Que sólo existen hombres y mujeres, sin lugar para las diversidades. Que el aborto no es un derecho. Que niñas y niños no pueden tomar decisiones sobre su identidad. Tales fueron algunas de las premisas que se difundieron en el primer “Congreso de Educación Sexual Integral con base científica y valores”, el 13 de mayo, impulsado por la Mesa Evangélica Metropolitana del Chaco y por la Mesa Evangélica del Interior del Chaco. Dos semanas después, en la misma provincia, culmina el primer “Congreso del Norte Grande sobre Educación Sexual Integral” (ESI), con participación masiva y una meta clara: es necesario que la implementación real de la ESI llegue a todo el país, y obstaculizarlo implica vulnerar los derechos de niñeces, adolescencias y de la sociedad toda.

El encuentro del viernes 13 reflotó una polémica que no es nueva, contra la Resolución 967/21 y el Decreto 2633/21, firmados respectivamente por el ministro de Educación provincial, Aldo Lineras, y por el gobernador, Jorge Capitanich, a fines del año pasado. Apuntaban a aprobar propuestas ‘alternativas’ a los principios que rigen la ESI a nivel nacional. Sobre esa base la provincia avaló la realización del cuestionado congreso. Aunque luego se despegó de su contenido.

Desde espacios como la sede local del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y Amnistía Internacional alertaron sobre la gravedad de tal evento. «Amnistía Internacional rechaza que el Congreso avalado por el Ministerio de Educación provincial patologice el aborto bajo el término ‘síndrome post aborto’ y que cuestione la igualdad de género ‘desde la ciencia’, entre otros ejes». Por su parte, desde Inadi Chaco, la delegada Nancy Sotelo dijo a Tiempo: “Más allá de las posiciones religiosas, que respetamos, la división Estado-iglesia es fundamental para que se respeten los derechos de niños, niñas y adolescentes y la implementación real de la ESI en todas las escuelas”.

Tras la realización del polémico congreso aprobado por Educación, desde esa cartera aclararon que los contenidos no habían sido los anunciados. “Esto constituye una falta grave a la confianza institucional depositada por este ministerio en los/as oferentes del Congreso”, plantearon. Sin embargo, Sotelo recordó que el INADI ya había emitido dictámenes –en 2013 y 2018- sobre los materiales de capacitación que eran trabajados y difundidos desde las mesas evangélicas de esa provincia. Ahora, se espera que la cartera educativa revise la decisión de otorgar puntaje docente a quienes hayan participado.

“No solamente tiene que ver con una cuestión de confianza institucional sino que es un hecho grave en relación a los derechos de las niñeces y adolescencias con respecto a la ESI. Y con las personas en general, por los avances en materia de derechos e identidad de género”, planteó Sotelo. Y agregó: “Nos preocupa mucho como sociedad en general, pero como provincia en particular, el aumento de casos de violencias, de abusos intrafamiliares y niñeces abusadas. Y ahora también en adolescentes. Es muy doloroso y este tipo de acciones lo que hace es vulnerar el derecho de niñas, niños y adolescentes a recibir educación sexual integral”.

Desde la Red de Educadoras Feministas de Chaco recordaron que a fines del año pasado, cuando se dieron a conocer la Resolución 967/21 y el Decreto 2633/21, alertaron sobre “el peligro de habilitar a grupos conservadores y fundamentalistas religiosos la intromisión en la política educativa de la Educación Sexual Integral en nuestra provincia, y alertamos sobre su carácter discriminatorio y en contra de los derechos de niñas, niños y adolescentes”. Por eso, remarcaron que el congreso del 13 de mayo “no solo confirma nuestra preocupación sino que vulnera ampliamente la Ley ESI 26.150 y los marcos de derecho internacional que la sustentan. Esta normativa nacional ya cumplió 15 años de vigencia, pero lejos de estar consagrada en la política educativa nacional, no se ha conseguido garantizar su efectiva aplicación en nuestra provincia, sino que además el gobierno habilitó estos instrumentos legales que no significan otra cosa que un retroceso de muchos años en materia de derechos humanos”.

Por una ESI real

Con esa preocupación todavía candente, fue celebrada desde los espacios abocados a la garantía de los derechos la masividad del primer Congreso del Norte Grande sobre Educación Sexual Integral, con más de 3000 estudiantes y docentes participando este jueves y viernes en Resistencia.

Estela Diaz, ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, fue una de las disertantes convocadas. “Los contenidos de la ESI tienen que ver con construir una sociedad sin discriminaciones de ningún tipo, reconociendo la diversidad humana, que es múltiple, no solo por razones de género”, analizó en diálogo con este medio. Y resaltó que esa mirada “se enfrenta a un pensamiento conservador que propone seguir consolidando formas de discriminación, de segregación por género. No nos hace nada bien como sociedad que no se aliente algo que es respetar los derechos de pibes y pibas y que además es ley en Argentina. El acceso a la ESI es algo a lo que los estados están obligados. Además es lo justo, es un derecho, nos ayuda a repensar vínculos, a pensar cómo vivimos nuestras infancias y juventudes de un mejor modo, más inclusivo”.

Resaltó la importancia de la realización del primer congreso por la ESI en el norte del país. “En las provincias del norte es muy fuerte el peso de lo religioso en el sistema educativo. Y tenemos una responsabilidad como Estado de que se cumpla nuestro acceso a una educación laica, plural y que respete los valores democráticos”, señaló Díaz, quien asistió para compartir la experiencia del trabajo en torno a la ESI en las escuelas de la Provincia de Buenos Aires.

Díaz puso énfasis también en la vulneración de derechos que sufren los pueblos originarios de las provincias del norte en esta materia. Por eso resaltó que el congreso realizado ayer y hoy incluyera el tratamiento de la ESI en relación a los pueblos qom, wichi y mocoví.