La población travesti-trans es una de las más golpeadas por la falta de oportunidades laborales. La escasa información estadística al respecto (ver aparte) es alarmante y, de alguna manera, es una muestra en sí misma de la invisibilización que sufre el sector. En Entre Ríos, las cooperativas Transformando Caminos y Boca Rosa intentan torcer ese destino.

Desde agosto, las 15 personas que integran la cooperativa de limpieza y mantenimiento Transformando Caminos trabajan en el predio del ex Frigorífico Gualeguaychú, donde se inaugurará próximamente un paseo público y se emplazará un mercado de producción local y agroecológica. Es el primer trabajo formal de la cooperativa, cuyo camino comenzó mucho antes.

«Tuvimos que esperar tres años para obtener la matrícula. No fue nada fácil. Surgió la idea de hacer una cooperativa inclusiva para las minorías. No solo trans, sino de personas que por distintos motivos ligados a la discriminación no conseguían una salida laboral», contó Charlotte Hidalgo, síndica de la cooperativa, en diálogo con Tiempo.

«Contamos con el apoyo del concejal Pablo Fernández y del director de cooperativismo de Gualeguaychú, Mauricio Weber, que nos dieron una mano», reconoció y agregó: «Ser contratadas por el municipio para poner a punto la zona del frigorífico fue una alegría muy grande».

Charlotte explicó que la cooperativa está integrada por personas trans, mujeres cis y dos varones cis. «Es algo muy fuerte porque tenemos la oportunidad de un trabajo estable. Somos bien tratadas y bien recibidas. En lo personal, es el primer trabajo estable que tengo en mis 28 años. Es una lucha constante. Cuesta muchísimo. No es que una se victimiza. A todo el mundo le cuesta, pero a nosotras nos cuesta un poco más», consideró.

Con el primer trabajo terminado, Transformando Caminos busca llevar un proyecto al Parque Industrial de Gualeguaychú, con el fin de prestar los servicios de limpieza y mantenimiento.

«Tener acceso a un trabajo digno te hace sentir una ciudadana útil. Toda la vida nos hicieron sentir inútiles. Soy una persona luchadora, siempre luché por mis derechos. Siempre nos hicieron creer que solo servimos para la prostitución y para la noche. Queremos marcar el camino para las que vienen detrás; que vean que no es imposible. Me gustaría decir a las minorías que luchen por sus sueños, que le den para adelante y hagan oídos sordos a las opiniones no constructivas», concluyó Charlotte.

Esconderse, mostrarse

Gabriela Girones es la presidenta de la cooperativa textil Boca Rosa. «La idea surge para incorporar a las compañeras a una labor, a conocer un oficio y una nueva vida. Son compañeras que no tuvieron oportunidades de un trabajo digno y tuvieron que elegir caminos que no les gustaban», relató Girones a este medio.

Manuela González, primera funcionaria trans de Gualeguaychú, fue una de las autoras intelectuales de la cooperativa. «Con Manu, quisimos demostrar que había otras posibilidades. A través de programas y subsidios, pudimos comprar las maquinarias y materia prima. Nos agarró la pandemia y aprovechamos para hacer cursos virtuales de capacitación en corte y confección, talleres de cooperativismo y este año ya lo estamos poniendo práctica», contó Gabriela.

La aceptación de la comunidad fue un factor clave. «Se nos ocurrió la idea de vender pizzetas y empezar a darnos a conocer como grupo. La gente nos recibió muy bien, por suerte. Eso fue muy importante para nosotras porque nos hizo sentir más seguras. De escondernos toda la vida, pudimos salir a mostrarnos».

La presidenta de Boca rosa resumió la actualidad de la cooperativa. «No estamos trabajando todavía porque no teníamos un lugar. El municipio nos cedió un ala del Espacio de las Juventudes y ya tenemos todo listo. Tenemos muchas ideas. Vamos a empezar con blanquería porque es una forma práctica para arrancar y adquirir más conocimientos. Queremos firmar convenios con distintos municipios para trabajar».

Boca Rosa debe su nombre a una canción de la artista travesti Pequeña Pe, fallecida en 2009. «Era muy querida por todos. En común acuerdo, decidimos darle ese nombre», finalizó Gabriela.

Con el apoyo de la seccional de Entre Ríos de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (FECOOTRA) y de la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados Ltda. (CONARCOOP), hoy estas asociaciones crearon puestos de trabajo para muchas personas y realizan capacitaciones que les permiten afianzarse en el camino del cooperativismo y la autogestión, por trabajo digno y acceso a derechos universales.

Números de la opresión

A mediados de este año, el gobierno nacional promulgó la Ley Diana Sacayán-Lohana Berkins, que asegura un cupo laboral para la población travesti-trans. Esta ley es producto de la lucha de muchos años por parte de uno de los sectores más oprimidos e invisibilizados de la sociedad.

Según datos aportados por la agencia de noticias especializada Sudaka, el 85% de las femineidades trans y travestis está en situación de prostitución; el 64%, no tiene cobertura de salud; el 58%, ha sufrido violencia por parte de las fuerzas policiales; el 45%, no terminó el nivel secundario, y 36 años es la expectativa de vida promedio.

La escasa información oficial al respecto data de 2012, cuando el Indec realizó un relevamiento aislado. Del mismo, se desprendió que el 20% no encontraba trabajo, mientras que el 80% restante se dedicaba a la prostitución.