A pesar de haberse desprendido de dos tercios del personal que tenía cuatro años atrás, la cooperativa láctea SanCor continúa con el ajuste. Según denunciaron repositores del centro de distribución Buenos Aires al portal especializado edairynews, la dirección de la cooperativa los está convocando para que acepten un retiro voluntario por el que recibirían un 50% de la indemnización de ley que les corresponde pagadero en seis cuotas.

De acuerdo con la información proporcionada por los afectados, son 120 los repositores a los que les ofrecieron ese retiro voluntario. Aseguraron que la conducción de la cooperativa apunta a desprenderse de otros 80 repositores que se desempeñan en establecimientos en el interior y de 500 trabajadores que se desempeñan en una modalidad de jornada libre.

El área de distribución y logística ha sido uno de los más golpeados en la reestructuración de SanCor. El noviembre pasado, la cooperativa cerró un establecimiento logístico en Tucumán, con 45 despidos. En diciembre de 2018 clausuró la distribuidora de Bahía Blanca, con otras 44 cesantías.

Derrumbe

SanCor pasó de 4500 trabajadores en 2015 a los 1900 actuales. La pérdida de valor de SanCor también se aprecia en su capacidad de producción. Ahora recibe 750 mil litros de leche por día cuando cuatro años atrás le llegaban desde los tambos 4,2 millones de litros de leche diarios.

SanCor opera en la actualidad sólo seis plantas, tres en la provincia de Santa Fe (San Guillermo, Sunchales y Gálvez) y otras tres en Córdoba (Balnearia, Devoto y La Carlota).

Las otras plantas fueron vendidas: Centeno pasó a manos de La Tarantella, Brinkmann fue vendida a Alaisa, Charlone a San Gotardo, Coronel Moldes fue cedida a la cooperativa de tamberos de Huanchilla y Porteña a Arla. El año pasado, Adecoagro compró dos plantas (operación que incluyó las marcas Las tres niñas y Angelita por 45 millones de dólares).

Por otro lado SanCor entregó a Vicentín la planta de Arenaza, Buenos Aires, que tenía en comodato y trasladó la producción de queso untable a Córdoba. La planta es de la concursada Vicentín, que compró Arsa a SanCor. Arsa es propietaria de la línea de yogures, flanes y postres de SanCor. El traslado implicó el despido de 21 trabajadores que a pesar de una orden judicial de reinstalación, aun no lograron volver a sus puestos.

La pérdida de marcas y de capacidad de distribución, que sigue, pone en jaque la posibilidad de recuperación de SanCor.