El salario mínimo vital y móvil quedó fijado en $ 87.987 para junio. Así lo dispuso la reunión del Consejo del Salario Mínimo (SMVM) realizada el 23 de marzo. Allí se actualizó el haber, que llegaba a los $ 69.500, a través de tres incrementos consecutivos por un total de 26,6%. El Consejo volverá a encontrarse este jueves para definir una nueva actualización.

El organismo es presidido por la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, y participan representantes de las cámaras empresarias y de las tres centrales sindicales.

Las organizaciones sociales y piqueteras, interesadas especialmente en la evolución de ese haber porque los programas Potenciar Trabajo representan un 50% del mismo, sin embargo, no participan del Consejo.

Una caída constante

En junio de 2022 el SMVM estaba fijado en $ 45.550. Desde entonces acumuló una suba del 93%. En el mismo período, proyectando una inflación del 7% para junio, el Índice de Precios al Consumidor habrá escalado un 118%. La Canasta Básica Alimentaria (CBA), que impacta especialmente sobre el segmento que cobra el salario mínimo, se encareció en el período un 128%.

Así, en un año, el salario mínimo resignó un 15% de su poder adquisitivo con relación a la CBA afianzando una tendencia decreciente. Desde enero de 2017 acumula una baja del 43%.

De hecho, en junio de 2023 se verifica una de las relaciones más bajas entre el salario mínimo y la CBA, al menos desde abril de 2016. En ese momento, el salario mínimo equivalía a 1,3 canastas alimentarias y llegó a un tope en enero de 2017 cuando escaló hasta 1,46 veces. En la actualidad el valor del salario mínimo equivale a 0,83 canastas alimentarias para una familia de dos mayores y dos menores. No alcanza por lo tanto para eludir una situación de indigencia.

Ese piso sólo fue perforado en marzo de 2023 cuando llegó a representar sólo 0,79 canastas y en el mismo mes del año anterior cuando equivalía a 0,82 CBA.

Con relación a la línea de pobreza, el salario mínimo equivale hoy a apenas 0,37 canastas. Por eso una familia tipo en la que los dos adultos perciben el haber mínimo y, a la vez, dos AUH por los dos menores que la integran, reuniría hoy apenas $ 203.702, un 12% por debajo de la Canasta Básica Total que mide el umbral de la pobreza.

En enero de 2017, el salario mínimo equivalía al 61% de una CBT. En ese momento, la suma de dos SMVM y dos AUH llegaba a $ 17.077, un 28% por encima del valor de una canasta de pobreza.

Negociación cuesta arriba

La caída del 15% del salario mínimo en términos reales, en concreto, afecta a los beneficiarios de los planes Potenciar Trabajo, que se financian con presupuesto estatal y que, en la negociación del jueves, estarán representados por la cartera laboral (ver recuadro).

Para recuperar el poder adquisitivo de junio de 2022 el acuerdo debería partir de una suba inmediata del 18% y, a partir de ahí, establecer una fórmula de indexación. Para equiparar el de enero de 2017, la suba debería ser del 75% y para satisfacer el reclamo histórico de que el salario mínimo equivalga a la Canasta Básica Total, sería necesaria una suba del 165% inmediata además de la indexación mensual.

Testimonios

Las centrales sindicales todavía no fijaron el monto que (en común o cada una de ellas) reclamarán en la reunión del jueves.

La mesa chica de la CGT no dejó trascender sus intenciones. Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores, adelantó a Tiempo que «estamos trabajando el lunes para definirlo. La idea es una cifra que esté por arriba de ese 25% de pérdida y recuperar parte de lo que se perdió durante el gobierno de Macri».

El dirigente explicó que «cuando tengamos un numero de mínima y uno de máxima vamos a hablar con la CGT y la CTA Autónoma para ver si podemos llevar un planteo unificado». Desde la CTA Autónoma, Hugo «Cachorro» Godoy adelantó que «la última vez votamos en contra porque no sacaba al mínimo de abajo de la indigencia ni superaría la inflación. Si el gobierno no cambia la lógica que implica un mayor deterioro de los ingresos, no vemos que el resultado sea positivo». A la hora de hablar de un monto explicó que «deberíamos pedir un 170% para que cumpla con las necesidades que establece la Constitución. No creemos que llegue a eso pero queremos que se acerque lo más posible y que muestre un cambio de tendencia».

Las organizaciones sociales que no participarán del Consejo también emitieron su opinión. Desde la UTEP, Esteban «Gringo» Castro señaló a Tiempo que «trataremos de ponernos de acuerdo con la CGT y las dos CTA. No tenemos un número ahora para no salir a pisarnos. A veces no llegamos a un acuerdo». De todas maneras, adelantó, «el acuerdo al que se llegue nos va a obligar a decir que no alcanza porque no creo que den un  100%».

Por último, desde el Polo Obrero y la Unidad Piquetera, Eduardo «Chiquito» Belliboni opinó que «hay una caída en la venta de productos de primera necesidad porque afecta a los salarios más bajos y los programas sociales. Vamos a plantear una acción unitaria de trabajadores ocupados y desocupados para reclamar en la puerta del Ministerio un aumento hasta la Canasta Básica, que significa una suba de casi el 200%. Claramente tiene que garantizar una recuperación de lo perdido y contemplar una proyección de la inflación hacia adelante» adelantó. «

*El dato de pérdida del poder adquisitivo anual del SMVM que figura en esta nota fue rectificado el 12/7/2023.