Una vez más la Legislatura porteña amaneció totalmente vallada. Anoche, comenzaron a instalar las estructuras que hermetizan todo el perímetro del Parlamento, de cara a la sesión en la que se definirá la suerte de 11 polémicos proyectos inmobiliarios. Los trabajos terminaron en las primeras horas de la madrugada, junto a personal civil y efectivos de la Policía de la Ciudad que, desde muy temprano, ya se encontraban apostados en las inmediaciones de Perú 160. Esta vez, a diferencia de otras ocasiones, las armaduras de hierro se colocaron varios metros alejados de la entrada principal. El paso está interrumpido en los accesos de Av. De Mayo y Perú, Hipólito Yrigoyen y Perú, la intersección de Av. Julio Argentino Roca e Hipólito Yrigoyen y la entrada sobre Bolivar y Roca.

“Así nos esperan en la Legislatura. Con doble vallado. a una cuadra de distancia. Y dicen que la Legislatura representa a la ciudadanía”, lanza en sus redes Jonatan Baldiviezo, titular del Observatorio del Derecho a la Ciudad, uno de los primeros referentes en llegar a las inmediaciones del parlamento porteño. “Hoy más que nunca el bloque oficialista y el GCBA gobiernan en representación del sector especulativo inmobiliario financiero”.

Desde las 10 de la mañana, cientos de personas comenzaron a agruparse en la zona para rechazar el debate, donde el oficialismo porteño, aprobará la sanción de cuatro proyectos inmobiliarios que supieron acumular un amplio rechazo de un importante sector de la comunidad. Las iniciativas que se debaten son, los predios de Costa Salguero y Punta Carrasco, Costanera Sur y la modificación de códigos urbanísticos que revalidarían los convenios con empresas privadas para edificar torres en ocho barrios de la Ciudad de Buenos Aires.

“Larreta pone toda la pauta en los medios para silenciarlos, y a lxs vecinxs que se quieren hacer escuchar le pone vallas”, afirma en sus redes la diputada porteña Lorena Pokoik con imágenes de las estructuras de hierro instaladas en los alrededores de la Legislatura. “Nos oponemos a que la Ciudad sea una Sociedad Anónima, queremos más espacios verdes y menos torres de lujos. #ElRioNoSeVende”, concluye.

Costa Salguero y Punta Carrasco, es el proyecto que obtuvo mayor resistencia, ya que habilita la construcción de edificios en 32 hectáreas de tierras públicas del Estado, con edificaciones que dan la espalda a toda la Ciudad. Pese a las casi 54 mil firmas que consiguió el Frente de Todos para que en ese lugar se construya un Parque Público, igualmente Larreta avanzó con la iniciativa. A raíz de esta medida, la oposición llamó a movilizar durante la jornada.

“Así defiende Larreta los negocios de IRSA”, exclama la legisladora porteña del FIT, Manda Martín, mientras recorre la periferia filmando las vallas. Por su parte, el diputado porteño del FdT, Javier Andrade, afirmó en sus redes que “Hoy Larreta Vende Todo. El atropello a la voluntad ciudadana de Larreta y aliadxs con la rezonificación de Costa Salguero es tan grande que funciona como cortina de humo para otros proyectos igualmente graves, que también quieren aprobar hoy en la Legislatura”, al afirmar que “la rezonificación de Costa Salguero no solo autoriza la construcción de torres en altura, sino que abre la puerta a diferentes negocios sobre las tierras costeras, desde oficinas, hotelería, gastronomía y diversos usos comerciales”.

El Movimiento social “La Ciudad Somos Quienes Habitamos”, un espacio conformado por vecinos y vecinas, diferentes organizaciones sociales y ambientalistas, se sumó al desprecio de las vallas al señalar: “Van a votar por los negociados inmobiliarios con los que se quedarán con nuestros espacios públicos y no nos permiten el acceso a la Legislatura”.

Historia repetida

Desde que el espacio liderado por Mauricio Macri se instaló en la Jefatura de Gobierno porteño, las vallas comenzaron a formar parte del paisaje de la Ciudad ante cada reclamo social. En 2011, docentes porteños que se oponían a la eliminación de las Juntas de Clasificación, se acercaron masivamente hacia las puertas del edificio legislativo para oponerse al debate en Comisión de este polémico proyecto. Se encontraron, como nunca antes, imposibilitados de avanzar ante la instalación de las estructuras de hierro.

Luego de varias horas de tensión, los maestros forzaron los límites impuestos por la fuerza de seguridad y lograron avanzar. La historia se repite con cada proyecto de ley que el oficialismo porteño debate pese a un masivo rechazo social. El 22 de noviembre de 2018, la represión y las vallas jugaron un rol protagónico, cuando, nuevamente la docencia se agolpó masivamente ante el debate del proyecto de la UniCABA que el oficialismo porteño logró sancionar sólo con sus votos. En esa oportunidad, no alcanzaron los armazones de hierro para detener la protesta, y cientos de policías de la Ciudad arremetieron con furia sobre la comunidad educativa.