Desde este jueves 15 de junio se puede ver Varsavsky. El científico rebelde, el documental de Rodolfo Petriz que cuenta, como si se tratara de los primeros pasos de una investigación, parte de la vida y sobre todo la profunda huella que dejó el gran matemático y pionero de la computación Oscar Varsavsky en la vida científica y académica del país. “En 2013 había hecho un informe especial para el suplemento Futuro de Página 12, pero todavía estaba lejos de tener las herramientas como para emprender un documental”, cuenta este Profesor de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Magister en Periodismo Documental por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF).

Las inquietudes que le fueron generando su actividad como divulgador científico, podemos decir que le dejaban sabor a poco, así que hizo una maestría en periodismo documental. Así llegó primero Vito Dumas. El navegante solitario (“para muchos fue el más grande navegante solitario de la historia de la náutica mundial, hizo hazañas increíbles en las décadas del ‘30, ‘40 y ‘50”) y este muy bueno sobre Varsavsky. “A mí me interesaban las cuestiones de filosofía de la ciencia, y me llamó mucho la atención la radicalidad, la vehemencia, lo disruptivo de su pensamiento en función de cómo entendía la relación entre ciencia, tecnología y sociedad.”

El film comienza con el mismo Petriz en una especie de alter ego periodista que, leyendo La nuca de Houssay, se detiene en la frase: “En un momento, no hubo laboratorio de la Argentina que no discutiera las ideas de Varsavsky”. El realizador amplía: “Sentía que era importante traer a la actualidad su pensamiento, para favorecer un debate acerca de qué tipo de ciencia necesitamos y para qué queremos la ciencia. En el sentido de que su pensamiento tiene mucho que aportar y qué decir. Varsavsky es conocido en ámbitos más académicos e intelectuales, y me parecía fundamental que su mirada salga de ese ámbito y tome un alcance más público, o para el público en general.”

Y también le pareció interesante a la gente del Incaa y de Mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires, ya que el proyecto enseguida tomó envión. Así fue que después de esa frase excusa, el realizador y el alter ego periodista del film empezaron un camino del cual el documental casi es copia fiel: luego de una especie de introducción general, se divide en tres partes que tienen íntima relación con la propuesta teórica de Varsavsky. «Fue un camino bastante similar, porque incluso hay algunos elementos que realmente surgieron a partir del documental. Por ejemplo, los audios con la voz de Varsavsky -no existen registros oficiales de su voz. Yo no sabía que existían, y cuando me voy a Brasil a tomar un testimonio, después de cinco horas, el entrevistado me dice: ‘tengo esto también’. Podemos pensar que hubo un trabajo que tuvo esas características.”

Ciencia, sociedad y una mirada para el futuro

Una de las riquezas del documental es que da voz a tres generaciones distintas que se relacionaron con el gran matemático. La primera, la que lo conoció e interactuó con él; la segunda, una que lo conoció, pero que formaba parte de quienes fueron sus sucesores; la tercera, jóvenes científicos de hoy que lo estudian y estudiantes que lo descubren por primera vez en una cátedra libre de la Universidad de la Plata. Los primeros fueron discípulos o parientes y tienen un interés teórico en él, y eso es una primera diferencia. Y en todos los casos, al igual que sus sobrinos, que eran militantes del ERP y tuvieron discusiones políticas con él, le reconocen un gran valor para pensar el presente, más allá de que hayan estado o no comprometidos ideológicamente. “Todos reivindican su legado y la necesidad de discutir un país y una ciencia en los términos que él proponía. La gente joven se acercó a Varsavsky tal vez movidos por el mismo interés que tuve yo acerca de lo que eran sus propuestas en ese momento. Me parece que algunos jóvenes lo toman como interesante pero que no puede ser practicable en la actualidad, aunque la recepción es heterogénea: algunos lo ven excesivamente utópico y otros no tanto”.

Varsavsky influyó sobre varias generaciones de científicos, desde aquellos que lo conocieron hasta quienes lo estudian hoy.

En ese sentido, uno de los que formó parte de esos debates, pero más de la difusión de su pensamiento, el sociólogo Jorge Karol, dice en la película: “Cuando leí su propuesta me impactó que dijera: ‘tenemos que hacer un proyecto científico que primero, sea factible, y después, que nos guste’”. Esa idea del deseo y del placer a la hora de militar una idea también era novedosa; algo que sólo el tiempo pondría entre los puntos de interés de las militancias de cualquier tipo. “Varsavsky pensaba mucho acerca de la hegemonía cultural más allá de la idea de que lo que te hacen investigar es lo que te hacen pensar: hay toda una construcción de lo que es la hegemonía cultural que ataca en los diferentes flancos que tiene el ser humano, y uno es ése: el tema del deseo, qué es lo que te hacen desear en función de esa hegemonía cultural que está construida. Por eso decía: ‘no miremos la meca científica del Norte, no sigamos ese mandato, busquemos uno más propio, más regional, con nuestras características’”.

-¿Qué fue lo nuevo que tu alter ego periodístico y vos descubrieron haciendo el documental?

-Yo lo conocía mucho teóricamente, me parecía una persona muy discutidora, polémica. Pero lo que me llamó mucho la atención es algo que me comentó todo el mundo: su honestidad intelectual y la huella que dejó en toda la gente con la que se rodeó; todos lo tomaron como un referente y siempre lo tuvieron como un referente. No es una persona que haya pasado al lado de ellos y listo. Todos me hablaron de eso y cómo les marcó la carrera. Era una persona que vivía como pensaba: lo que expresaba con la palabra lo mantenía con sus actitudes y con el cuerpo.




Varsavsky. El científico rebelde.

Un documental con guión, producción y dirección de Rodolfo Petriz. Fotografía: Rodrigo Sánchez Mariño. Colaboración en guión: Marcelo Petrazzini y Marcelo Rodríguez. Funciones desde el jueves 15 de junio en Cine Gaumont; del jueves 15 al miércoles 21, a las 20.30 en Espacios INCAA del país. Más información en http://www.incaa.gov.ar/programacion-espacios-incaa.