Es tiempo de regresar a la escencia, a los orígenes: es la vuelta a tocar y a girar. La banda Molotov vuelve al ruedo, y No olvidamos, su más reciente single, ya acumula más de tres millones de reproducciones en YouTube a pocos días de ser lanzado. Es  que la canción es una muestra de lo que será su esperada nueva producción discográfica, la séptima de su carrera, nacida durante la pandemia y una nueva oportunidad para que los mexicanos regresen con su mensaje político, de resistencia y su particular sonido, que los ha caracterizado durante casi tres décadas de carrera.

El próximo 30 de septiembre vuelven también a la Argentina: serán parte del Festival Renace Buenos Aires, que se realizará en el Luna Park, y que tendrá como  principal atracción al combo azteca, si bien también tocarán Kapanga, Eterna Inocencia y Lucy Patané. “Extrañamos mucho su energía, les venimos a mostrar que es lo que estuvimos haciendo”  confiesa el bajista y cantante Micky Huidobro, en representación de sus compañeros Tito Fuentes, Randy Ebright y Paco Ayala.

La última visita del cuarteto de dio en el verano de 2020, cuando trajeron su show acústico a los escenarios porteños y al Cosquín Rock prepandémico. “Tocaremos las que siempre nos piden, pero también estamos con ganas de decir cosas nuevas, con canciones elaboradas en un contexto muy especial”, comenta el músico.

La banda siempre se caracterizó por su potente sonido y sus irreverentes letras, llenas de fuertes críticas sociales y lejos de la corrección política, y esta vuelta no es la excepción.Entre otros puntos, No olvidamos nombra a los presidentes mexicanos bajo cuyos gobiernos les tocó vivir a los integrantes del grupo, de Luis Echeverría hasta Andrés Manuel López-Obrador, así como a las intenciones de combatir una pandemia mundial a través de la fe religiosa por medio de las estampitas. Como su nombre indica, Molotov prende fuego a los que tuvieron poder, alentando a no olvidar las injusticias, la ignorancia ni que, a pesar de que suene desalentador, siempre hay que involucrarse para que algo cambie.

 -Eligieron un tema muy directo para mostrar cómo será su nuevo disco, como para que se entienda que no van a dejar la senda que los trajo hasta acá. ¿Pero había chances de ir por otro lado?

-Es una canción fiel a nuestro estilo. Cuenta la realidad de distintas épocas para recordarle a todo aquel que lo escucha un poco del pasado que arrastramos, y para estimular a una sociedad que tiende a olvidar con suma facilidad cómo los políticos que abusan del poder hacen a su antojo. No olvidamos es un recordatorio de muchos sucesos que nos han marcado, pero también una invitación al análisis, a la crítica, a la inconformidad sobre tantas hipocresías que vemos de muchos que nos pidieron un día confiar en ellos y nos defraudaron. Pero, sobre todo, a aprender de nuestro pasado.

-Es un tema que tiene muchas colaboraciones, también

-Trabajamos con Ross Robinson, productor que estuvo al lado de bandas como Korn, Limp Bizkit, The Cure y Slipknot, por mencionar algunos. También tiene la coproducción de Meme del Real, de Café Tacvba, así como el toque del canadiense Mike Fraser, quien trabajó con AC/DC, Metallica, Aerosmith o Joe Satriani. El resultado no podría ser otro más que una canción memorable, la verdad estamos muy conformes.

-¿Cómo fue el trabajo de armar un disco en pandemia?

-Casi no nos juntábamos para componer, sólo hace un tiempo nos juntamos a montar todo. Está bueno porque fue hecho de manera clásica, de manera análoga. Ensayamos y nos juntamos a grabar como se grababa en los ochenta: un, dos, tres y vamos; queda o no queda.

-¿Cómo influye en el espíritu de Molotov la actualidad?¿Lo cambió en algo?

