Heinrich Schliemann (1822-1869), quien soñó de niño con descubrir la ciudad de Troya descripta en la Ilíada y en la adultez cumplió su sueño, se sentiría emocionado.  En la ciudad que fue arrasada por la lava del Vesubio, Pompeya,  se descubrieron frescos imponentes alusivos a la gran contienda narrada por Homero en la Ilíada, la Guerra de Troya.

Foto: Ministerio de Cultura de Italia

A partir del descubrimiento, Pompeya ofrece entre sus ruinas un nuevo y fascinante documento histórico. El fresco descubierto está ubicado en la que fuera  una sala de banquetes de dimensiones enormes, 15 metros por 6.  Está decorada con temas mitológicos pintados sobre un fondo negro con mosaicos.

Los héroes y las deidades que se encontraron en esa sala de Pompeya aluden al heroísmo que pusieron en juego durante la Guerra de Troya desatada a causa de la mujer más bella del mundo, Helena, hija de Zeus y Leda, esposa de Menelao raptada por Paris.

Paris, el secuestrador de Helena era troyano. Menelao se encontraba en Creta cuando su esposa fue raptada. Fue así que se desató la guerra .

Foto: Ministerio de Cultura de Italia

Los frescos también aluden al destino y a las formas en que los seres humanos pueden cambiarlo, según informa France Press.

Por supuesto, entre los personajes de los magníficos frescos encontrados en Pompeya figuran Helena y Paris, también Casandra, hermana de Paris, y el dios Apolo que tiene el don de ver el futuro que se avecina.

Por eso, es él quien advierte a sus compañeros que el caballo de madera que regalan los griegos, conocido hasta nuestros días como el caballo de Troya,  los llevará a la perdición. Pero sus advertencias no fueron escuchadas y es así que se desata la Guerra evocada en los frescos descubiertos en Pompeya.

La dirección del yacimiento arqueológico informa  que  “La presencia frecuente de figuras mitológicas sobre los frescos en las habitaciones de recepción de las casas romanas tenía precisamente la función social de entretener a los invitados y comensales, proporcionando temas de conversación y reflexión sobre el sentido de la existencia”.

Foto: Ministerio de Cultura de Italia

Pompeya: algo más sobre los frescos

Las paredes de la gran sala pompeyana están pintadas de negro. De este modo se evitaba que se vieran las huellas de humo que dejaban las lámparas de aceite.

Según se informa “allí los comensales se reunían para celebrar banquetes después de la puesta del sol y la luz de esas lámparas  daba la impresión de que las figuras pintadas se movían, sobre todo después de algunas copas de buen vino”, señala el director del yacimiento arqueológico, el alemán Gabriel Zuchtriegel.

Y agrega: “Hoy, Helena y Paris somos todos nosotros: todos los días podemos elegir si cuidar solo de nuestra vida íntima o investigar cómo nuestra vida se entrelaza con la gran historia»,

Por su parte, el ministro de Cultura Gennaro Sangiuliano expresó: ”Pompeya nunca deja de sorprenernos porque cada vez que cavamos  encontramos algo bello y significativo”.

Pompeya fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es el segundo espacio turístico de Italia después del  Coliseo romano.

De las 22 hectáreas que ocupa el predio, un tercio aún está sepultado por la lava que el Vesubio expulsó hace 2000 años produciendo una catástrofe que dejó como saldo 3000 muertos.

La actividad de excavación en la ínsula 10 de la Regio IX forma parte de un proyecto más amplio para asegurar el frente perimetral entre el área excavada y no excavada, para mejorar la estructura hidrogeológica, con el objetivo de hacer más efectiva y sostenible la protección del vasto patrimonio pompeyano, que cuenta con más de 13 mil habitaciones en 1.070 unidades habitacionales, además de espacios públicos y sagrados.

Foto: Ministerio de Cultura de Italia

Las excavaciones realizadas en el lugar han dado hasta ahora muy buenos resultados.  Se descubrieron  dos casas conectadas entre sí, cuyas fachadas ya fueron sacadas a la luz a finales del siglo XIX.

Como lo demuestra el hallazgo reciente, en esta etapa de las excavaciones se están descubriendo suntuosos frescos como el que alude la Guerra de Troya.

Recorrer las ruinas de Pompeya es como sumergirse en la historia, volver atrás en el tiempo con la máquina que dio la imaginación de H. G. Wells.

Cada nuevo descubrimiento aporta un dato más no solo de cómo era la vida en Pompeya, sino también cuál era el tipo de conocimiento que los pompeyanos tenían del mundo antiguo.