La industria y la construcción tuvieron fuertes caídas en el tercer mes del año: la producción manufacturera bajó 4,5% respecto a febrero, mientras que las obras sufrieron una contracción del 4,1% en la misma comparación.
Los datos del Indec indicaron que, en contraste con la variación mensual desestacionalizada, en la medición interanual la industria creció 5,2% y la construcción subió 15,8%. Claro, la base de comparación –marzo de 2024– fue uno de los meses con peor desempeño del año pasado.
Desde el gobierno se intentó explicar las caídas en estos dos motores de la economía a una serie de cuestiones coyunturales, como el exceso de lluvias, la turbulencia financiera previa al préstamo del FMI y una menor cantidad de días hábiles.
Para la consultora que dirige el economista Orlando Ferreres, la caída de la industria estuvo relacionada con el contexto de incertidumbre que primó durante marzo y los primeros días de abril en el plano local y el internacional, reflejada en la aceleración de la inflación y el incremento de la brecha cambiaria.
Si bien en el acumulado del primer trimestre la industria produjo más que en el mismo período de 2024, la comparación con 2023 dio una fuerte contracción de casi 10 por ciento.
Para el caso de la construcción, los datos del Grupo Construya para abril (crecimiento del 25,8%) abrió una luz de esperanza de una posible recuperación a lo largo de 2025.