La sequía que afecta a todo el país podría tener un fuerte impacto en las exportaciones de la Argentina durante 2023. Un estudio de la Bolsa de Cereales estima pérdidas que van desde los U$S 9 mil millones, en el escenario más optimista, hasta los U$S 14 mil millones (ver recuadro). La escasez de divisas que resulte de esa situación podría generar un fuerte impacto en la macro economía, el mercado cambiario e incluso en el logro de las metas pautadas con el FMI.

Pero antes de abordar ese problema el gobierno se ocupó de dar respuesta a los reclamos de las entidades agrupadas en la Mesa de Enlace que, luego de beneficiarse dos veces con el dólar soja, amenazaron con adoptar medidas de fuerza en el caso de no obtener respuesta a sus reclamos.

Las organizaciones aseguran que la situación podría generar una ruptura en la cadena de pagos del sector y la quiebra de un gran número de productores. Por eso pidieron medidas urgentes que impliquen beneficios en materia fiscal, financiera y en la provisión de herramientas de trabajo. El gobierno convocó una reunión para tomar sus reclamos y se comprometió a generar una serie de mesas de trabajo para dar cuenta de algunos de sus reclamos. Las entidades evaluaron la actitud del ministro de Economía Sergio Massa como «muy positiva» y aguardan definiciones que se producirán en los próximos días.

En la previa, Carlos Achetoni titular de la Federación Agraria había puesto la vara muy alta reclamando, entre otros puntos, la «unificación cambiaria» que, en los hechos implica una fuerte devaluación del peso. Bien leído, el reclamo apunta a la perpetuidad del beneficio ya concedido de establecer un desdoblamiento cambiario a través del dólar soja que, desde el punto de vista de la rentabilidad agrícola, equivale a una quita de retenciones.

Sergio Massa en la reunión aseguró entender «la gravedad de la situación» aunque aclaró que «la situación de la Argentina no es la de un país con enormes capacidades de intervención del Estado». Por eso explicó que «muchos de los temas que han planteado públicamente en el día de ayer a partir de la convocatoria son de resolución rápida y fácil de parte nuestra» aunque, a la vez, «hay otras que son de más difícil solución».

Antes de abrir paso a una semana de negociaciones particulares señaló que «lo que podemos hacer es trabajar en miradas paliativas».

La sola composición de la delegación oficial permite adelantar el carácter de las decisiones que está dispuesto a tomar el gobierno. De la reunión participaron, junto con el ministerio de Economía Sergio Massa, el secretario de producción José Ignacio De Mendiguren y el de Agricultura Juan José Bahillo, representantes de la AFIP y del Banco Nación.

Es que los reclamos de la Mesa de Enlace se enfocaron explícitamente en la declaración de emergencia agropecuaria para viabilizar algunas medidas que puedan asumir tanto el organismo fiscal como la banca pública. Las entidades reclamaron la suspensión de Anticipos de Impuestos a las Ganancias, la obtención de prórrogas o exención de impuestos provinciales y la derogación de la resolución del BCRA A-7600 que, aseguran, «incrementa el costo financiero a los productores de soja». Hacia los bancos exigieron «prorrogar créditos a los productores en emergencia o desastre, y que los mismos no vean afectada su calificación» así como promover «créditos a tasas accesibles (subsidiadas) para afrontar los compromisos comerciales y financieros de los productores afectados y generar líneas de capital de trabajo y/o siembra para la próxima campaña en las mismas condiciones» y «prorrogar los vencimientos de las tarjetas rurales (como Agronación en Banco de la Nación) con las facilidades antes mencionadas». Por último reclaman que la AFIP suspenda «las retenciones de IVA en las liquidaciones de ventas de granos y hacienda de la campaña 2022/23 y el IVA a los Insumos para la campaña 2023/24».

El ministro de Economía se comprometió a hilvanar una respuesta acordada antes del 1 de febrero aunque adelantó que «hay cosas que vamos a poder resolver y otras que no». «

El impacto económico de la falta de lluvia

Más allá de la situación de los productores que el gobierno busca atender en la coyuntura, la principal preocupación tiene alcance macro económico. Un informe de la Bolsa de Cereales estima que la sequía podría impactar en una pérdida de hasta U$S 14 mil millones en materia de exportaciones. El pronóstico optimista sitúa esas pérdidas en U$S 9 mil millones. Cultivos como el trigo podrían ver su producción reducida hasta los 12,4 millones de toneladas, poco más de la mitad  de los 21,8 millones de la última campaña. Para el BCRA la cosecha de soja podría reducirse hasta las 35,5 millones de toneladas contra las 42,2 millones de la última campaña. El maíz podría generar apenas 37,8 millones de toneladas contra 51 millones registrados.

La caída de las exportaciones agrícolas, además, impactaría en terminos fiscales por un monto de casi US$ 5 mil millones.