El pasado jueves se anunció la suba del salario mínimo vital y móvil hasta los $ 8060 y la elevación del seguro de desempleo hasta los $ 3000. Se trata de un incremento del 33% en el primer caso y del 650% en el segundo. La primera cuota de aumento del mínimo, hoy en $ 6060, se aplicará a partir de junio.
El Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, integrado por el Estado, las cámaras empresarias y las centrales obreras, tradicionalmente se reúne entre fines de julio y agosto. Así fue desde 2003.
Guillermo Pajoni, integrante de la comisión directiva de la Asociación de Abogados Laboralistas indicó que «lo adelantaron porque está creciendo la resistencia y quieren distraer el eje de atención. Hay un doble juego, por un lado atacan en lo estructural los derechos de los trabajadores y por el otro tiran una zanahoria.»
Juan Carlos Sacco, dirigente empresario gráfico y directivo de la UIA, desestimó el argumento: «No hay nada raro en la convocatoria, son unos días nomás. Los empresarios estamos preocupados porque termine este semestre y se acabe la pesadilla del estancamiento.»
El adelantamiento de la discusión no es la única novedad. Por primera vez se abordarán todos los temas que componen el nombre del Consejo y no se dedicará sólo a actualizar el haber mínimo. Luego del anuncio de la suba del salario mínimo, se constituyeron tres comisiones integradas por referentes de primera línea de cada uno de los sectores que, dentro de 15 días, debatirán sobre empleo, salario y productividad. Esto coincide, por un lado, con la abstención del PRO en Diputados para que pase el proyecto del kirchnerismo para luego vetarlo, y, por el otro, con la caída del proyecto del Frente Renovador que, tal como reclamaban las empresas, proponía incoporar un capítulo pyme.
Sobre los objetivos de la convocatoria, Pajoni explicó a Tiempo que «no confío que este gobierno pueda implementar una política de productividad y empleo favorable a los trabajadores. Arman comisiones para el empleo mientras el propio Estado echa gente. No resulta creíble.» Agregó que «cuando se habla de ‘productividad’ se trata de debatir la explotación de los trabajadores. Es posible que quieran avanzar sobre los convenios», arriesgó.
Para el diputado Omar Plaini, de la CGT, que participará de la comisión de productividad, «las cinco centrales estamos de acuerdo en que es bueno que se hayan conformado las comisiones. No sólo pusimos el punto de la productividad, se hablará de adicciones, condiciones de trabajo, riesgos de trabajo y de muchas cosas que tienen interés para el movimiento obrero. El ministro no puso en la mesa el tema de los descuentos por los días de paro como había dicho, las patronales tampoco. No lo hubiéramos aceptado.»
Sacco, por su parte, explicó que «estamos esperando que el Congreso trate los proyectos para las pymes a la brevedad para recuperar la competitividad. Necesitamos generar un flujo de caja que reactive el mercado interno que es el sostén del sector. La productividad se recupera con inversión, deducciones tributarias y créditos blandos. No están en riesgo los convenios y las paritarias tampoco.»
Plaini concluyó que «hay sectores donde no se puede hablar de productividad tal como la entienden los empresarios. Vamos a defender los convenios que tenemos, no vamos a hablar de productividad sin hablar de desarrollo, inversión, condiciones de trabajo y salarios.»«