Durante la tarde del jueves, cuando quedaba poco más de un día hábil para el retorno a las escuelas tras el receso invernal, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires citó a representantes de los gremios docentes para darles a conocer detalles del protocolo que regirá la próxima etapa: con presencialidad total y grados enteros considerados como burbujas. Ante el inminente avance de la variante Delta y en rechazo a una decisión que implica dejar de lado el distanciamiento social preventivo, gremios docentes expresaron su rechazo.

El colectivo Docentes contra la Presencialidad en Pandemia se moviliza esta tarde hasta la Jefatura da Gobierno, junto a la agrupación Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas. “Convocamos a una concentración y ruidazo. Por el reclamo sobre todo de que ante la variante Delta el propio (ministro de Salud de la Ciudad, Fernán) Quirós dijo que habrá una tercera ola, pero (Horacio Rodríguez) Larreta a contramano quiere presencialidad al 100% en aulas donde no hay condiciones para ello”, cuestionó Florencia Palombo, referenta de ese espacio. “Estamos reclamando que en este contexto se suspenda eso. Cuando sucedió la apertura anterior se dio la segunda ola de contagios, y con esta apertura creemos que se va a favorecer la tercera”, advirtió.

Desde el sindicato Ademys ya habían llamado a un paro para el próximo lunes, por reclamos tanto sanitarios como salariales. Tras la reunión de este jueves, emitieron un nuevo comunicado manifestando su repudio al nuevo protocolo, que estaba listo para ser firmado este viernes por el Ejecutivo local. “Lo que cambia fundamentalmente es que dejan de existir las burbujas reducidas y empiezan a hablar de distanciamiento entre burbujas-grados. En escuelas grandes, por ejemplo en el comedor la implementación va a ser muy difícil”, planteó Jorge Adaro, secretario general de Ademys.

El borrador del nuevo protocolo, por caso, indica que “para el caso de docentes que participen o impartan clases en más de un grupo burbuja, se deberán extremar las medidas de seguridad del presente protocolo, tales como, mayor distanciamiento del docente respecto de los estudiantes, evitar la circulación por el aula/espacio, entre otras”. “Se hace muy difícil no ir por los bancos. Es casi una irrealidad el maestro o maestra a dos metros sin moverse”, dijo Adaro. El comunicado emitido por su sindicato alertó que “en momentos en que se encienden las alarmas en todo el país por la circulación comunitaria de la variante Delta, el gobierno porteño define esta vuelta como si la pandemia hubiera mágicamente desaparecido y el riesgo de contagios y muerte hubiera terminado”. El sindicato señaló también que considerar a los grados enteros como burbujas implica que el grupo completo deberá aislarse ante contagios o casos sospechosos. “¿Cuánto se tardará en que la mitad o más de las escuelas estén nuevamente vacías por estas situaciones?”, se preguntaron.

“Tal como viene ocurriendo desde el inicio de la pandemia, el Jefe de Gobierno realizó los anuncios mediáticos marketineros sin ninguna precisión generando así confusión acerca de las medidas de cuidado. A cuatro días del inicio de la segunda etapa del ciclo lectivo 2021 lxs trabajadorxs recién pudimos acceder a borradores que pondremos a consideración de nuestras delegados y delegadas teniendo en cuenta la necesidad de continuar respetando el distanciamiento, la ventilación y los elementos indispensables de protección mutua”, planteó la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), que prepara comités de higiene y seguridad en las escuelas.

A más de un año y medio de iniciada la pandemia y pese a las evidencias en cuanto a la ventilación como factor clave para evitar el contagio por aerosoles, el ‘nuevo’ protocolo insiste con el alcohol en gel y la limpieza de superficies como medidas principales. Además, pese a que se habilitan comedores –con el 50% de aforo y a partir del 17 de agosto-, el documento apela a la “responsabilidad de la comunidad educativa” e insta a “evitar el contacto físico de todo tipo como besos, abrazos, apretones de manos, puños, entre otros. No compartir ningún tipo de elemento personal, tales como útiles, libros, comida, elementos de protección, entre otros”. Escenarios difíciles de imaginar con las aulas llenas como si no existiera pandemia.

Ante la cuasi eliminación del distanciamiento en el ámbito educativo porteño, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, remarcó que “es importante regresar a la presencialidad, pero sostener los cuidados para que tengamos un proceso de mantenimiento de la distancia social». En diálogo con radio AM750, reiteró la disconformidad del Ejecutivo nacional con la eliminación de los criterios de distanciamiento social en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, algo que había sido acordado por la mayoría de los distritos en el Consejo Federal de Educación (CFD). «La voluntad de la Ciudad es diferenciarse, no del Estado nacional, sino del resto de las jurisdicciones», sostuvo el Ministro.