Los presidentes de Brasil y Argentina dieron el primer paso en dirección a la llamada modernización o flexibilización del Mercosur. Jair Bolsonaro y Mauricio Macri apuntan a cambiar lo que en la actualidad es una unión aduanera para transformarla en un acuerdo de libre comercio.

¿Cuáles son las diferencias entre una y otro? ¿Se beneficiaría la Argentina con ese cambio?

El Mercosur es una unión aduanera en la que los cuatro países miembro mantienen una política comercial común. Esto significa que ninguno de ellos puede negociar acuerdos comerciales con terceros países que no integran la zona aduanera. Se negocia en bloque. De la política comercial común deriva el establecimiento de un arancel externo común.

“La política de Bolsonaro y Macri apunta a degradar el Mercosur”, afirmó Carlos Bianco, ex secretario de Relaciones Económicas Internacionales durante el segundo mandato de Cristina Kirchner y actual docente e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes.

Según Bianco, los dos presidentes desandarán el camino que ha recorrido el Mercosur. “El objetivo de ambos es poder tener la libertad de buscar acuerdos comerciales bilaterales con terceros países. Eso implica la eliminación de la política comercial común. Por lo tanto, el arancel externo común también dejaría de existir”, explicó.

Las consecuencias prácticas de esta posible situación podrían ser desfavorables para la Argentina. Por caso, si se avanzara en ese sentido y Brasil firmase un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, objetivo que busca Bolsonaro según su círculo cercano, los productos de ese país tendrían acceso libre al mercado brasileño, en iguales condiciones que las de los productos argentinos. “Brasil es el principal mercado para los productos industriales de Argentina. Si el país vecino avanza en ese sentido, las exportaciones argentinas serían desplazadas”, advirtió Bianco.

“Para los sectores industriales argentinos, este camino que quieren recorrer los presidentes de Brasil y Argentina es malo. Incluso, así avancen con un acuerdo conjunto con la Unión Europea”, indicó.

Mientras que la información oficial argentina indicó que Macri y Bolsonaro acordaron impulsar un acuerdo conjunto con la UE, información proveniente de Brasilia, donde se realizó el encuentro, subrayó que esa fue la posición del mandatario argentino. En la conferencia de prensa, y ante el silencio de Bolsonaro, Macri dijo: “El comercio internacional impulsa el desarrollo. Por eso concordamos con la necesidad de encaminar las negociaciones en curso. La negociación con la Unión Europea requirió mucho esfuerzo y avanzó con el presidente Bolsonaro como nunca antes. Vamos a tener el compromiso político del Mercosur de avanzar en este acuerdo que beneficie ambos bloques”.

En ese sentido, la delegación argentina intentó dar en todo momento la sensación de comunión de intereses. “Coincidencia total”, fue la expresión que se usó. Y que ello permitirá avanzar en las modificaciones al Mercosur.

Para Bianco, la coincidencia entre ambos mandatarios es “la política desindustrializadora. Llevar el Mercosur a un acuerdo de libre comercio puede llegar a beneficiar a sectores exportadores primarios, pero no mucho más”, apuntó.

Se estima que Macri y Bolsonaro, junto con los mandatarios de Uruguay y Paraguay, buscarán acordar los cambios este año, durante las presidencias pro-témpore de los dos primeros. En tanto, la Cancillería argentina asegura que avanzarán en bloque en los acuerdos cuyas negociaciones ya empezaron: con la UE, Singapur, Canadá y el bloque EFTA (conformado por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza).

Con todo, las decisiones que tomen los gobiernos en la materia tendrán que pasar por el filtro de los poderosos intereses comerciales de los lobbies industriales de Brasil y Argentina.