En los últimos tiempos crecieron las posibilidades de que comience la producción ilegal de petróleo en Malvinas por parte de empresas licenciadas por el gobierno kelper. Ese avance fue informado días atrás por las petroleras Rockhopper, británica, y Navitas, israelí, que están asociadas en la exploración y eventual explotación del yacimiento Sea Lion, ubicado a unos 250 kilómetros de Puerto Argentino, la capital de las islas.

El cambio ha sido provocado por un estudio de la consultora global especializada en energía Netherland Sewell & Associates (NSAI), que -contratada por las petroleras- elaboró un informe de los aspectos económicos y financieros que podrían darle viabilidad a la explotación comercial a partir de lo que ya se conoce del yacimiento.

Es cierto que esta no es la primera vez que se elaboran planes detallados para la explotación petrolera en Malvinas, mostrando los puntos de equilibrio y sustentabilidad. La diferencia está en que el nuevo costo total por barril extraído del lecho marino argentino sería de solo U$S 27,60, menos de la mitad del valor que se calculó en 2012. Esa reducción permite que la explotación sea súper rentable en esta época de precios altos del crudo y que siga dando ganancias aun cuando el precio baje a la mitad.

Cronograma

El cronograma que elaboró NSAI indica que “en 2024” se tomará la decisión final de empezar la producción, lo que se conoce en la jerga del sector como FID, siglas en inglés de decisión final de inversión, que es el momento en que se resuelve poner en marcha un proyecto. Esa fecha podría estar cerca de mediados del año próximo.

Doce meses después arrancará la perforación para sacar petróleo. Según los cálculos de NSAI se realizarán, en promedio, dos pozos cada tres meses y el primer pozo productivo (“el primer petróleo”) será el número 12. Según estos plazos de NSAI, la producción ilegal de petróleo en Malvinas podría estar sucediendo a fines de 2027.

En el año y poco que queda de acá hasta la toma de decisión final, las petroleras estarán “refinando el acuerdo de financiación”, según el cronograma de NSAI. Navitas, que es la responsable de operar en el yacimiento, deberá estar dispuesta a realizar un gasto de capital de U$S 1300 millones antes del “primer petróleo”. Y a partir de allí, de otros U$S 500 millones para concluir con la fase 1 de perforación, que prevé 18 pozos. La fase 2, prevista para comenzar tres años y medio después del “primer petróleo”, implica la perforación de otros cinco pozos y la inversión de otros U$S 500 millones. La inversión de capital totalizaría 2200 millones.

Navitas se vanagloria de sus aceitados contactos con el mundo financiero. Su última operación grande fue un préstamo de varios bancos, liderados por el francés Societe Generale, por U$S 907 millones en 2021. No le será difícil conseguir un nuevo préstamo para financiar la inversión de capital y el primer giro del capital de trabajo para sus operaciones en Malvinas, aunque deberá enfrentar altas tasas de interés.

Vida útil

La otra variable importante es la vida útil del proyecto, que es una función de la relación entre las reservas reales existentes y el ritmo de producción. El informe de NSAI calcula que las reservas son de 269 millones de barriles de crudo, una cifra que es menos de la mitad del cálculo anterior, de 2018, e infinitamente menor a los 60.000 millones de barriles que la misma Rockhopper anunció en 2010, en una operación de prensa que muchos adjudicaron a la necesidad de subir el valor de sus acciones.

NSAI prevé una tasa de producción estable de 80.000 barriles cada día, con picos de 100.000 barriles. El resultado sería que en poco más de un año se extraerían unos 30 millones de barriles, lo que implica una vida útil del yacimiento de unos 10 años.

Según los pronósticos de precios para los próximos años elaborados por la consultora especializada Platts, el valor promedio del barril de crudo será de U$S 85 para el período 2022-2025 y de U$S 90 para los siguientes cinco años. Así las cosas, el valor del petróleo extraído podría alcanzar los U$S 22.000 millones.

De acuerdo con los cálculos de NSAI, cada barril de petróleo extraído incorpora un costo de U$S 7,50 por las inversiones de capital y de otros U$S 20,10 por los gastos operativos, lo que arroja un costo total de U$S 27,60 por barril.

El resultado final es que Navitas estará obteniendo un flujo de efectivo libre desde el momento en que coloque en el mercado petrolero internacional el “primer petróleo”.

La Argentina enfrenta en el terreno de Malvinas un nuevo desafío, a 41 años de la guerra con el Reino Unido. «