Una familia tipo que vive en la Ciudad de Buenos Aires necesita ingresos mensuales por $ 30.914 para no caer bajo la línea de pobreza. Ahora bien, si sus integrantes tienen aspiraciones de ser considerados de clase media (ese tradicional lugar común de los sueños de gran parte de la población) deben reunir entradas por un piso de $ 48.758 al mes.

Ese es el cálculo que realizó la Dirección General de Estadística y Censos del gobierno porteño, al publicar la valorización de canastas básicas alimentaria y total correspondientes al mes de junio. Los números corresponden al consumo habitual de una pareja joven, económicamente activa y propietaria de vivienda, con dos hijos de nueve y seis años, cotejado con los precios relevados por esa dependencia.

La inclusión en esas categorías está vinculada a los parámetros utilizados en el estudio, que considera seis niveles. Los tres más bajos son el de indigencia, marcado por el costo de la canasta de alimentos imprescindible para la nutrición de los integrantes del grupo familiar, fijado para una familia tipo en $ 15.043 mensuales; el de pobreza no indigente, que también abarca una canasta básica de bienes y servicios, y el de no pobres vulnerables, necesario para obtener una canasta total de bienes y servicios, más amplia que la básica, estimada en $ 39.007. Esta tercera franja, si bien está por encima de la línea de pobreza, es propensa a caer debajo de ella ante una variación de precios de mediana intensidad.

Por encima de esos niveles, los integrantes de las familias cuyo ingreso supera el valor de la canasta total son incluidos en el sector medio frágil. El quinto peldaño es, por fin, el de la clase media, en el cual se encuentran las familias con ingresos mensuales de $ 48.758 y $ 156.028 (entre 1,25 y 4 veces la canasta total). Quienes superan ese límite son incluidos en el sector acomodado, el más alto de la pirámide de ingresos.

Los precios de las canastas consideradas sirven como una manera alternativa de medir la inflación en cada uno de los estratos sociales. En junio, las subas con relación al mes anterior fueron de 2,55% para la canasta básica y 2,70% para la canasta total. En los últimos 12 meses las variaciones totalizaron 56,7% y 55,5%, respectivamente.