Impulsados por el maestro de música, compositor, y profesor de Psicología y Ciencias de la Educación Ramiro Lezcano, un grupo de alumnos de distintas escuelas rurales de del sudeste de Córdoba y el sudoeste de Santa Fe comenzaron un proyecto que hoy superó todas sus expectativas. Alentados por su “profe” a reflexionar sobre las múltiples y acuciantes problemáticas medioambientales con las que conviven y a plasmarlas en canciones, el entusiasmo se transformó en un boomerang que dio vueltas al mundo.

De la observación, el estudiar y la preocupación por las fumigaciones con agrotóxicos, la contaminación y los desmontes, apareció tanto la poesía, como la música y con un fin claro: concientizar. Los chicos y las chicas de localidades como San Marcos sud, Marcos Juárez o Bouquet, entre otras, empezaron a soñar con cantar junto a esos artistas que Lezcano les hacía escuchar en sus clases. Y así, con convicción y la gran ayuda de Internet, el maestro empezó a trabajar en los temas y a enviar la propuesta, logrando que se fueran sumando músicos e intérpretes como Pablo Milánés, León Gieco, Rubén Blades, Hilda Lizarazu, Victor Heredia, Abel Pintos, Teresa Parodi, Rubén Rada y también la Mona Jiménez, Marcelo Moura, Leo García, Joaquin Levinton, Hugo Fattoruso, Billy Bond, Claudio Gabis, Stuka, Batalsar Comotto, Claudia Puyó y muchos más, que hoy se cuentan por cientos.

Toda la música para una sóla causa

El profesor explica en el sitio oficial de Canciones urgentes para mi tierra que esa amplitud fue buscada: “La diversidad de géneros que van desde la chacarera al punk, desde el blues al carnavalito, desde la zamba al hardrock, le aportan al proyecto diversidad y pluralidad”, dice Lezcano, y como muestra basta un botón: con Marcelo Moura y Leo García, grabaron la sutil y electrónica “Agua va”; con Teresa Parodi y Lorena Astudillo, una suave melodía con aires litoraleños, “Nuestro sueño florecerá”; pero también la contundente y furiosa “Basta”, con los íconos del punk Stuka y Nekro y el recordado Palo Pandolfo. Y entre tantas más, entusiasma que pronto saldrá, junto Gieco la poderosa “Carancho de metal”. Pero como además no se trataba sólo de conseguir el sí de los artistas, sino de plasmar su participación, fue crucial también la solidaridad de estudios de grabación y de grandes profesionales del sonido, como Mario Breuer o el Portugués Da Silva, entre otros.

Hoy, pueden escucharse más de treinta temas (divididos en el Disco Naranja y el Disco Verde) creados por escuelas de localidades como Marcos Juárez, Leones, Monte Leña, y San Marcos sud, donde participan alumnos y alumnas de otras tantas instituciones rurales invitadas, junto a este verdadero seleccionado que reunió a cientos artistas. También hay videos, fotos y hermosos dibujos, que también fueron posible a la cooperación de artistas de esos rubros. Además, se viene una segunda etapa que ya proyecta más canciones, más escuelas de otras provincias y un documental sobre este enorme e inspirador trabajo.