La cúpula de la Iglesia católica criticó hoy la puesta en escena en versión libre de la obra Theodora en el Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires porque consideró que «se bastardearon y blasfemaron la fe y la religiosidad con palabras que no se pueden aceptar referidas a la Virgen María».

Un comunicado de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) dijo que «recibimos con tristeza y dolor cómo en una pretendida expresión artística se bastardearon y blasfemaron la fe y la religiosidad con palabras que no se pueden aceptar referidas a la Virgen María».

«Se han vertido nada menos que en el Teatro Colón, ícono de la cultura de la Ciudad de Buenos Aires y de nuestra patria, donde los argentinos nos deleitamos con el arte y la música del mundo; ahí se dijeron expresiones que ultrajan la sensibilidad de una porción muy importante de nuestro pueblo, que más allá de su creencia religiosa, siempre respeta a la Virgen», afirmaron los prelados.

Y añadieron: «Pedimos a las autoridades que velen por una sociedad sana y democrática, en la que se respeten todos los símbolos sagrados, de cualquier religión que sean, tanto como se respeta y defiende la libre expresión de los artistas».

El comunicado fue firmado por monseñor Oscar Ojea, Obispo de San Isidro y presidente de la CEA; el cardenal Mario Poli, Arzobispo de Buenos Aires, y vicepresidente 1º; monseñor Marcelo Colombo, Arzobispo de Mendoza y vice 2º, y monseñor Carlos Malfa, Obispo de Chascomús y Secretario General de la CEA.

El comunicado también aprovechó para destacar el aparente éxito de la última peregrinación a Luján: «el fin de semana pasado, una multitud de hombres y mujeres libremente convocados, nuevamente volvió al camino para cubrir a pie la distancia que nos separa del Santuario de Nuestra Señora de Luján».

«Fue después de un año lleno de privaciones, incertidumbres y angustias: muchos, con el corazón atravesado por el dolor a causa de haber perdido a familiares y seres queridos», dijeron.

Sostuvieron, como contraposición, que «la Peregrinación Juvenil para los católicos es una imagen de la Iglesia peregrina, que a pesar de las pruebas, recibe muchas gracias y consuelos a través de la Madre del Salvador, y por eso, fuimos cantando y caminando para pedir ‘trabajo y salud para nuestro pueblo'».

El pronunciamiento de los obispos estuvo referido a la puesta en escena de la obra Theodora, sobre una mártir cristiana, que contempla visiones actuales sobre el feminismo.