Tras una extensa reunión que concluyó el 1 de enero, el gobierno acordó con los supermercados y las fábricas de alimentos un esquema para el retorno del IVA al grupo de alimentos a los que se les había eliminado de manera temporal la aplicación de este tributo. El resultado será que los consumidores verán en sus bolsillos un impacto moderado de la vuelta del IVA.

El caso más favorable será el de la leche fluida, cuyo precio no variará ya que el IVA será absorbido por los supermercados y los fabricantes. Del resto de los 13 alimentos, los consumidores verán incrementados los precios entre un 5% y un 10%, con el saldo hasta el 10,5% o 21% del IVA (varía según el producto) a cargo de las empresas.

Se acordó además abrir una mesa de negociación con el sector productor durante los próximos 30 días. Según fuentes del sector comercial, aun resta que ellos negocien con los fabricantes quién se hará cargo del IVA en algunos productos, o cómo se distribuirán el peso de ese tributo.

En tanto, el gobierno advirtió al sector privado que mantendrá un control on line del precio de los productos en las góndolas de los supermercados a fin de conocer si los precios de venta al público respetan el acuerdo alcanzado el miércoles.

En el sector privado se admitió que la suba de los precios por el fin del programa de reducción de IVA tendrá impacto inflacionario, aunque consideraron que aun es prematuro para ver los efectos. «Hay que ver cómo se implementa en concreto», dijo un analista a Tiempo.

Según el acuerdo, el traslado de IVA a precios finales será el siguiente: leche fluida 0%; pan artesanal de panadería flauta 5%, yogurt firme y sachet, entero y descremado, 7%; arroz largo fino, parboil, cuatro ceros y cinco ceros, 7%; azúcar, 7%; pan lactal blanco en todas sus presentaciones, 7%; polenta, 7%; conservas de vegetales, incluidos tomates en todas sus presentaciones, 7%; harinas triple cero, cuatro ceros y leudante, 7%; yerba con palo y sin palo, 7%; mate cocido y té sin ensobrado, 7%; huevos, 7%; aceites mezcla y girasol, 9%; pan rallado y rebozadores, 10,5 por ciento.

Mientras tanto, siguen las gestiones para iniciar la reducción del IVA para los beneficiarios de la tarjeta Alimentar, la AUH y los jubilados que perciban el haber mínimo. Tiempo informó el fin de semana pasado que este programa estará listo a fin de enero. Además, Precios Cuidados será renovado a fin de volver a incluir productos de primeras marcas.

Estas medidas se complementan con el congelamiento de las tarifas, el freno a los aumentos de los peajes en rutas nacionales, la suspensión del incremento del 5% a las naftas, la extensión por 30 días más de los beneficios a los créditos UVA y la prórroga por tres meses del Plan Ahora 12.

La reducción temporaria del IVA hasta el 31 de diciembre a un grupo de productos de la canasta básica fue implementada por el gobierno de Mauricio Macri para intentar contener, sin éxito, el impacto de la devaluación. Además, fue cuestionada en la Justicia por la mayoría de los gobernadores provinciales que vieron recortados los fondos de la coparticipación. Así, el costo fiscal fue absorbido en su totalidad por el gobierno nacional.