La justicia paraguaya ordenó este miércoles la detención del volante de River Nicolás de la Cruz, quien está con el plantel en Asunción para el partido de este jueves con Cerro Porteño por la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores, a raíz de una agresión a un oficial de policía ocurrida hace tres años. El jugador declaró ante el fiscal y luego volvió al hotel junto al plantel.

De la Cruz jugó en Asunción la final de la Copa Libertadores Sub 20 hace tres años, cuando estaba en Liverpool de su país. El uruguayo fue expulsado en el tiempo reglamentario y se lo acusa de agredir, junto a otros cuatro jugadores, al suboficial primero Fabián Olmedo y al oficial primero Fernando de Vooght en el interior del estadio Defensores del Chaco.

«De esta citación que tenía pendiente desde 2016, nunca se había notificado ni al jugador ni a las fuerzas de seguridad, por eso pasó sin problemas por la frontera reiteradas veces», le dijo a Télam una fuente de la oficina de Legales de River. «Pero recogen un tema de hace tres años, justo antes de este partido, de algo que se resuelve presentando un escrito», cerró.

«¿Sabes dónde quiere la revancha de lo que pasó hoy? En la cacha la quiere De La Cruz. ¿Sabes lo que es provocar a un uruguayo? Ahora banquenselo», dijo Rodolfo D’Onofrio, presidente de River, quien agregó que la causa se cerrará en los próximos meses. «Nosotros no sabíamos nada, no enteramos esta mañana. Desde ahí tomamos contacto con Pipino (Nelson Cuevas), porque acá es un embajador para nosotros», remarcó D’Onofrio. «Hay un clima tenso, y esto es un juego. Estoy seguro que los futbolistas y nosotros vamos a estar protegidos, pero pido la seguridad de los dos mil hinchas de River».