Parece increíble: Mafalda, la nena más famosa de Argentina, cumple hoy 62 años. Siempre joven, siempre adulta. En 1964 aparecía por primera vez en Primera Plana con su mirada fresca y desprejuiciada del mundo. Tenía, es cierto, un extraño encanto infantil, como si la poca experiencia vital la hiciera mucho más inteligente. Pero con las preocupaciones y la perspectiva crítica de quien ya vivió mucho.

La tira de Joaquín “Quino” Lavado hacía reír, pero sin dejar de generar algún grado de nerviosismo. «No tiene importancia lo que yo pienso de Mafalda”, dijo alguna vez Julio Cortázar, “lo importante es lo que Mafalda piensa de mí».

Fiel a la naturaleza de las dudas existenciales que la inquietaban, y como si no pudiera ser de otra manera, la edad exacta de Mafalda es un tema controvertido. “Nació dos veces”, decía Quino.

Hay una biografía que fecha su nacimiento el 15 de marzo de 1962, en sintonía con los primeros años de la década; en esta nena melenuda se agitaban pensamientos, ilusiones y conflictos de la clase media de la época. “Mi período de mayor optimismo fue en los años 60”, dijo Quino, “cuando parecía que el mundo iba a cambiar para bien”. Entonces esa, podríamos decir, es la edad del personaje: sesenta y dos.

Coincide con el germen de la idea. La anécdota es conocida. Cuenta Quino que un día su amigo Miguel Brascó, humorista y escritor, le propuso un trabajo: una publicidad, en forma de tira diaria, que se publicaría en los medios para promocionar la marca de electrodomésticos Mansfield, de la empresa Siam Di Tella.

La condición era que aparecieran los productos de la firma y que el nombre de los personajes empezaran con la letra “M”.

Mafalda y sus dos nacimientos

“Mafalda”, pensó Lavado, inspirado en la nena de Dar la cara, el film de José Martinez Suarez, basado en la novela del mismo nombre de David Viñas. La trampa: la marca quería que la historieta fuera una publicidad encubierta. En Clarín descubrieron el engaño y decidieron no publicarla. Corría el año 1962.

Dos años después, el 29 de septiembre de 1964, se produce otro nacimiento: el de la tira diaria, con la primera publicación en Primera Plana, acontecimiento que este año celebra los sesenta. Dicen que Quino prefería esta fecha para conmemorar el cumpleaños del personaje. Es decir, Lavado terminó fechando el cumpleaños de Mafalda después de la idea de Mafalda.

La historieta se publicó luego en el diario El Mundo y en la revista Siete Días Ilustrados durante una década y se convirtió en un éxito internacional que se tradujo a más de treinta idiomas.

En 1992, Gabriel García Márquez inventó un término para referirse a Mafalda: “Quino, con cada uno de sus libros, lleva ya muchos años demostrándonos que los niños son los depositarios de la sabiduría. Lo malo para el mundo es que a medida que crecen van perdiendo el uso de la razón, se les olvida en la escuela lo que sabían al nacer, se casan sin amor, trabajan por dinero, se cepillan los dientes, se cortan las uñas, y al final –convertidos en adultos miserables– no se ahogan en un vaso de agua sino en un plato de sopa».

Y agregó; «Comprobar esto en cada libro de Quino es lo que más se parece a la felicidad: la quinoterapia”, afirmó el escritor en un texto que se incluyó en Todo Mafalda (Editorial Lumen) a manera de prólogo.

Foto: AFP

A partir de 1965, empezaron a aparecer otros personajes en la tira: Felipe, Susanita, Manolito, Guille y Libertad, además de los padres de Mafalda. “La nena y sus amigos establecieron una complicidad inédita con lectores avisados, cómplices en un juego con código propio: la historieta con chicos que no es para chicos porque habla (también) de otra cosa”, escribió Juan Sasturain para este diario.

Foto: Télam

Algunos de los temas: el feminismo, la ecología, la educación, la televisión, la maldita sopa, las guerras, la paz y los libros, todo bajo una mirada desacostumbrada y desde un lugar lateral de la actualidad. Mafalda se opuso al autoritarismo, la censura y el ciclo de dictaduras iniciado después del golpe de Estado de Juan Carlos Onganía, en junio de 1966. “Basta de censu”, lee Mafalda nena en un paredón. “O se le acabó la pintu, o no pu termi por razo que son del domin publ”, piensa en la última viñeta. La tira dejó de publicarse el 25 de junio de 1973.

“Es como si durante una década hubiese pedido la palabra, con Mafalda, y el elocuente Quino dijera entre 1964 y 1973 todo lo que tenía que decir. Y después se volvió a callar. Acaso porque sobraban o faltaban las palabras para nombrar o comentar lo que se venía”, escribió Sasturain. Quino dijo en varias ocasiones que por sus opiniones y su actitud rebelde, Mafalda hubiera sido una desaparecida más de la dictadura militar. Por supuesto, es más bello pensar en otros destinos para la nena más famosa de Argentina. El de hoy la encuentra cumpliendo sesenta y dos años.