-Hoy en día todo es más delicado, no se puede hacer un comentario porque alguien se puede ofender. Y nosotros no queremos hacerlo, pero no nos vamos a andar cuidando, sólo queremos poner nuestro punto de vista, como siempre. Creo que el espíritu es el mismo pero desde otra trinchera. Hay muchas canciones que suenan en las radios que solo hablan de cosas banales y  otro tipo de música domina el mercado, relegando a otros géneros como el rock; bueno, nosotros vamos a luchar contra eso, a nuestra manera.

-¿Por eso anunciaron que en unos días estará lanzando un tema llamado Quiten el trap?

-Exacto. Será una canción que mostrará qué es lo que pensamos al respecto. Siempre me mantuve al margen del llamado género urbano, pero me puse a investigar para ver quiénes son y qué dicen. No tienen compromiso social alguno y me sorprende una cosa: molestan temas nuestros de hace 20 años pero no la vulgarización del sexo de las canciones actuales. Hay personas que se ofenden por una canción de Molotov. Para mí no tiene sentido. Pero bueno, es un tema con algo de  ironía, con autotune y mirando todo el panorama rockero de manera muy chusca. O simpática. Veremos cómo se lo toman.

-¿Las nuevas generaciones no están listas para Molotov?

-No lo sé. Todo es distinto. Por suerte tenemos nuestro público, pero es diferente. Hasta los equipos de audio ya no son como eran. Todo es tierno y con pocos huevos. Nos pasa que tocamos con equipos nuevos y se sobrecalientan y se apagan, como que no están preparados para nuestra manera de tocar. Ya veremos qué hacer (risas)

-¿Sienten como una responsabilidad decir lo que piensan, mostrar lo complejo de la realidad social?

-Latinoamérica siempre está en desventaja sobre la supremacía del Norte y de Europa. Somos muchos y tenemos que aprender a adaptarnos o proponer algo distinto. Entonces, desde lo discursivo siempre hay que plantear que muchas de las cosas que pasan están mal. Los poderosos juegan a un juego sólo por el poder, para ganar dinero, sin pensar en las personas. Muchas personas ostentan austeridad republicana y son meras consignas. La verdad es que fuimos engañados por muchos y seguro sigue pasando. Pero uno aporta algo para acompañar con música a alguien que seguramente con un click en su teléfono te elige para acompañarlo en su lucha diaria; nosotros queremos decirle a esa persona “no estás solo, todos estamos en esto y algo tendríamos que hacer”. Aunque no seamos tan bonitos y jóvenes como otros que sólo hablan de chingarse a alguien.

-¿La estética de lo audiovisual fue en desmedro de la música?

-Estoy seguro de que muchos se fijan más en cómo les queda el pantalón o el vestuario, que practicar un instrumento. Prefieren maquillarse a sonar bien. No es nuestra manera. Pero tratamos  de adaptarnos y mantener vigente nuestra forma de hacer las cosas.  Se que hay muchos que saben apreciar eso. En la Argentina hay bandas emblemáticas que nos enseñaron a hacerlo así.

-¿Cómo es esa conexión con nuestro país?

– Admiramos y nos acercamos a Babasónicos, los Illya Kuryaki, a Fito, Charly, tocamos con Pappo, con Calamaro, los Enanitos verdes. Tenemos muchos amigos y hay mucho talento. Y tocar en su casa es algo que nos deleita, siempre. El público es muy apasionado, demostrativo, hacen temblar el piso de cualquier concierto y nosotros nos gusta mucho acercarnos a esa sensación. Esa euforia es contagiosa. Viene bien, más ahora que ya estamos grandes.

-Ya son 27 años juntos ¿Cuál es su fórmula?

-Tener hambre (risas). Creo que siempre respetamos el trabajo del otro, y lo que hacemos juntos. El camino recorrido.  Es importante  el respeto, aunque nos damos también la chance de mandarnos a chingar a su madre si es necesario.

Molotov en vivo 

El grupo mexicano integrado por Micky Huidobro, Tito Fuentes, Randy Ebright y Paco Ayala vuelve a la Argentina para presentar sus nuevas canciones y sus grandes éxitos en el Festival Renace Buenos Aires. También tocarán Kapanga, Eterna Inocencia y Lucy Patané. Viernes 30 de septiembre a las 20, en el estadio Luna Park, AV. Madero 470.