Se conocían de antes, habían cantado juntos en algún escenario y compartido una gira por España. Pero nunca habían tenido un proyecto en común. A raíz de un encuentro casual en la puerta del colegio Lenguas Vivas, donde asisten sus hijos, Ariel Minimal y Antonio Birabent tuvieron la oportunidad ideal para verse, tomar unos mates y charlar. Y de pronto, de manera inevitable, contando más de 30 años de carrera y más de 55 discos entre los dos, esa primera reunión derivó en juntadas semanales en la que siempre terminaban de armar alguna canción. Pasados los tres meses de esa rutina se dieron cuenta de que tenían un repertorio. Habían logrado un rito de escritura y composición entre los dos, y ahora necesitaban una banda: así nació Las Lenguas Muertas, el grupo al que se suman Marcos Rocca en bajo y a Claudio Leiva en batería para acompañar a la voz de Birabent y a la guitarra de Minimal. Adornaron a las nuevas criaturas con toques bien rockeros y lanzaron su disco debut, que cuenta con 13 temas, grabados, mezclados y masterizados por Mauro Taranto, que presentan el 13 de agosto oficialmente en vivo.

“Todo se dio sin planearlo, no sabíamos adonde íbamos. Todo fue fácil y rápido: estábamos en casa jugando y salía”, cuenta Birabent. “Fue una secuencia natural terminar haciendo una banda y un disco. Estuvo genial, porque cada uno está en su mundo, en sus proyectos, y a veces da pudor compartir con otros las ideas propias, pero eso con Ariel lo superamos rápido. No es tan común que se de todo como se dio todo”.  Minimal amplía: “Nos tiramos a la pileta, nos sorprendió la primera canción y quedamos para seguir juntándonos. Componer en dupla, o con más personas, no es tan usual, porque la compsoición es un acto íntimo, te diría. Pero había ganas y salió algo que nos gustó, algo que no teníamos como objetivo. No esperábamos nada y pudimos armar algo», explica Minimal.

Ninguno de los dos, dicen, son cultores del ego, y estuvieron dispuestos a escuchar lo que el otro proponía. Birabent admite: “Sin ser amigos, se dio una camaradería creativa, y fuimos directo al oficio de componer. Los cuatro del grupo tenemos muchos años en esto, así que cuando arrancamos, tratamos de disfrutarlo, lo tomamos relajados. Eso es muchísimo.” Minial, por su parte, cree que “son canciones que surgieron de dos guitarras acústicas en el living de la casa de Antonio, y podría haber funcionado así, pero luego las vestimos con los detalles eléctricos a esos esqueletos que sostienen todo: distorsión y todos los elementos rockeros para que Antonio luzca como frontman, y decidimos una sonoridad bien clásica”.

El nombre del grupo surgió porque el primero que pensaron, ya tenía dueño: así que pensaron en el colegio donde se dio el primer encuentro que, finalmente, derivó en el proyecto. “Además, para muchos el rock es algo viejo o muerto, pero para nosotros es un idioma que seguimos hablando”, reflexiona Birabent. En ese sentido, Minimal cree que la cuestión acerca de la desaparición del género es algo más mediático que real: “Porque la música urbana, por nombrar algo, esté creciendo no supone que el rock está acabado. A los que les preocupa les digo, si está muerto, o creen que es una lengua muerta, hay quien todavía lo habla. En el fondo son etiquetas, porque hay un público que todavía lo disfruta”. 

De hecho, mientras esperaban la salida del disco el grupo grabó versiones en castellano de temas que les gustaban de los Rolling Stones, The Jam, Los Beatles y Sandro. Le dieron forma de EP y esos temas también sonarán en su próximo concierto.

Las letras de estas canciones no son fáciles de definir, por eso Birabent resume: “Hay letras que son voladoras, que no se entiende muy bien de qué se está hablando y ahí está su encanto o su poesía. Tampoco nosotros nos pusimos a pensar en eso, en esas tardes de composición. Creo que por la velocidad con las que las hicimos no pensamos demasiado, sino que disparamos imágenes mentales. Puede ser un pájaro, una cabaña perdida, o alguien que quiere hacer todo por primera vez. Son muy importantes para nosotros las letras, cantamos lo que queremos cantar, no cualquier cosa, y en eso hay que tener cuidado. Comparada con mis letras solistas, en Las Lenguas Muertas hay más ensoñación”.

Ariel Minimal describe que ese terreno creativo en común es como un nuevo barrio que comparten con Birabent: “Son nuevas calles las que recorremos juntos. Somos permeables y logramos una manera de contar algo que es una amalgama del oficio de ambos, para poner en palabras sentimientos. Creo que logramos una estética y un universo que se diseñó solo con la experiencia. No hicimos nada apurados, pero hubo una velocidad de creación interesante. Y quedaron canciones reales, sinceras y disfrutables”. Como banda paralela a otros proyectos de los músicos, ambos coinciden que cada encuentro de Las Lenguas Muertas es especial. “Es algo que ocurre y fluye”, afirma el cantante de Pez, mientras Birabent agrega que “cuando nos juntamos, nos entusiasma como la primera vez”.  

Además de compartirlo a través de las plataformas, el disco homónimo de Las Lenguas Muertas tiene su edición en vinilo a través del sello Tara Récords. “Poner en vinilo un disco en la calle tiene algo especial, es otra sensación. Es algo tangible, te exige otra atención, tenés que estar ahí para darlo vuelta. Es el mejor formato que le queda a Las Lenguas, creo. Es como nuestra generación aprendió a escuchar música”, cree Ariel. “Ahora hay otro modo de conectarse con el oyente, sacando de a un tema, con colaboraciones varias, y está bien, pero le hacemos honor a los que nos gusta a nosotros”, sigue. “Hay algo discográfico en nuestras cabezas. Uno se adapta, pero me pasa que los únicos laburos que no recuerdo tanto, que un poco los olvido, son los que hice de manera virtual, los que no se fabricaron y no los puedo tener”, admite el hijo del Moris.

Las Lenguas Muertas tienen el espíritu punk rock incorporado, más allá de lo lúdico de su origen. “Me crié en la cultura del No Future, entonces hay algo de ir día a día, así que no espero nada en particular. Hemos pasado de todo en tantos años de carrera, y nunca nada nos detuvo. Obvio que no es fácil. Pero como un truco de supervivencia es no mirar demasiado para adelante, sino ir haciendo, y cuando tenés ganas y tenés canciones, las mostrás, como ahora hacemos con Las Lenguas”, resume Ariel Minimal. Antonio Birabent concuerda con esa filosofía: “El mejor antídoto contra las dificultades, para nosotros, es hacer música. Es saludable y valiente, porque no importa qué pase, haremos lo que sabemos y nos gusta. Y en este caso, lo que más quiero es tocar en vivo con Las Lenguas Muertas: viendo cara a cara a la gente”.

Las Lenguas Muertas

La banda de Antonio Birabent, Ariel Minimal, Claudio Leiva y Marcos Rocca presenta su álbum debut el próximo sábado 13 de agosto a las 22, en el C.C. Richards, Honduras 5272.