Durante el segundo trimestre de este año la actividad económica creció un 6,9% con relación al mismo período del año anterior según el informe del INDEC que se conoció el martes. Un día después se supo que la desocupación cayó al 6,9% de la población económicamente activa. El dato implica una contracción del desempleo de 2,7 puntos con relación al mismo trimestre del año anterior. Al mismo tiempo el informe da cuenta de un incremento sensible en la tasa de actividad que se encuentra en un 47,9% cuando un año atrás llegaba al 45,9% de la población.

Así las cosas, en un apenas un año y de la mano del fuerte crecimiento en la actividad económica, dentro de los 31 conglomerados urbanos que forman parte del relevamiento de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), se sumaron poco más de un millón de personas a la población ocupada que, proyectadas al total de la población implican 1,5 millones de nuevos habitantes en situación de empleo. De este modo, en los conglomerados urbanos la población ocupada asciende a las 12.993.000 personas que, proyectadas al conjunto alcanzan los 18.728.000.

Sin embargo, a la hora de desglosar la evolución del empleo surge que se ha profundizado sensiblemente la precarización laboral.

Es que, mientras un año atrás del total de la población, el 30,1% se insertaba en el proceso productivo bajo la forma trabajador asalariado y un 9,5% lo hacía bajo esa modalidad pero sin gozar de descuento jubilatorio, en el segundo trimestre de este año los asalariados totales representaban un 32,8% de la población total pero los no registrados ascendían al 12,4%. Dicho de otra forma, del millón y medio de empleos generados 1,2 millones corresponden a trabajadores asalariados sin registrar equivalentes a ocho de cada diez puestos creados.

Según las estadísticas oficiales, en rigor, los empleos registrados decrecieron en poco más de cinco mil puestos pasando del 20,6% del total de la población hasta el 20,4%. Por eso, el trabajo no registrado representa hoy el 37,8% del total de los asalariados cuando, un año atrás, alcanzaba el 31,5%.

Las modalidades de empleo que crecieron, además de la de los asalariados no registrados, fueron los cuentapropistas que pasaron del 9,6% del total al 9,9% y los patrones que representaban un año atrás el 1,5% del total y ahora subieron al 1,6%.

Del mismo informe surge que, con relación a la tasa de actividad, se observa un incremento para las mujeres de 30 a 64 años de 4,1 puntos porcentuales pasando de 67,2% a 71,3%cuando dentro de los varones del mismo rango etario la suba fue de sólo un punto porcentual pasando del 90,9% al 91,9%.

A la vez surge una mejora entre los trabajadores de menor edad toda vez que, dentro de la población desocupada se destacan las variaciones negativas de 8,5 puntos porcentuales para las mujeres de 14 a 29 años que pasaron del 22,4% al 13,9% mientras que, en el caso de los varones, se registró una contracción del desempleo de 3,5 puntos porcentuales pasando del 16,1% al 12,6% para el mismo rango etario.

La denominada “presión sobre el mercado de trabajo” evidenció una disminución de 3,6 puntos porcentuales pasando del 32,4% al 28,8% en la medida en que la tasa de subocupación se redujo del 12,4 % al 11,1% mientras la población ocupada plena se incrementó desde el 22,6% hasta el 26,1%.

En lo referido a las ramas de actividad de la ocupación principal se destaca un incremento en la proporción del sector de comercio de 1,4 puntos porcentuales pasando del 17,7% al 19,1% así como en la industria manufacturera que pasó del 10,9% al 11,6% y el servicio doméstico que escaló desde el 5,8% hasta el 6,6% del total.