El día que transmitieron a Inglaterra sin nombrarla

Una de las transmisiones de radio más insólitas en la historia de los Mundiales fue la que se produjo el martes 29 de junio de 1982, en el partido entre Inglaterra y Alemania por el Mundial de España, en plena guerra de Malvinas. Las autoridades de Radio Rivadavia les ordenaron al relator Juan Carlos Morales y a sus comentaristas Beto González y Julio César Calvo que transmitieran el partido sin nombrar a los jugadores ingleses ni al equipo. 

Un verdadero despropósito. Durante 90 minutos el relator y sus comentaristas dijeron cosas como “están jugando mejor los de rojo”, “avanza el rival de Alemania”, “hay un tiro libre para el equipo que está atacando en este momento” y otros disparates por el estilo. Más que una transmisión parecía una exhibición de malabarismo verbal, una obra maestra del absurdo. 

Además, José María Muñoz, el conductor de la Oral Deportiva, un programa muy escuchado por esos años, sostenía en aquel entonces una teoría bastante absurda. Creía que los ingleses, si se proponían atacar a la ciudad de Buenos Aires, se iban a guiar por la torre de control de Radio Rivadavia, y entonces en las tiras deportivas todas las noticias giraban en torno a los jugadores de Nacional y Peñarol, como si se tratara de una emisora uruguaya.

En una de esas transmisiones, el periodista Marcelo Baffa entró al estudio con una información sobre River Plate y Muñoz le pegó un empujón que lo dejó dando vueltas como un trompo.  “Cuidado, nos van a descubrir”, le dijo.

El día que cayó un tranvía al Riachuelo

El 13 de julio de 1930, cuando en Montevideo se inauguraba la era de los Mundiales de Fútbol, en Argentina se decretaba Día de Duelo Nacional. En la madrugada del 12, un tranvía había caído al Riachuelo provocando la muerte de su motorman y de 56 de los 60 pasajeros que transportaba. Lógicamente, el  hecho deportivo pasó a un segundo plano. 

El interno 75 de la línea 105 había iniciado su recorrido a las 5 de la mañana de aquel 12 de julio. Era el popularmente llamado “tranvía obrero”, y allí viajaban hombres, mujeres y también muchos niños que oficiaban de aprendices haciendo las peores tareas en talleres y frigoríficos. Por el Riachuelo la chata petrolera “Itaca II” avisaba con sus sirenas al encargado del puente levadizo, el español Manuel José Rodríguez, de 68  años, que lo levantara para darle paso. El hombre encendió las luces de peligro para evitar que algún tranvía intentara cruzar. 

Manejando el tranvía se encontraba un italiano de 31 años llamado Juan Vescio. Habían pasado unos pocos minutos de las 6 cuando el tranvía cruzó la última curva en medio de la niebla y cayó al Riachuelo. De los sesenta pasajeros solo sobrevivieron cuatro: Remigio Benadasi, José Hohe, Buenaventura  Arlia y Gabina Carrera.

El país se paralizó y comenzó la búsqueda de culpables.  El diario Crítica responsabilizó al gobierno. Muchos acusaron de impericia al joven motorman Vescio, pero el juez de la causa, Miguel Jantus, determinó que se había tratado de una falla mecánica ocurrida porque el comando que accionaba el freno no se hallaba en condiciones por el desgaste en su uso. El fallo confirmaba que Vescio era solo una víctima más.

El día que Inglaterra perdió 1 a 0, pero creyeron que había ganado 10 a 1

El 23 de junio de 1950 en Belo Horizonte, un modesto equipo  amateur de los Estados Unidos le ganó a Inglaterra por 1 a 0.  Tanta fue la sorpresa en Inglaterra cuando recibieron el cable  con la noticia que en un diario de provincias creyeron que se  trataba de un error de tipeo y publicaron que el partido había  terminado 10 a 1 en favor de los inventores del fútbol. Otros,  más cautos, prefirieron esperar la confirmación oficial supo niendo que no era más que una broma. 

Pero no había sido chiste; se trató, como dijo el historia dor Jonathan Wilson, de “la peor humillación inglesa de su  historia”. El autor del gol, Josep Gaetjens, de ascendencia  haitiana, sería años más tarde opositor al régimen dictato rial de François Duvalier (el célebre y sanguinario Papa Doc).  Fue encarcelado y se supone que fusilado en 1964. Veintidós años más tarde, Estados Unidos, el país que había defendido  a la dictadura haitiana para “contener la expansión del comu nismo”, le dio un lugar a Gaetjens en el Hall de la Fama.

Maradona y Messi en 2014 

Apenas asumió la dirección técnica del seleccionado, tras la frustración de la Copa América 2011 y el alejamiento de Sergio Batista, Alejandro Sabella tomó una decisión: Lionel Messi sería el nuevo capitán, en reemplazo de Javier Mascherano. Lo charló con los dos referentes del plantel y lo comunicó a la  prensa antes de viajar a Calcuta, India, para jugar un amistoso con Venezuela. Después de usar fugazmente la cinta ante Grecia en el Mundial de Sudáfrica 2010 alentado por Maradona, a partir del 2 de septiembre de 2011, el rosarino asumió el rol que hasta entonces le resultaba incómodo. 

Al Mundial de Brasil 2014, el delantero del Barcelona llegó con 26 años, 41 goles en 45 partidos en la temporada 2013/14;  21 en 25 partidos en la era Sabella, y 38 en 86 partidos con la selección mayor. Todavía no se había convertido en el goleador histórico de la selección (le faltaban 16 para igualar a Gabriel Batistuta) ni en el jugador con más presencias (lo fue en junio de 2021 en plena Copa América de Brasil).

Messi fue el líder de la clasificación en la fase de grupos a octavos de final. Anotó goles clave ante Bosnia (2-1), Irán (1-0) y Nigeria (dos en el 3-2). Y siempre fue figura en el camino hacia la final: 1-0 a Suiza, 1-0 a Bélgica y 0-0 y 4-2  en los penales con Holanda. Y sufrió, como todos, el 0-1 en la final ante Alemania. Ni siquiera lo consoló haber sido elegido por la FIFA el mejor jugador del torneo.

“Sí, es el dolor más grande de mi carrera. Sin dudas. Hoy nos jugábamos algo importante. El país estaba pendiente. Nosotros queríamos darle alegría a toda la gente. No se dio”, expresó después del partido. 

Mientras tanto, Diego estuvo en Brasil todo el Mundial haciendo el programa De zurda junto a Víctor Hugo Morales para Telesur. No pudo ingresar al primer partido ante Bosnia por decisión de la FIFA, pero fue acreditado tras el escándalo que se armó.