Federico Susbielles no lleva ni un mes como intendente de Bahía Blanca y ya vivió un temporal que destrozó parte de la ciudad, provocando la muerte de 13 personas, y ahora un derrame de petróleo en el estuario de la región, una de las fuentes de agua y biodiversidad más preciadas de la zona.

Según relató el propio mandatario, se produjo en la tarde del 26 de diciembre (aunque la firma dice que fue el 27), proveniente de la monoboya operada por Oiltanking Ebytem S.A. en Puerto Rosales, ubicada en el vecino partido cuya localidad de cabecera es Punta Alta.

Susbielles apuntó a la empresa: «Si la petrolera hubiera activado en forma oportuna el PLANACOM para contener a tiempo el derrame, habría evitado impactos ambientales de gravedad. Esta medida no se tomó y hoy las consecuencias están a la vista».

Según detalló, remitió notas a Oiltanking, y a Prefectura Naval como autoridad jurisdiccional «para tener información precisa y fidedigna del suceso en el corto plazo. Me consta que el Ministerio de Ambiente de la Provincia inició las actuaciones e investigaciones correspondientes».

«En base a la información que recibamos, definiremos el rumbo de acción a seguir. La seguridad en materia de operatoria en el estuario no admite fallas, ni falta de diligencia alguna. La reserva natural Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde es uno de los tesoros más preciados de nuestra ciudad y, como tal, la protegeremos».

Quien documentó por primera vez el derrame fue Natalio Huerta, conocido pescador artesanal la zona, desde su embarcación la Saverio Lombardo. Natalio fue uno de los pocos que pudo salir tras las pérdidas ocasionadas por el pasado temporal a los pescadores artesanales. También logro documentar el momento en que un buque mercante informaba del derrame a la Prefectura Naval Argentina (PNA).

«Las manchas de crudo habrían afectado sectores sensibles para muchas especies vulnerables de la fauna marina de la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde. Personal de la Estación de Rescate (ERFAM), junto a un inspector de Control y Fiscalización Ambiental, y el personal de Áreas Protegidas del Ministerio de Ambiente provincial, intentamos llegar al área afectada, pero sin éxito por las malas condiciones meteorológicas», señaló Pablo Petracci, director de la Estación de Rescate de Fauna Marina Guillermo Fidalgo (ERFAM).

Según relató, OilTanking integra el Sistema Nacional de Preparación y Lucha contra la Contaminación por Hidrocarburos y otras Sustancias Nocivas y Sustancias Potencialmente Peligrosas (PLANACON), siendo la PNA la Autoridad Nacional y administradora del mismo. «La petrolera no activó el PLANACON para contener a tiempo el derrame evitando impactos ambientales graves a nuestro estuario. Hemos solicitado que se investigue en detalle este hecho brindando las evidencias recopiladas y que, en caso de demostrarse su responsabilidad, sea sancionada y se haga cargo de la mitigación de daños», denunció Petracci.

Y completó: «Vemos con preocupación lo sucedido. Hechos similares eran parte de viejos recuerdos que rememoraban el accionar de una industria que creíamos estaba sujeta a estándares ambientales de los más altos». Acá, de nuevo, se grafica la importancia de un Estado presente, no solo para regular una actividad que el gobierno nacional busca «liberar», sino también en el control. O lo que implica la falta de él.

La palabra de la empresa

OilTanking es una empresa de origen alemán y holandés, creada hace 50 años. A nuestro país arribó a mitad de los ’90. Su gran crecimiento vino a partir de la capacidad de conexión con los oleoductos entre Vaca Muerta y Buenos Aires.

En Puerto Rosales recepciona, almacena y despacha el petróleo que proviene desde la cuenca Neuquina. Hace un año empezaban a construir la obra para elevar la capacidad de almacenaje de la terminal de Oiltanking en Puerto Rosales hasta los 250.000 m3, un 50% más de lo disponible hasta ese momento.

Al mismo tiempo, tal como contaron en su momento a EcoJournal, le sumaron otra iniciativa para sumar un sexto tanque y poder trabajar con 300.000 m3 de almacenaje. Eso implicaría trabajar en forma simultánea con un muelle con dos posiciones y una monoboya de exportación.

