Este viernes se presentó la denuncia penal contra Baby Etchecopar por amenazas coactivas, instigación a cometer delitos, intimidación publica, incitación pública a la violencia colectiva y apología del crimen, luego de que el conductor difundiera al aire los teléfonos de tres voceras de prensa de La Campaña Nacional Contra las Violencias hacia las Mujeres (CNCVHM) que, el 4 de mayo pasado, se manifestaban en la puerta de Radio 10 pidiendo que Etchecopar rectificara sus declaraciones luego del femicidio de Micaela García, cuando aseguró: “Si tu hija de 12 años sale mostrando las tetas y haciendo trompita, hay una provocación”.

Lejos de rectificarse, el conductor reforzó su posición y, tras difundir los contactos, pidió a su audiencia que le dijera a estas mujeres lo que pensaba de ellas. Esto generó una catarata de amenazas e insultos contra las militantes que denunciaron a Etchecopar por lo sucedido. Los delitos que se le imputan al periodista se agravan en función del contenido de violencia contra las mujeres de acuerdo a la ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres.

“Entendemos que lo que nos pasó fue una reaccion machista que pretende defender con uñas y dientes los espacios de poder que desde los espacios de mujeres se les está disputando”, dijo a Tiempo, Florencia, una de las tres mujeres agredidas por Etchecopar. Y agregó: “Tenemos la responsabilidad de seguir luchando por visivilizar y denunciar el rol que cumplen los medios de comunicación, que siguen reproduciendo discursos de violencia, que culpabilizan a la victima y que legitiman discursos misoginos. Es por eso que no estamos dispuestas a callarnos y vamos a seguir organizandonos y luchando para frenar esto”.

Finalmente, Florencia contó que vivió “una situación espantosda”, porque “nos llovieron cientos y cientos de mensajes de amenza de violacion y de muerte”, y destacó que “la mayoria eran de varones, que transmitian la misoginia de Etchecopar”. Además, resaltó que lo sucedido “no es muy diferente a lo que sufre una mujer vulnerable y desprotegida en situación de violencia”.

Luego, Florencia confesó que ella y sus compañeras temieron por sus vidas, pero mostró fortaleza al advertir: “Si hay algo que aprendimos de los violentos es no dejarnos amedrentar. No nos queda otra que seguir adelante”. Finalmente, la joven expresó: “Si bien la justicia, llena de fallos machistas y patriarcales, no suele ser favorable a las mujeres, entendemos que esto tiene que ser una muestra para poner un freno a estos discursos”.

En esta causa, las integrantes de la CNCVHM cuentan con el patrocinio y asesoramiento jurídico solidario de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) y del Colectivo de Abogadxs Populares La Ciega.

En comunicación con este diario, la abogada María del Carmen Verdú, de la CORREPI, contó cómo se sucedieron los episodios que tuvieron como colofón la denuncia a Etchecopar.

Explicó Verdú: “Cuando se produjo el femicidio de Micaela García, el 10 de abril, Etchecopar dijo: ‘Si tu hija de 12 años sale mostrando las tetas y haciendo trompita, hay una provocación’. Y justificó que por eso no era casual que aparecieran tantos violadores. Esta es una manifestación de lisa y llana justificación que criminaliza a la victima. Entonces, esto fue repudiado por los movimientos feministas y se decidió hacer una visibilización de lo que dijo Etchecopar. Se le exigió que se rectifique y hubo una movilizacion a la radio el 4 de mayo. Pero Etchecopar sigió diciendo barbaridades tales como que la policia deb´ñia sacar a las manifestantes a patadas en el culo, que son sucias con olor a menstruación y choriplaneras. Fueen ese momento, a las 13:22, que dijo que tenía los teléfonos de las tres voceras de prensa que lo estaban escrachando. Los dio al aire y le pidió a su audiencia que las llamen. No sólo no se rectificó sino que pidió a su audiencia que las agreda. Tras esto, las chicas empezaron a ser
agredidas con un nivel de violencia inimaginable e irreproducible”.

La causa recayó en el Juzgado Federal 3 del juez Daniel Rafecas y se espera que sean analizadas tanto las conductas de Etchecopar, que son delitos directos, como la de todos los que mandaron mensajes a las mujeres. “Queremos que se cite a Etchecopar a indagatoria por su delito, que se identifique a los que amenazaron y que también se los cite a indagatoria por amenazas”, agregó Verdú. Y finalizó: “Si esto no llega a ser considerado como un gravísimo delito penal, tiremos el Código Penal a la basura”.