Sumándose a las diversas actividades programadas para el 8M el Centro Cultural Paco Urondo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA presenta una muestra que abrirá sus puertas ese día pero se inaugurará oficialmente el 9 y permanecerá abierta hasta el 29 de este mes. Se trata de Desde / Hasta: diez años de producción de TAS. La sigla TAS alude al colectivo de trabajo formado por Adriana Albi y Jackie Simsolo a principios del 2008 y significa literalmente Trabajos Albi – Simsolo. Este dúo artístico realiza una producción conjunta en la que la individualidades se integran para crear de a dos. “Cada una de nuestras obras –dicen las artistas- sean esculturas o instalaciones, son realizadas a cuatro manos.”

Paradójicamente, en esta muestra habrá una presencia ineludible: Ausencia, una obra generada por TAS que fue censurada en el marco de la Noche de los Museos 2017. Kekena Corvalán, curadora de la muestra, explica las circunstancias y la forma en que se produjo la censura. “Esta pieza -explica- fue realizada hace varios años, con la metodología de este dúo de mujeres, es decir, con autorías individuales disueltas y creación colaborativa. Aludía al imaginario que se iba armando en torno a esta figura, a una mujer en situación de espera.”

“En 2016 –agrega- estas artistas fueron invitadas a realizar una exposición en el Archivo de la Memoria ubicado en la Ex Esma. Empezaron a trabajar en ello, que luego se transformó, por decisión de quienes lo organizaban, en una muestra colectiva para cubrir la programación de la Noche de los Museos. TAS presentó el material con el que participaría, y de hecho, su trabajo fue el primero en llegar. Esto sucedió a comienzos de la última semana de octubre de 2017. Ni bien vieron la obra, los responsables de la muestra decidieron “objetarla” (es decir, quitarla de la muestra y seguir como si nada hubiera pasado) porque les remitía a la figura del desaparecido Santiago Maldonado. TAS decidió bajarse de la muestra, y el resto de las artistas acompañó solidariamente esta acción.”

“La respuesta de la comunidad cultural –continúa Corvalán- , no se hizo esperar. Muchísimos periodistas, productores y responsables de medios denunciaron esta situación de censura, máxime en relación con un tema tan doloroso para buena parte de la sociedad como es la desaparición forzada y asesinato del joven. Aquí dejamos armado una memorabilia de esos días, de lo que significó para el taller de Soler (donde trabajan Albi y Simsolo), esta agitación, de lo que sucedió con la Señora (como la llamaban cotidianamente), la pieza que sacudió la conciencia seguramente afectada de la subsecretaría de Derechos Humanos de la Nación que maneja el Archivo de la Memoria y organizaba esta muestra, que no pudo, directamente, ver este cuerpo desolado y todo lo que connota sin pensar en otros cuerpos desolados que los responsables de estos dos años de cambio cargan sobre sus espaldas.”

Y concluye: “Una vez más, la práctica artística provoca incomodidades. Y desde el pequeño gesto de trabajo sostenido de estas dos artistas, de interpelaciones y atracciones formales, conceptuales, poéticas y éticas. Un trabajo silencioso que no busca hacer ruido en ferias ni mercados sino obedecer a su propio paradigma sensible-investigativo. A la manera de las iluminaciones de Aby Warburg, emerge el pathosformel del cuerpo en el río, que quizás sea un nuevo patrón de líneas de la modernidad que Latinoamérica descentra y los gobiernos de derecha nos arrojan”.

 Por su parte, Jimena Pautasso, de la Curaduría y Programación de Artes Visuales del Paco Urondo, explica los alcances que tuvo la censura ejercida hacia el colectivo TAS y de qué forma la obra censurada y ahora expuesta en el marco de una muestra, se suma a la decisión de las mujeres de salir a la calle a defender su vida y sus derechos. “En aquel octubre de 2017 en que, una institución pública decidió sin ningún reparo que la obra remitía a Santiago Maldonado y fuese retirada de la exposición, el colectivo de mujeres participantes levantó la muestra y el campo artístico se manifestó en repudio a la situación.”

“Ahora bien –reflexiona Pautasso- quizás lo que no supieron aprehender las autoridades del Archivo Nacional de la Memoria fue que con la negativa de exhibición a la obra de TAS, lo que estaban afirmando era el rol del arte en los debates y luchas sociales que, ocupando espacio público, se autoproclama político. En este punto, toma sentido que nuestra aproximación a la situación que TAS estaba enfrentando haya sido a través del Observatorio Universitario de la Violencia Institucional de la Facultad, y nuevamente fue una mujer, Inés Vázquez, quien se comunicó con nosotras para comenzar el diálogo y evaluar la posibilidad de que fuera la universidad pública la que permitiera que esa voz silenciada se expresara.”

Desde el 8 M Ausencia volverá a ser una presencia por la lucha y la decisión de un grupo de mujeres con voluntad de expresarse. Una de las dos artistas que conforman TAS, Jakie Simsolo, remarca que la muestra “tiene lugar en un contexto de reivindicación de los derechos de las mujeres largamente ignorados en todo el mundo y se extiende hasta el 29 de marzo incluyendo el 24, Día Nacional de la memoria por la Verdad y la Justicia. Entre otras obras exhibiremos Ausencias que fue torpemente censurada por el Archivo Nacional de la Memoria que depende de la Secretaría de Derechos Humanos.”

La otra integrante del grupo, Adriana Albi, explica cuáles son las problemáticas que el dúo aborda desde lo artístico: “Nuestro trabajo –dice- desde hace 10 años se centra en las migraciones, los desplazados, los traficados, discriminados, gente en tránsito. Sin derecho a la palabra, lo cual se asemeja lamentablemente a la situación vivida en octubre de 2017 y en lo que parece ser hoy una constante en las políticas culturales.”

Los trabajos expuestos son todas instalaciones sin título de la serie En tránsito. Son obras grandes de cerca de 2 metros. Los materiales que las constituyen son la madera, la chapa y otros no convencionales como ramas, telas, yeso. Desde la poética del object trouve las artistas realizan un trabajo “gestual, espontáneo, intuitivo, no planificado, lo que les permite ensamblar y conjugar distintos materiales en una misma obra. 

Pautasso establece un puente entre los derechos femeninos, la producción grupal y la institución universitaria. “Marzo –dice- es un mes en el que las mujeres tomamos las calles en contra del machismo y el patriarcado, en el que nos abrazamos y nos organizamos para gritar ´ni una menos´,´vivas nos queremos´, exigimos el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, y en el que desde el Centro Cultural Paco Urondo decidimos que la programación de artes visuales se uniera a este grito colectivo invitando a ver el trabajo de dos artistas que a lo largo de 10 años conciben la producción de manera grupal cuestionando la noción de autoría y rompiendo con la individualidad a través del hacer. La Universidad Pública de esta manera ocupa el rol social que le pertenece alzando la voz contra la censura y contra las desigualdades que oprimen, silencian y matan”.