Según relata La Nueva, el proyecto en Coronel Rosales fue desarrollado en 2008 con el fin de entregar petróleo crudo para la producción de combustible en Bahía Blanca: «Una vez que el hidrocarburo llega por oleoducto o por barco a la terminal de Puerto Rosales, es almacenado y luego transportado a través de una cañeria de 42 kilómetros de extensión».

Vaca Muerta.

Ahora quedó en la mira por el derrame. La firma, que a nivel regional tiene sede en Arroyo Pareja, explicó en un comunicado que el «27 de diciembre de 2023 a las 15:45 hs. se activó el Plan de Contingencias para Derrames de Hidrocarburos en el Agua (PLANACON) mediante aviso a Prefectura Naval Argentina (PNA), Distrito Bahía Blanca. Esto ocurrió luego de que, tal como se informara a PNA, durante el amarre del Buque Cabo Sounión y este sin haber iniciado operaciones (el buque no tenía sus mangueras de bombeo conectadas), se detectara una oleosidad. Esto motivó la suspensión del amarre, previo barrido de la línea marítima y posterior inspección de las instalaciones».

Oiltanking agregó: «Habiendo recibido el informe del estado de la instalación submarina de la monoboya ‘Punta Ancla’, se detectó un esfuerzo sobre una de las bridas de conexión al extremo de la manguera submarina, que podría haber causado la pérdida de contención primaria temporal de petróleo crudo, posiblemente por una sobrecarga en el cabo de amarre desde el buque».

También se indicó que «sin perjuicio de la investigación, se realizaron trabajos de contención y control de la oleosidad por medio de barreras y booms absorbentes a cargo de la empresa contratista CINTRA. Durante todo momento Oiltanking estuvo en contacto y a total disposición de las autoridades, para informar sobre lo ocurrido. Asimismo, continúan adelante las tareas del plan de remediación».

La importancia ambiental del Estuario

Los estuarios son humedales costeros, semicerrados, donde las fuentes de agua dulce se conectan con el mar, generando condiciones únicas. Las temperaturas varían con las mareas, vientos y las estaciones. 

La Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (WHSRN) destaca que el ecosistema del Estuario de la Bahía Blanca, conocido localmente como “Ría de Bahía Blanca,” es un sistema extenso de marismas naturales en la Provincia de Buenos Aires en Argentina: «Es un humedal costero de características geográficas y biológicas únicas, considerado además uno de los más importantes de la Argentina en su tipo».

Entre sus seis subsitios que la componen (que van de Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde Reserva Natural Provincial; o el Islote de la Gaviota Cangrejera Reserva Natural Provincial, hasta el Arroyo Pareja-Isla Cantarelli o los Humedales de Villa del Mar) reúne una superficie total de 262.527 hectáreas.

El biólogo Pablo Petracci remarcó la importancia de incluir al Estuario de la Bahía Blanca «en la lista internacional de sitios prioritarios para conservación de las aves playeras migratorias en el hemisferio y así redoblar los esfuerzos necesarios para la protección local del área.” 

Entre las especies animales, contiene al Cangrejo Cavador («el verdadero arquitecto del estuario, ya que con su actividad afecta directa o indirectamente el ecosistema o su trama trófica. Las cuevas, además, oxigenan e incrementan el drenado del suelo, actúan como trampas del sedimentos», remarcan), la Tortuga Cabezona (junto a la Verde y la Laúd están en peligro crítico de extinción); el Lobo Marino de Dos Pelos; el Guanaco; la Gaviota Cangrejera, el Cardenal Amarillo (también en peligro crítico por la destrucción de su hábitat natural), y la Loica Pampeana (otra especie amenazada), entre muchas otras.

El estuario tiene 80 km2 de longitud. La mitad de su superficie (1200 km2) son áreas que quedan expuestas en baja mar (intermareales). Islas bajas, canales, bahías, de gran diversidad biológica y paisajística. Ahora se vendrá el tiempo para analizar las consecuencias ambientales y ecosistémicas de un derrame petrolero del que recién se empieza a tener información.