Terminados casi todos los torneos del mundo (salvo la Liga Nacional), es hora de pensar en las competencias internacionales y la Selección ya dio el primer paso. Sergio Hernández entregó la lista de convocados para la AmeriCup con la aparición de una nueva camada con jóvenes y otros que tendrán una primera prueba tras sus resonantes actuaciones. Hay novedades interesantes en la lista del Oveja. Además de Luis Scola, Facundo Campazzo y Nicolás Laprovíttola (los tres sin club), están Patricio Garino (Orlando), Nicolás Brussino (Dallas), Gabriel Deck (amo y señor de San Lorenzo) y Marcos Delía (Murcia).

Y se asoma la mano caliente de Erik Flor (Quilmes), el base del futuro con Luca Vildoza (Quilmes), y el Big Three del sorprendente Bahía Basket formado por Máximo Fjellerup, Lucio Redivo (se va al Bilbao) y Juan Pablo Vaulet. Completan la nómina el base José Vildoza (Libertad) y los pivotes Roberto Acuña (Peñarol), Javier Saiz (Regatas Corrientes) y Tayavek Gallizzi (Quimsa).

Pero las mayores sorpresas de los elegidos de Hernández son Erik Thomas y Daniel Amigo, con antecedentes en la NCAA, torneo universitario estadounidense. El caso de Thomas es conocido: nació en Paraná, Entre Ríos. Su padre James tuvo una extensa trayectoria en la Liga entre 1989 y 1994. Se casó con Fabiana Díaz, con quien tuvo a Erik y Sthefany, quien juega en la liga australiana y es parte del seleccionado femenino.

A los seis años, Erik se fue a Estados Unidos. Tras pasar por el college, jugó para New Orleans Privateers. Sus buenos números le valieron una invitación para el campamento de verano de Portland hace dos semanas. Thomas, que a los 22 años tiene de ídolo a Emanuel Ginóbili, ya se puso la camiseta de la Selección en los torneos U17. Ahora, Hernández vuelve a confiar en él. Como también lo hace con Daniel Amigo, quien conocerá la Argentina por primera vez a sus 19 años. El actual pivote de la Universidad de Denver es una de las figuras de su equipo. Su padre Juan Andrés tuvo que irse a vivir a Estados Unidos hace 30 años y allí nació Daniel, quien viene perfeccionando su español. Empujado por su padre, Daniel se fanatizó con la Argentina y fue un ferviente seguidor de la Generación Dorada. Hace dos semanas, Scola lo invitó a entrenarse en Nueva York junto a Campazzo, Fjellerup y Ayan Carvahlo, otra de las promesas argentinas en la NCAA. Amigo quiere nacionalizarse. Mide 2,10 metros y tiene muy buenos movimientos en la zona pintada, una de las falencias del básquet nacional. La Selección comenzará a entrenarse el 30 de julio en el Cenard y arrancará en Bahía Blanca la AmeriCup, a la que ya tiene acceso al Final Four por ser sede, ya que se hará en Córdoba. Los rivales en primera rueda serán Venezuela, Islas Vírgenes y Canadá, desde el 27 de agosto.