADI y luchó para que «la igualdad legal se convierta en igualdad real» ya que de otro modo «es solo una ilusión». Y el desafío para los próximos años es ése: que no todo quede en una vieja ilusión.