El ministro de Economía, Martín Guzmán, reafirmó este domingo que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no significa un ajusta y que de ninguna manera el gobierno nacional deberá bajar el gasto público sino que, por el contrario, lo aumentó para asegurar el crecimiento.

En ese sentido, Guzmán reveló que en el marco de las negociaciones con el organismo «hubo un momento en el cual las condiciones en las que se podía llegar a un acuerdo eran condiciones de ajuste, y nosotros considerábamos que esa no era una forma viable de avanzar, ya que hubiese dañado las posibilidades de la recuperación económica argentina que hoy se está viviendo, en el que está fuerte la posibilidad de seguir generando empleo».

Por lo tanto, añadió Guzmán durante una entrevista con Página/12, «era clave poder transitar desde ese lugar a otro donde hubiese un acuerdo de no ajuste, que nos permitiese perseguir los objetivos económicos y sociales a los que apuntamos».

«No refinanciar las deudas y no pagar, también hubiese significado un faltante de dólares en el país, y eso hubiese alterado las posibilidades de continuar el crecimiento. No acordar era dar un paso hacia lo totalmente desconocido».

«Es una realidad, el Gobierno de Juntos por el Cambio tomó casi 45 mil millones de dólares de deuda, ese problema se lo dejó a la Argentina, y había que buscar resolverlo», resaltó el funcionario.

Asimismo, Guzmán volvió a asegurar que lo firmado con el FMI «no es ajuste porque el gasto real no cae, sino que por el contrario crece. Es decir, no está el Estado quitando recursos de la economía. Al contrario, el Estado seguirá expandiendo recursos hacia la economía, y al mismo tiempo lo que habrá es una reasignación de recursos del Estado», agregó.

Por si alguien lo dudaba, el ministro afirmó que las negociaciones seguirán durante muchos años: «Los dólares se malgastaron. Más de la mitad de ese préstamo récord se usó para financiar una salida de capitales. Se fueron los dólares. Y casi la otra mitad se usó para pagar deuda insostenible, deuda externa pública a acreedores privados, en lugar de hacer lo que hicimos nosotros luego, que era reestructurar».