A menos de 24 horas del inicio de la sesión que el oficialismo convocó para tratar la reducida ley ómnibus, crece la incertidumbre frente a su aprobación luego de que el presidente Javier Milei detonara las negociaciones que Guillermo Francos y José Rinaldi encabezaron con los sectores dialoguistas el lunes por la tarde.

El conflicto inició media hora después de que el ministro del Interior y el vicejefe de Gabinete abandonaran el edificio del Consejo Federal de Inversiones, donde diez gobernadores y un puñado de diputados discutían sobre su posicionamiento sobre la ley. En la cumbre, que duró poco más de media hora, Francos accedió a coparticipar el 30% del impuesto PAÍS  -que en diciembre aumentó de 7.5% a 17,5%- a cambio de la aprobación de la ley.

Después de que su ministro estrechara las manos con los nuevos aliados, el presidente retuiteó un posteo del ex senador nacional, Joaquín de la Torre, quien calificó a los legisladores dialoguistas como el «bloque extorsión», lo que hizo volar por los aires la paciencia de los dueños del quórum.

Foto: Alejandro Pagni / AFP

Enojos y pañuelos blancos

En la mañana del martes, el diputado nacional Nicolás Massot criticó la postura del presidente frente a las negociaciones y advirtió que el oficialismo continúa con un discurso de campaña con el que apuesta “construir un enemigo” para “crear legitimidad en el conflicto». Notablemente molesto con los modos de la negociación, el alfil de Emilio Monzó puso en duda la ejecución de la sesión convocada para las 10 de la mañana de este miércoles. “Estamos interpretando si el gobierno quiere legitimar sus votos o si ya quemó sus papeles”, advirtió.

En la misma postura se mantuvo el cordobés Juan Brügge, quien se sumó a las críticas de su par bonaerense y advirtió que «después tantas idas y vueltas creo que se perdió el tiempo en las negociaciones. Queríamos avanzar en una propuesta que les diera las herramientas al gobierno pero así no se puede».

Emilio Monzó, Nicolás Massot y Miguel Ángel Pichetto
Foto: Télam

La repercusión de los dichos fueron tales, que el líder de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, debió salir a bajar el tono de la disputa para evitar una escalada mayor del conflicto. El líder peronista sostuvo que el Congreso debe “hacer el esfuerzo para sacar esta ley” para que el gobierno pueda tener “los instrumentos que son importantes en el ideario del presidente».

En la misma línea, el diputado envió un nuevo guiño al Ejecutivo y evitó confrontarlo. “No voy a hablar del presidente, tengo cuidado con su figura”, se justificó, al tiempo que le recomendó a Javier Milei que evite extender las disputas con quienes están dispuestos a ayudarlo. «Cuanto más rápido encuentre sintonía con los gobernadores y el Congreso va a ser mucho mejor para él. La política se trata siempre de acuerdos», dijo en modo conciliador.

El mismo gesto tuvo para con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien encabezó las negociaciones en el Congreso durante las últimas semanas. “Hay diálogo para ordenar la sesión, ha hecho un gran esfuerzo», sostuvo el legislador con un guiño amistoso para otros de los negociadores que el propio Milei dejó sin poder.

Martín Menem y Guillermo Francos

Mientras Pichetto agitaba el pañuelo blanco, desde Casa Rosada el vocero presidencial Manuel Adorni volvió a negar la discusión sobre el impuesto PAÍS. En su ya habitual conferencia de prensa, el portavoz advirtió que “no solo no se habló en la reunión sino que no está en discusión. La propia oficina del presidente sacó un comunicado ayer. Esas fueron versiones que por alguna misteriosa razón llegaron a los medios pero revisten de total falsedad. Jamás se puso en discusión la coparticipación del impuesto”.

Reunionismo permanente

Con estos dichos, el gobierno vuelve a abrir una puerta de confrontación con los sectores que tienen en sus manos la aprobación de la ley. Puertas adentro, los integrantes de los bloques dialoguistas no ocultan su descontento con el doble discurso que pregona el Ejecutivo, quien empodera a sus negociadores por un lado y los legitima por el otro en una indefinición inédita.

En la tarde del martes, el bloque Hacemos Coalición Federal integrado por ex Juntos por el Cambio, la Coalición Cívica, el cordobesismo y el socialismo llevará adelante una nueva reunión para definir las postura de cara a una sesión que promete ser maratónica. Si bien hasta el momento la decisión mayoritaria es que haya tratamiento en el recinto, bancas provinciales adelantaron a Tiempo que no descartan que la misma pueda posponerse hasta tanto se llegue a un acuerdo concreto de todas las partes involucradas.