Si bien Sergio Massa dejará de lado el traje de candidato esta semana y viajará a Washington, el peronismo parece haberse despertado del estado de shock y dirigentes territoriales se cargarán al hombro este segundo tramo de la campaña. Ante el reacomodamiento del escenario electoral que ubicó a Javier Milei en la cima del podio, el massismo empezó a tender puentes con sus antiguos aliados: el radicalismo.

«Si Bullrich no va a balotaje, voy a tener que pensar mucho mi voto», dijo Julio Cobos este jueves a una radio. El diputado nacional sostuvo que Javier Milei no podrá llevar adelante sus propuestas de campaña. “Hay temas que él propone, como cuestiones penales, electorales o tributarias, que no las puede hacer ni por DNU». Si bien el exvicepresidente de Cristina Fernández fue el primero en expresarlo, Tiempo pudo saber que “habrá más declaraciones de dirigentes radicales” en los próximos días. No es la primera vez que Massa acude al mismo acervo militante. De la alianza que hizo en la Provincia de Buenos Aires con ese espacio para el lanzamiento de su candidatura como diputado allá por 2013, muchos dirigentes quedaron dentro del Frente Renovador, una de ellas es la presidenta de la cámara de Diputados Cecilia Moreau, quien es una de las encargadas de tejer esa trama con mira a octubre.

Sin prejuicios ni rencores también se lanzaron a sostener y militar la candidatura de Massa dos dirigentes peronistas que hasta ahora venían enfrentando la estrategia electoral del oficialismo: Guillermo Moreno y Luis D’Elía.

Quien supo ser precandidato a presidente por Principios y Valores en las PASO, Guillermo Moreno, se reunió con la titular de AYSA, Malena Galmarini, y pidió desarrollar un acuerdo dentro del peronismo para unir votos en busca de evitar un triunfo de Patricia Bullich o Javier Milei en estas elecciones. Lejos de criticar una eventual alianza con los radicales, a quienes siempre critica con sorna, el exsecretario de Comercio Interior de Cristina Fernández propuso ofrecer a un sector de la Unión Cívica Radical (UCR) un acuerdo para que no se encolumnen detrás de la candidatura de Bullrich. «Los peronistas y los radicales están muy complicados hoy. Por eso, llegó la hora del abrazo (Juan) Perón y (Ricardo) Balbín por la causa nacional», dijo. Y añadió: «Acá lo importante no es el candidato, es la causa la que tiene que convocar”.

Malena Galmarini, según confiaron fuentes del espacio a este medio, tomó un nuevo rol dentro de la campaña. Además de acompañar y asesorar a Massa en los estudios de TV, también comenzó a llamar a dirigentes y participar en el armado. “Nadie sobra”, sintetizó un ministro.

En esa búsqueda se sumó el dirigente matancero Luis D’Elía, quien pasó de ser muy crítico del exministro a sostenerlo como herramienta electoral. “Ayer estuve reunido una hora y media con la compañera Malena Galmarini, me acompañaron Claudio Palermo y Lucas Ramírez. Coincidimos en la necesidad de unificar al Movimiento Peronista ante las graves amenazas generadas por el anarcocapitalismo contra la Patria y el Pueblo. Suspendemos cualquier debate interno y confiamos en poder construir con nuestros equipos técnico-políticos un proyecto fundado en la Doctrina Peronista”, sostuvo el expiquetero.

En tanto, Tiempo pudo confirmar que Massa se reunió con Cristina a principios de semana. Y luego también hablaron por teléfono varias veces. El golpe electoral del domingo y la devaluación del lunes asustó a toda la dirigencia oficialista, pero desde el Senado el consejo siempre fue que no sólo debía quedarse en la silla de ministro, sino que además debía arremeter en contra del Fondo por lo menos en sus declaraciones públicas antes de viajar a Washington. Y así sucedió en el piso de TN y de Crónica TV. La sugerencia fue escuchada, a diferencia de cuando el Ministerio estaba en manos de Martín Guzmán. 

Este vienes, Gildo Insfrán hizo una arenga similar en Formosa, una de las cinco provincias en las que ganó el peronismo. “No tengan miedo, no tengan recelo del candidato, no importa que haya ido y que haya vuelto, lo importante es que ahora está en este corral y si está en este corral yo les digo  mirándoles a los ojos que voy a ser uno de los primeros que voy a poner la voz en alto para decirle que tiene que actuar como un peronista”.

En este contexto convulsionado por el escenario electoral y su doble rol, Massa viaja este martes hacia el norte. “Va a ser una semana marcada por viaje a WDC y después, por los anuncios de las medidas. En estos días va a estar en su rol de ministro”, aseguraron desde Economía. Entre las medidas están por un lado las destinadas a la estabilización de las variables financieras, sacudidas por la devaluación que, como dijo el propio Massa “impuso el Fondo”, y por otro, las tan esperadas ayudas para los sectores populares: aumento de las asignaciones familiares para la masa salarial registrada, suma fija también para ese sector y suba de la AUH y las jubilaciones. Todo eso, con control de precios con los productores y distribuidores para que la plata, como dijo CFK, “no se la queden los cuatro vivos de siempre”.