El auditorio de la Biblioteca Nacional estaba colmado. Encontrar un asiento era una misión imposible como si en vez de un acto formal de presentación se tratara de un recital de rock. También se percibía cierta inquietud que excedía la que normalmente suele producir un acto de ese estilo. Por fin, con la presencia del ministro de Cultura de la Nación Pablo Avelluto, el director de la Fundación El Libro Oche Califa, el presidente de esa institución Martín Gremmelspacher, el presidente de la Conabip Leandro Sagastizábal y el encargado de negocios de la Embajada de los Estados Unidos Thomas Clooney se presentó la 43º edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires que se desarrollará entre el 27 de abril y el 15 de mayo de 2017.

Como ya es tradición, se llevará a cabo en el predio de La Rural en el barrio de Palermo, pero se le agregarán más metros.
Una de las novedades más destacables es que la ciudad invitada a la próxima feria será Los Ángeles. La vicealcaldesa de esa ciudad, Bárbara Romero, se presentó ante el público a través de un video en el que expresó: “A Los Ángeles se la conoce como la capital mundial de creatividad y es una fuente inagotable de talento que incluye novelistas y artistas que trabajan en varios medios llevando la palabra escrita a una nueva dimensión». Añadió, además, que consideraba un honor que Los Ángeles fuera la ciudad invitada ya que la invitación constituía una oportunidad para “demostrar la creatividad que hay en en esa ciudad.”

Por su parte, Clooney insistió en la importancia de que Los Ángeles sea ciudad invitada a la feria, ya que permitirá a «artistas y actores estadounidenses participar de charlas, y en el evento denominado La noche de la ciudad». «Los Ángeles –agregó- es una capital cultural que cuenta con más de cien museos y doscientos teatros, y el 50 por ciento de su población es de origen hispano o latinoamericano, lo que representa una importante conexión con el idioma español» y agregó que «a través de la literatura de un país se puede conocer mucho más el corazón del pueblo» al que ese escritor pertenece, pero afirmó que con Argentina no fue exactamente así porque comenzó por leer a Borges, un autor que le resultó “un poco difícil”.

También Avelluto, en este segunda etapa de “relaciones carnales” con los Estados Unidos, se sumó a la exaltación de Los Ángeles como ciudad invitada. Afirmó que nos permite “entrar en contacto con autores, editores, y el mapa cultural de ciudades que son muy diferentes y complementarias de la Ciudad de Buenos Aires». Refiriéndose específicamente a la Feria, consideró que «es una apuesta importante» por «la promoción de la lectura» e indicó que el evento forma parte de su propia biografía ya que «durante 20 años trabajó para el éxito de la feria» como director editorial, y también como visitante y periodista.
Informó además que se reunió «con autoridades de la Fundación El Libro para impulsar el apoyo para los autores y libreros del interior y de Latinoamérica que visitan la feria, que son muy importantes para el éxito comercial».»La feria -aseguró- es un fenómeno único que combina una dimensión cultural con una instantánea del estado de nuestra industria editorial, que está todavía muy lejos de su techo en términos de producción y de exportación, y tenemos todo para que esto suceda. Tenemos el talento de nuestros autores, la capacidad de nuestros editores, y la capacidad de nuestra industria gráfica, la innovación de industrias digitales y la creatividad para generar un salto cualitativo en nuestra industria editorial, y además venimos apoyando a los editores independientes para que puedan acceder a las grandes ferias internacionales».

 »Se presentó en el Congreso -agregó- un proyecto de ley de desarrollo cultural que permitirá la incorporación de más recursos para los proyectos culturales de la sociedad civil en el país, lo que redundará en dos mil proyectos al año». «Estamos trabajando cerca de la industria cultural y tratando de ayudarla en sus emprendimientos para facilitar las exportaciones, la circulación de los libros, las cuestiones fiscales». No se refirió, sin embargo, a la apertura irrestricta de la importación de libros, que no sólo afecta a la industria editorial argentina, sino también a la industria gráfica.

Otro de los anuncios destacables fue el de Oche Califa, quien aseguró que están avanzadas las gestiones para que viaje a la Argentina como invitada  Svetlana Alexievich, Premio Nobel de Literatura 2015, quizá una de las pocas referencias literarias y no económicas.
Gremmelspacher informó que la entidad que preside está trabajando también para realizar una feria del libro binacional en la segunda quincena de enero en Punta del Este, un proyecto al que ya se sumó la Cámara del Libro de Uruguay. Anunció, además, que para evitar las largas colas que son características de la Feria que se realiza anualmente en Buenos Aires, se implementará un sistema de venta de entradas online.