La Unión Obrera Metalúrgica selló el martes un acuerdo con la cámara patronal ADIRA en virtud de la paritaria sectorial. De este modo se suma otro gremio estratégico al listado de los escasos sectores que, por ahora, firmaron de una u otra forma un mecanismo de actualización salarial para el ejercicio 2020.

En este caso, y a diferencia de los acuerdos que venían firmando otros sectores y de la tradición del propio gremio que en los últimos años actualizó sus haberes a través de sumas porcentuales de carácter trimestral, el gremio encabezado por Antonio Caló aceptó incorporar en esta situación una suma fija y no remunerativa.

Se trata de un bono de $30 mil que se abonará en cinco cuotas de $6 mil con los salarios de agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre. En la medida que el acuerdo 2019 venció en abril la parte sindical resignó la actualización sobre cuatro meses de haberes.

La recomposición impactará de manera distinta según la categoría (se trata alrededor de un 20% para la categoría inicial) y, a la vez, no afectará la escala salarial vigente sobre la base de la cual deberá en todo caso actualizarse el salario en 2021. Dicho de otro modo, el incremento no quedará incorporado al salario al tratarse de una “gratificación extraordinaria no remunerativa”. El acta firmada sostiene explícitamente que “la gratificación en ningún caso se incorpora a los salarios básicos”.

Al tener un carácter no remunerativo el incremento no impactará en los aportes a la seguridad social aunque sí estará sujeto a los descuentos relativos a la cuota sindical así como aquellos fondos que patronales y asalariados deberán destinar al sostenimiento de la obra social sindical.

Por otro lado y al mismo tiempo la cifra podrá ser absorbida a partir de gratificaciones o bonos que de manera puntual se hubieran podido conceder en determinados casos a partir del 1° de abril de 2020.

Las partes, además, se comprometen a evaluar a través de un nuevo encuentro pautado para la primera semana de diciembre de 2020 una actualización que, por un lado, contemple el último tramo de la paritaria relativo a los meses de enero a marzo y, por el otro, la posibilidad de que el presente acuerdo efectivamente impacte sobre los salarios básicos. Hasta que eso ocurra el sindicato aceptó mantener una situación de “paz social”.

Por último, el acta suscripta por ambas partes contempla la posibilidad de exceptuar a aquellas patronales que, de una u otra forma,  se encuentren atravesando “una situación crítica” formalizada bajo la forma de programas de recuperación productiva o procesos preventivos de crisis. En ese caso se podrán sustanciar acuerdos particulares a nivel de las seccionales regionales de la UOM correspondientes.