En clima de fiesta futbolera, con pirotecnia, cánticos y bengalas con los colores azul y oro, pasadas las 18 del viernes concluyó el banderazo convocado en la playa de Copacabana para alentar a Boca Juniors de cara a la final de mañana ante Fluminense en Río de Janeiro.

Miles de fanáticos con camisetas y banderas «xeneizes» se dieron cita durante toda la jornada, pero fue a partir de las 16 que la multitud llegó a su punto máximo y el clima festivo desbordó de alegría, cerveza, fernet y caipirinhas.

Así, en un clima festivo, se disipó la tensión por las agresiones sufridas por los hinchas boquenses en los días anteriores, con epicentro en el jueves, cuando primero fueron los barras del «Flu» quienes robaron y golpearon a decenas de personas que viajaron desde distintos puntos de la Argentina hacia Brasil, y después fue la policía la que sumó golpes y malos tratos contra los hinchas.

Foto: Cris Sille / Télam

La playa de Copacabana fue entonces en la tarde del viernes la cita para una movilización sin precedentes en la «Ciudad Maravillosa», con miles de «bosteros» que no pararon nunca de alentar a Boca, que este sábado ante Fluminense en el mítico estadio Maracaná buscará ganar su séptima Copa Libertadores.

Los hinchas de Boca llegaron en forma masiva a Río de Janeiro, tras el arribo de decenas de micros y varios vuelos (especialmente de Aerolíneas Argentinas) con simpatizantes que tiñeron Copacabana de azul y oro.

A diferencia de días anteriores, se incrementó la presencia policial y los miles de agentes destinados al operativos dejaron de hostigar a los hinchas argentinos y pasaron a cuidar que los barras de Fluminense no atacaran a los visitantes.

Cavani: la final de la Libertadores «es el partido de mi vida»

Foto: Nelson Almeida / AFP

El experimentado goleador uruguayo Edinson Cavani dimensionó como el partido de su vida la final de la Copa Libertadores que Boca Juniors disputará este sábado ante Fluminense de Brasil en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.

«Todo lo que me tocó vivir no lo pienso, me concentro en el hoy, en el presente, lo que hay por delante. Para mí este es el partido de mi vida por lo que implica, por dónde lo vamos a jugar y por el momento de mi carrera», afirmó el delantero, ganador de 23 títulos a nivel clubes en Danubio de Uruguay (1), Napoli de Italia (1) y París Saint-Germain (21).

Cavani, de 36 años, consideró «bastante rebuscada» la propuesta de lo que cambiaría en su carrera por conquistar la «Séptima» para Boca, pero finalmente aceptó que entregaría todos sus trofeos, a excepción de «la Copa América con Uruguay», que logró en 2011 en Argentina.

El uruguayo reconoció que «son muchas las cosas que hace a este partido como el más importante» y se comprometió a «jugarlo de esa manera» para cumplir con el sueño de los hinchas, que llegaron masivamente a la ciudad sede de la final.

«La gente hizo un sacrificio enorme para venir, nos motiva saber que muchos postergaron cosas de su vida, de su familia para estar acá. Somos conscientes de eso porque el Mundo Boca te transmite día a día la importancia que tiene este partido«, afirmó en la conferencia de prensa previa, que compartió en el Maracaná junto al DT Jorge Almirón.

Foto: Luis Robayo / AFP

El «Matador» se mostró compenetrado con la causa «xeneize» y expresó su identificación cuando lo consultaron por el fanatismo que despertó Boca en sus hijos.

«Este es nuestro trabajo -enseñó-, vivimos para el fútbol y es normal que nuestro núcleo familiar absorba todo y consuma esa energía que uno siente por estar en el Mundo Boca. Este club es fantástico, te atrapa, es algo que te nace, brota desde adentro«.

Llegado a Boca a finales de julio, Cavani recordó que pasó «diferentes emociones, muchas buenas, pero también de las otras» a propósito de su rendimiento deportivo, que hasta el momento se expresa en 13 partidos y tres goles.

«Parece que hace mucho tiempo que estoy acá y cuando uno se pregunta por qué surge lo que todos te dicen: ‘así es Boca’. Hay que saber asimilarlo, este club te lo hace vivir así», explicó.

En ausencia del capitán Marcos Rojo, suspendido, el uruguayo será uno de los líderes dentro del campo junto al arquero Sergio «Chiquito» Romero y, en ese línea, destacó «la unidad» del plantel de Boca como uno de los puntos fuertes para encarar el trascendental partido en Río de Janeiro.

«Estamos todos juntos, este es un grupo espectacular, hay un valor humano muy importante y esa es una de las mayores virtudes. Si llegamos hasta acá, mucho tiene que ver eso», consideró.