Christine Lagarde alertó este martes que una escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China puede derivar en un «shock» que golpeará a los mercados emergentes al punto de acrecentar las posibilidades de que la crisis de Argentina y Turquía se despliegue por todo el mundo en desarrollo.

En una entrevista con el diario británico Financial Times, Lagarde aseguró que aun no ve una propagación del «contagio» a más países más allá de aquellos que ya están en pelea con la salida de capitales.

Pero Lagarde advirtió que «estas cosas pueden cambiar rápidamente» y citó como una de las causas de ello a la «incertidumbre (y) falta de confianza ya producida por las amenazas contra el comercio, incluso antes de que se materialice».

La guerra comnercial entre las dos potencias se ha intensificado justo cuando los mercados emergentes están luchando por recuperar la confianza del mercado después de una brusca liquidación provocada por la suba del valor de la moneda estadounidense. Ello ha suscitado dudas sobre si los gobiernos y las empresas pueden pagar las enormes deudas en dólares que acumularon mientras la tasas de interés de EEUU estaba cerca de cero.

Respecto de Argentina, Lagarde dijo que las nuevas medidas de ajuste anunciadas por el presidente Mauricio Macri serían un factor «determinante clave». Aseguró que el FMI está considerando la solicitud argentina de una «reorganización» de los pagos comprometidos en el préstamo stand by.

La titular del FMI dijo que un aumento de los aranceles entre los Estados Unidos y China tendría un «impacto medible en el crecimiento» en China y que provocaría vulnerabilidades «entre sus vecinos asiáticos» debido a sus cadenas de suministro integradas. También dijo que el impacto adverso en los EEUU se sentiría mayormente por las «personas de bajos ingresos», dentro de la población de consumidores «que se verían afectados por los precios más altos en una amplia gama de productos».

«Si el presidente Macri incluye reformas serias en su plan, entonces lo veremos (el adelantamiento de los desembolsos), evaluaremos el impacto en la situación macroeconómica de Argentina, para determinar la sostenibilidad de la deuda y el trabajo con ellos», concluyó Lagarde.