Prison Break (2005)

La serie que catapultó el subgénero a nivel internacional. Dos hermanos con apellido distinto (Lincoln Burrows y Michael Scofield) están presos por motivos también distintos: el primero por un crimen que no cometió; el segundo, se hace meter preso para liberar a su hermano. Sofisticado en su trama no tan así en su narrativa y desarrollo, opta por el estilo adrenalínico que al momento de su aparición imponía 24. Una serie de personajes uno más detestable que otro, pero que imponen a las relaciones una riqueza que la inicial bondad de los hermanos jamás habría conseguido, completan el cuadro de situación de una serie que tuvo lo mejor -y acaso su razón de ser- en las temporadas que finalizaron en 2009, y no en la floja reentré de este año. Por Fox. 

Wentworth (2013)

En el arranque, la protagonista, Bea Smith, está siendo procesada por un presunto intento de asesinato de su esposo Harry; razones no le faltaban, pero para el sistema carcelario -cuando no para la justicia- eso no importa mucho. Así que una vez adentro, lo que se ve es el proceso de adaptación de Bea las reglas de la cárcel, que es el esquema básico -excepto acaso Orange a New Black, de ahí su originalidad- en el que se basaron las series sobre cárceles durante mucho tiempo. Esta tiene la particularidad de venir de Australia -donde fue muy popular- y permite ver similitudes y diferencias con lo que ocurre en aquellas tierras. 

El Marginal (2016)

El toque argentino que puede competir de igual a igual con las mejores de cualquier género. Acá un ex policía (Juan Minujín) tiene que meterse en la cárcel con identidad cambiada para resolver el secuestro de la hija de un Juez de la Nación. Pese a ser policía y tener ventajas comparativas importantes frente a cualquier mortal común en eso de adaptarse a la cárcel, Minujín no se las ve sencillas, y muestra que más allá de compartir desde distintos lugares del mostrador el mundo del hampa, los roles, además de las circunstancias, hacen a las personas. El antecedente de Tumberos hace pensar que el carcerlario parece ser un subgénero que sienta bien en la televisión argentina. Se encuentra en Netflix. 

Oz (1997)

Una del siglo pasado a modo comparativo de todo lo que cambió lo que los relatos buscaban en la cárcel. Aquí se trata de la típica visión sobre la cárcel como instiución que sirve para rehabilitar al ciudadano que cometió un delito. Aquí se muestra a la prisión de máxima seguridad Oswald State Correctional Facility como una institución supuestamente concebida para modificar malos hábitos y conductas que sólo los profundiza. Los personajes, así, anticipan un poco lo que después se verá en todas las series: que los buenos no son tan buenos, ni los malos tan malos. En la plataforma de HBO. 

Bad Girls (1999)

Uno de los antecedentes más importantes de series como Orange is the New Black. Y no por casualidad se trata de un drama británico que junta a chicas malas a las que el sistema hace más duras aún porque cree que las puede cambiar. Lo bueno de la serie es que empezó a hablar sin remilgos de todos los temas que hoy están en las luchas de las mujeres: aborto, bullyng, drogas, suicidio, violaciones. Ocho temporadas que hablaron de ellas de una manera distinta cuando pocos se animaban.