Valentina tiene cinco años y vive en la segunda sección del Delta de San Fernando, en Arroyo Rico y Canal De la Serna. Hoy se cumple un mes desde que en su casa se cortó la luz. Fue durante la madrugada del 17 de diciembre, cuando un fuerte temporal azotó a gran parte de la provincia de Buenos Aires y dejó a oscuras al Delta. En algunas viviendas, como la de Valentina, la luz nunca volvió. Todos los días, la nena pregunta: “Mami, ¿nos vamos a quedar sin luz para siempre?”

“Ella está dentro de todo bien, pero es triste. Ya un mes. Y nadie vino a ver en todo el mes”, lamenta Belén Carrizo, mamá de la niña. La mujer se cansó de hacer reclamos a Edenor y al ENRE. Y vio pasar las cuadrillas que devolvieron la luz incluso a viviendas cercanas. Sobre Arroyo Rico, nada.

“Nunca tuvimos respuestas de nada ni se acercaron a mirar nada. Es como si fuera que nos dejaron tirados. Hay muchas personas mayores en este arroyo. Es desesperante”, describe cuando trata de contar cómo es la vida cotidiana cuando la luz lleva un mes cortada.

Casi 200 litros de nafta

Durante los primeros días y semanas sin suministro eléctrico, Belén agradecía estar entre la minoría con grupo electrógeno propio. Con el paso del tiempo, el ‘privilegio’ dejó de serlo. “En un mes llevamos casi 200 litros de nafta gastados. Es una tristeza, ya no podemos seguir gastando más. Tuvimos que tirar algunos alimentos por la falta de frío porque el grupo que tenemos no lo podíamos dejar tanto tiempo prendido por el gasto y hubo cosas que se echaron a perder. Hoy ya no podemos tener los alimentos en frío ni agua fría”.

El gasto de la nafta y la comida perdida no se compensa con más trabajo. Al contrario. Belén se dedica a hacer diseños personalizados para decorar fiestas de cumpleaños. Sin electricidad, no trabaja. Su marido mantiene su empleo, parcialmente: “Hace aparte algunas changas de arreglar embarcaciones, pero no las puede hacer por falta de luz”.

Belén cuenta que donde está su casa no quedaron gran cantidad de árboles caídos tras el temporal, como pasó en otros puntos del Arroyo Rico. Tampoco es difícil el acceso, asegura. “No pasan porque no quieren”, se indigna. “Pasan (las cuadrillas) por acá cerca, no les cuesta nada hacer dos pasos más y mirar si por lo menos pueden dar la luz a este trayecto. Da mucha bronca. Nadie nos va a devolver nada de este mes sin luz”.

Más de mil familias sin luz en el Delta

Según los datos públicos del ENRE a primera hora de este miércoles, había unas 700 viviendas sin luz en las secciones segunda y tercera del Delta de San Fernando, y más de 370 en la primera del Delta de Tigre. Más de mil familias sin luz. Algunas, como la de Belén y Valentina, sin luz desde la tormenta de hace un mes. Lo mismo viven isleños e isleñas de arroyos como Felicaria, Luciano, Tiburón y Esperita, entre otros.

Este martes, vecinos y vecinas del Delta marcharon a la sede de la empresa, en San Fernando, para exigir la “restauración del servicio” en su totalidad y un plan de obras definitivo. “No merecemos vivir sin luz”, exclamaron los casi cien manifestantes. Por la lluvia y la crecida del río, fueron muchos quienes no pudieron llegar.

“No hay señal ni internet y nadie hizo un recorrido para ver cómo están muchos vecinos”, dijo durante la manifestación Marisa Negri, de la segunda sección del Delta de San Fernando. Alertó que lo más preocupante es la incomunicación y que se desconoce en qué estado están las familias de la zona más alejada del continente.

“Remojamos cosas en el río y como tampoco tenemos agua, hay que ir hasta el muelle a buscar un balde de agua para el baño o la cocina. No podemos usar la heladera ni prender un ventilador. No nos merecemos vivir así”, lamentó la mujer.

El isleño Daniel Bracamonte dijo a Télam tras la reunión que Edenor aseguró que para este fin de semana estaría restablecido el servicio en la primera sección. Para el lunes próximo, prometieron, volvería en la segunda y tercera. Pero “quedarán casos puntuales por resolver”, admitieron.

El próximo viernes será la audiencia convocada por la Provincia de Buenos Aires en la Dirección Provincial de Islas para pedir informes, precisiones y plazos concretos a Edenor. Participarán representantes vecinales, así como autoridades municipales y provinciales.